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¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
El doble. En dos años y medio se ha doblado el número de localidades extremeñas con casas de apuestas deportivas. :: HOY
El doble. En dos años y medio se ha doblado el número de localidades extremeñas con casas de apuestas deportivas. :: HOY

Las casas de apuestas llegan a los pueblos

La región ha pasado en dos años de 41 a 114 locales de juego, mientras terapeutas, padres y docentes buscan cómo abordar esta nueva adicción

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Domingo, 9 de diciembre 2018, 08:40

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A los adolescentes les llegan a diario miles de mensajes como '¡apuesta!', '¡saca el jugador que llevas dentro!' o '¡gana!' Mientras tanto, madres y padres y profesores demandan a las asociaciones que antes trataban con toxicómanos que les den alguna pauta sobre cómo atajar una afición que en algunos casos empieza a convertirse en adicción.

«El problema viene cuando el chaval gana. Incluso hay estrategias para ello y alguno llega a pensar que es bueno jugando cuando se trata de azar. Eso es lo peor, que el chaval gane», dice Joaquín Cabrera, trabajador social de 46 años, perteneciente a ADAT (Asociación Dombenitense de Ayuda al Toxicómano), que desde 2005 trabaja con adictos en general y recientemente trata nuevas adicciones sin sustancias, las denominadas de comportamiento, grupo muy relacionado con las tecnologías y que engloba a personas que abusan del móvil, adictos a las compras y también a las víctimas de los locales de apuestas o apostadores compulsivos por Internet.

Aunque la ley del juego que autorizaba estos locales es de 2011, el pistoletazo de salida en la comunidad extremeña se dio hace poco más de cuatro años con el Decreto 165/2014 del 29 de julio, el cual reglamentaba la ley nacional y daba vía libre a la apertura de estos negocios en la región cuyas franquicias habían empezado ya a extenderse por el país.

«Hay ruletas en estos locales que pueden mover en una sola jugada miles de euros», advierte un terapeuta

La cifra de locales habilitados para apostar en Extremadura era de 14 establecimientos de apuestas en 2014, si bien la mayoría estaban integrados en salones o bingos ya existentes. En 2015 se autorizó la apertura de 19 locales más, con la novedad de que seis de ellos estaban preparados específicamente para esta actividad. En junio de 2016 la cifra ya había ascendido a 41 locales de apuestas diseminados por 18 poblaciones de la región. Dos años y medio después la cifra casi se ha triplicado. En la actualidad, según los datos de la Consejería de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Extremadura a 13 de noviembre de este año, la región cuenta con 114 establecimientos autorizados para realizar apuestas.

Están diseminados por 37 localidades y pertenecen a cinco empresas del sector: Sportium Apuestas Oeste (48 autorizaciones), Codere Apuestas Extremadura (29), Empresas operadoras Vinculadas de Extremadura-Evoex (14), Luckia Retail (3) y Orenes Apuestas Extremadura (10).

Más cifras. Hay que saber que el juego, en general, es una actividad económica que genera unos tributos que ingresa la comunidad autónoma. En el capítulo de ingresos liquidados de los presupuestos de la Junta de Extremadura del año pasado figuran 2.456.987 euros recaudados por impuestos sobre actividades del juego, la más alta y que incluye otros juegos de azar, no solo apuestas. Un año antes, en 2016, este ingreso no superó el millón de euros (993.885 euros), si bien entre 2013 y 2015 este ingreso ha rondado de media los 1,6 millones de euros. A este impuesto hay que sumar la tasa que cobra la Junta sobre el juego, que desde 2013 supera los 20 millones de largo, siendo el año pasado de 23.931.797 euros.

Ya se trabaja en un protocolo

Hasta ahí las cifras que revierten positivamente en la región. Pero esta vía de ingresos tiene una cara 'B'. En los centros educativos han observado que las apuestas deportivas han empezado a ocupar el ocio de los jóvenes. La práctica afecta principalmente a los chicos que aún no saben qué estudiarán en la universidad, pero ya manejan con soltura vocablos como 'contrapartida', 'mercado cerrado' o 'hándicap asiático'.

Mucha gente disfruta apostando. Pero a otras personas esta actividad les acarrea problemas y entre los afectados predominan adolescentes y veinteañeros incapaces de dominar sus impulsos. Cuatro años después de que llegaran las primeras casas de apuestas, madres, padres y docentes necesitan saber cuándo una afición esporádica se convierte en adicción y cómo abordarla.

«No se verá la dimensión real del problema hasta que los chicos empiecen a delinquir para jugar»

Peligros Folgado | Asociación Atabal

El problema es tan reciente que no hay un protocolo claro a seguir. De hecho, apenas hay datos. Jesús María Vázquez, al frente de la Fexad (Federación Extremeña de Ayuda al Drogodependiente), explica que hasta hoy se sabe que los hombres son más vulnerables a las máquinas tragaperras y las mujeres al bingo. Pero sobre las apuestas por Internet se sabe que seducen a los jóvenes y poco más. Y aunque se está interviniendo ya con usuarios que han empezado a abusar del juego 'on line', falta trabajo de campo sobre la cuestión, afirma como experto.

Esto va a remediarse en Extremadura el año que viene. Por un lado, con los resultados de una encuesta en centros educativos cuya muestra ha sido de 4.000 adolescentes. Por otro, con una puesta en común de experiencias y estrategias que den lugar a un protocolo de actuación.

Joaquín Cabrera, por ejemplo, ya ha llegado a algunas conclusiones según su experiencia personal como terapeuta. Por un lado, dice, el adicto no obedece a criterios de clase social o posición económica de la familia. Por otro, la relación directa con las notas, ya que en la medida que aumenta la adicción empieza el abandono de los estudios.

Por otro, Cabrera no pasa por alto que este negocio es legal, paga sus impuestos y genera empleo. En cuanto al dinero que puede mover un joven, subraya que con un solo euro ya se puede jugar y explica la diferencia con otros juegos de azar. «Antes un hombre podía mover 200 euros en toda una tarde delante de una máquina tragaperras. Pero en estos locales de apuestas también se juega a la ruleta, juego que en una sola jugada puede mover mil euros en apenas unos segundos. Se trata por tanto de movimientos de dinero más agresivos y peligrosos. Por otro lado, al jugar una quiniela o un billete de lotería tienes que esperar al resultado para saber si ganas. Ahora no, se puede apostar a eventos que se están celebrando en directo en cualquier sitio del mundo».

Vienen con sus madres

En varias asociaciones integradas en la Federación Extremeña de Ayuda al Drogodependiente (Fexad) cuentan que hasta hace poco los adictos al juego de azar eran hombres 'enganchados' a las máquinas tragaperras y mujeres que necesitaban jugar al bingo a diario. Ahora hay unanimidad entre quienes tratan a estos adultos que se acaban de sumar jóvenes y adolescentes que le están cogiendo el gusto a las apuestas deportivas, un fenómeno que ya se ha detectado hace un par de años.

La novedad es que las asociaciones que trabajan con adicciones en general, incluidas las ludopatías, se están actualizando en la región para tratar a sus nuevos jóvenes usuarios.

Dice el trabajador social Joaquín Cabrera que de momento los jóvenes enganchados a las apuestas vienen de la mano de sus madres. «Antes el 95% eran adultos de unos 45 años de edad de media cuyo problema eran las tragaperras. Solían acudir con su mujer, que le había dado un ultimátum y por eso decidía tratarse. Ahora la diferencia es que son mucho más jóvenes, vienen con sus madres y lo peor es que los chavales no reconocen que tienen un problema. Suelen minimizar lo que les pasa diciendo que hay otros chicos que se gastan más. Lo que pasa es que convencer al paciente de que tiene un problema no es nuestra función como terapeutas», explica este profesional de ADAT, una de las organizaciones integradas en la Fexad cuyos terapeutas están recogiendo experiencias y estrategias que pondrán en común en una reunión en Madrid el próximo 14 de diciembre con colegas de toda España. Quieren aunar criterios de cara a un tratamiento eficaz pues carecen de protocolos claros y exclusivos para abordar una patología como el juego 'on line', el cual engloba a las apuestas deportivas.

Gráfico.
Gráfico.

Este trabajo lo está coordinando el catedrático de Psicología de la Universidad de Valencia Mariano Chóliz, uno de los mayores expertos del país. Es autor, junto a Clara Marco, del libro 'Adicción a Internet y redes sociales: Tratamiento psicológico (Alianza Ensayo), donde explican cómo hoy día el móvil, Internet y los videojuegos causan adicción.

Los españoles jugaron 1.681 millones de euros en apuestas presenciales en 2017, un 14% más que el año anterior. Los datos al alza revelan que las apuestas deportivas son un terreno que va a generar más adictos en el futuro. Algunos ejemplos: Mérida en 2016 tenía tres casas de apuestas, al año siguiente la cifra era ya de seis y en este 2018 se pueden contabilizar once negocios de este tipos. O Badajoz, donde ya se explotan 17 establecimientos de este tipo con avenidas donde se concentran varios de ellos casi seguidos y todavía se siguen abriendo franquicias a día de hoy.

En este sentido, la asociación Atabal, con sede en Badajoz, ha encargado en este 2018 un estudio con el fin de obtener una 'foto' de lo que vaticinan será un problema en la región. «Nos llaman de centros educativos para dar charlas y por la inquietud que hemos detectado en profesores y padres hemos visitado colegios e institutos para analizar el perfil de los jóvenes. Nos preocupa que les dé por apostar por todo», explica Peligros Folgado, al frente de Atabal y en alerta desde que ha observado que en los últimos años las casas de apuestas se han multiplicado.

«Sería el primer estudio -prosigue Folgado- de este tipo en la región y engloba a 4.000 alumnos de entre 12 y 17 años de colegios e institutos de Badajoz capital y Mérida. El test y los módulos ya han sido elaborados por sociólogos y antropólogos y en nuestra línea de investigación y prevención desde Atabal querríamos ampliarlo en el futuro a toda la provincia de Badajoz. En marzo del próximo año se conocerán las primeras conclusiones».

Según la representante de Atabal, en poco tiempo los efectos de esta nueva moda de apostar van a ser los mismos que los de las sustancias estupefacientes. «Todavía no hay percepción del riesgo, aunque ya hay chicos que en vez de usar el dinero que le dan de paga para ir a ver una película lo echan en una apuesta. Ahora mismo vemos la punta del iceberg y no se verá la dimensión real del problema hasta que pase un tiempo y algunos jóvenes empiecen a robar y delinquir para jugar», señala.

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