Carmen Sevilla y su retiro en Extremadura
La popular artista, fallecida este martes a los 92 años, disfrutó del campo extremeño en una finca en Herrera del Duque junto a su segundo marido Vicente Patuel
La popular y querida artista sevillana Carmen Sevilla, fallecía este martes a los 92 años en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, donde ingresó el pasado domingo en estado grave. Padecía Alzheimer desde hace años y sus últimos momentos los ha vivido sin recuerdos en una residencia asistida en la capital de España.
Pero hubo un tiempo en el que la entrañable presentadora del Telecupón y Cine de Barrio fue feliz en Extremadura. Carmen Sevilla disfrutó del campo extremeño junto a su segundo marido, el empresario y productor cinematográfico Vicente Patuel, en una finca situada en los conocidos como valles de Consolación (por la ermita de la Virgen del mismo nombre) de Herrera del Duque.
Aunque al principio le costó acostumbrarse al campo, como reconoció en más de una entrevista, asegurando que lo hizo por amor, la actriz no ocultaba su admiración por Extremadura. En incontables ocasiones presumió de sus «ovejitas» en la pequeña pantalla, el medio en el que mostró su inolvidable espontánea y natural personalidad.
Patuel dirigía una explotación ganadera de 2.000 ovejas y la artista inició una vida con él en la finca, a unos cinco kilómetros de la localidad pacense. En la población guardan recuerdos de ella haciendo alguna compra en los comercios locales, ataviada con prominentes gafas de sol y siempre cercana. En la explotación estaban empleados vecinos del municipio que la definen como una mujer «sencilla y agradable». «Era muy guapa, cariñosa, buena persona, con muchos y buenos valores, y muy sufridora», así habla de ella una vecina que trabajó para la intérprete durante cuatro años.
Asidua a uno de los mesones de la localidad, la ya desaparecida Marisquería, allí era una más entre los clientes y el personal: «Ella con toda la gente que conocía en la Marisquería se comportaba como una persona normal. Hablaba con todo el mundo, igual que el marido. A mí me llamaba 'el general' y era una mujer sencilla para tener la clase que tenía», cuenta Juan Antonio, uno de los camareros del establecimiento y peón en la finca.
«Vivió y pasó una de sus mejores etapas en Herrera del Duque, lo cual posibilitó una gran proyección mediática de nuestro municipio en toda España»
Saturnino Alcázar
Alcalde de Herrera del Duque
Quien estuvo muy cerca de Carmen Sevilla fue el abuelo de la cantaora Celia Romero. Félix Romero, taxista de profesión, fue su chófer durante los más de 20 años que la intérprete pasó en Herrera. «Algunas veces la gustaba salir y cuando venía al pueblo la gente se arremolinaba a ella... 'Ay Carmen, ay Carmen, hola, ¿qué tal estás?', la besaban, y eso la gustaba mucho a ella también», declaraba Romero en el programa de RTVE Lazos de Sangre, en el que este vecino de su confianza rememoró cómo rota de dolor la artista le avisó cuando Patuel sufrió el infarto que acabó con su vida en el año 2000: «Iba con mi coche y me sonó el teléfono, 'Felisín', la noté muy agobiada. 'Que se ha muerto don Vicente'. Digo, qué me está usted diciendo..., ahora mismo voy. Y estaba ella con la perrita encima de él mirándole, y ella igual, llorando».
El alcalde de la localidad, Saturnino Alcázar, ha expresado sus condolencias por la sentida pérdida, a las que se han sumado muchos vecinos: «Vivió y pasó una de sus mejores etapas en Herrera del Duque junto al que fue su esposo, Vicente Patuel, lo cual posibilitó una gran proyección mediática de nuestro municipio en toda España. Sencillez y amabilidad han sido las notas que predominaron durante el tiempo que convivió entre nosotros, siendo una herrereña más; hoy se nos dibuja una sonrisa con su recuerdo», ha escrito Alcázar en redes sociales.
«Vicente hizo de esta tierra maravillosa de Extremadura, de Los Valles, un paraíso, y Dios se lo llevó»
Con Vicente Patuel fallecido a la artista le tocó comparecer en la Asamblea de Extremadura en 2002 para declarar sobre la finca extremeña y su ganadería ovina, al haber recibido ayudas de la Política Agraria Comunitaria (PAC), ante una comisión de investigación que estudió la incidencia de estas subvenciones en el campo. Con las tablas que dan las cámaras y los escenarios, la artista resolvió con ironía y humor la situación cuando un diputado le preguntó si sabía qué era un caza-primas: «Mire usted, la única prima que yo tengo está en Sevilla», respondía ella.
La muerte de su marido truncó su felicidad y la alejó de Extremadura y de sus famosas «ovejitas». La actriz y presentadora vendió la finca en 2003 y regresó a Madrid, a su residencia del paseo del Pintor Rosales. «Vicente hizo de esta tierra maravillosa de Extremadura, de Los Valles, un paraíso, y Dios se lo llevó», declaraba en una entrevista en RTVE.
Años más tarde, en el 2011, Carmen Sevilla volvería a la región para asistir junto al entonces presidente de la Junta, José Antonio Monago, al Concurso Nacional de Paellas que organizó la Federación Nacional de Asociaciones de Mujeres Rurales en Don Benito.
Su recuerdo quedará grabado en la memoria de todos los herrereños y extremeños. D. E. P.
