El campo extremeño luce más que nunca en el día del patrón

Tres jueves relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi...y este año, san Isidro Labrador. Un 15 mayo espléndido atrajo este jueves a miles extremeños para festejar en el campo al patrón de los agricultores y los ganaderos. Eran 85 municipios los que tenían declarado festivo local esta jornada aunque en realidad son muchos más los que celebran sin necesidad de tener reservado el día, administrativamente hablando. Desde el miércoles y hasta el fin de semana en muchos casos. Porque parece que este año, singularmente, hay ganas de fiesta con san Isidro. Para los profesionales del campo, mucho más aliviados que en otros años, y para quienes no lo son.

«Llevo 25 años montando esta caseta y ganas nunca faltan aunque ahora soy mayor y ya no puedo montarla solo», comenzaba la conversación José Romerales, villafranqués que durante 40 años ha sido policía local en Almendralejo. Su caseta se llama El Tablao, y rememora una barraca andaluza de feria. En ella pasaban la jornada, comían y departían, alrededor de una treintena de personas.

A pocos metros, Juan Luis Torres Ortiz, en la caseta llamada Pandilla matraca, preparaba caldereta de ibérico. Son cinco familias las que se reúnen en cada romería de san Isidro para vivirla en uno de los pueblos que disfruta con mayor intensidad la fiesta de los hombres del campo. Hablamos de Villafranca de los Barros. «Este año viene muy bien para enlazar hasta el fin de semana en los pueblos donde se celebra mucho san Isidro», remataba sonriente.

En una suave pendiente, junto a la ermita, Paco Buiza, que lleva 25 años levantando su caseta en la misma zona, azuzaba la barbacoa. Eran las dos y diez y había que poner unos pinchitos. «Nos gusta mucho esto esta romería. Ya nos vamos haciendo mayores pero no falta gente para seguir adelante», sentenciaba.

Un equipo de HOY se ha desplazado a Villafranca (12.366 habitantes), a una de las romerías más multitudinarias de Extremadura. Unas cien casetas están en la pradera de San Isidro. Se accede desde la antigua N-630. Se convierte en otro pueblo a 4 kilómetros del casco urbano villafranqués cada mediados de mayo.

La imagen del santo partió a las 10.30 horas en procesión desde la iglesia de Nuestra Señora del Valle, en pleno centro, para llegar al recinto romero. La misa se hizo bajo una gran carpa. Una celebración eucarística especial este año porque ha sido oficiada por un obispo español, ya jubilado, que ha ejercido en Perú y ahora es más conocido. Se trata de Ángel Francisco Simón Piorno.

Como contó HOY, un cura extremeño, José Antonio Ardila, estaba en la diócesis peruana de Chimbote cuando Simón era su obispo. Y conoció al de Chiclayo, Robert Francis Prevost, ahora el papa León XIV, en un encuentro. Los recuerdos de Ardila y Simón sobre Prevost han aflorado estos días.

Celebraciones eucarísticas aparte, Extremadura fue este jueves un trajín de caballistas, mujeres vestidas de flamenca, algunas de extremeña (las menos), sillas plegables, tiendas, casetas y un olor permanente de carne asada a la brasa. Todo eso de forma general pero hubo algunas particularidades.

En Valencia de Alcántara (5.236 vecinos, mancomunidad de la Sierra de San Pedro), su San Isidro es diferente. En este pueblo cacereño pegado a la frontera con Portugal se vive una de las romerías isidriles más peculiares y vistosas de la región. Es una de las dos que tiene la declaración de fiesta de interés turístico de Extremadura.

El ‘San Isidro’ valenciano es urbano porque toda la celebración se desarrolla por sus calles y plazas. Es su hecho diferencial. No hay una finca comunal o privada, ni praderas en las que congregarse.

Tras una misa al aire libre en el parque de España, desfilan carrozas engalanadas y preparadas imitando a eras, cocinas de campos, huertas o majadas. Hay premios para las más detallistas. A ellas se suben vecinos vestidos de campesinos o ganaderos.

Tampoco faltan los caballistas. Y las parejas a caballo que vayan ataviadas con el traje típico regional y asistan a la procesión del santo serán gratificadas.

Había previsto un concurso de caballos, yeguas y potros y de esquiladores a máquina de ovejas. Y una exposición de perros carea, raza perfecta, dicen los entendidos, para el pastoreo.

La otra romería con declaración de interés turístico regional es la de Fuente de Cantos (4.638 vecinos, comarca de Tentudía).

En la pradera de San Isidro, a 7 kilómetros del pueblo del sur extremeño, unas 140 casetas de grupos de amigos y familias (antes de la pandemia y en sus mejores años llegaron a ser más de 240) están abiertas a todo el mundo. La costumbre es que no se paga por la comida ni por la bebida que se consume y el acceso a las mismas es libre.

Monesterio, Los Santos de Maimona, Fuente del Maestre, Santa Amalia o Malpartida de Cáceres son otros municipios extremeños donde San Isidro se disfruta con más intensidad y participación. Caiga en fin de semana o en mitad de la misma. El 15 de mayo es sagrado. San Isidro lo merece.

 

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