Bodegas Medina entra en concurso de acreedores con una deuda de 4,5 millones
La empresa es una de las del sector con mayor tradición en Extremadura y busca reflotar con este procedimiento para situaciones de insolvencia
La marca de vino tinto Jaloco es una de las más reconocidas de Extremadura. Desde hace décadas. También es conocida otra marca, Marqués de ... Badajoz. Tras ellas están Bodegas Medina, que acaba de entrar en concurso voluntario de acreedores. El juzgado de lo Mercantil de Badajoz ha publicado el auto de declaración de un procedimiento judicial que se activa cuando se produce una situación de insolvencia del deudor. La empresa bodeguera, heredera de una saga del sector que va a cumplir casi un siglo de historia, declara unas deudas que superan los 4,5 millones de euros, según han informado a fuentes judiciales. Los dueños de la empresa, en cambio, rebajan esa cifra, actualizada, a unos 2 millones.
La deuda final está pendiente de cerrarse una vez que el administrador concursal cierre la lista definitiva de acreedores y las cantidades reconocidas como pasivo. Eso se conocerá dentro de unos meses, aunque lo que es innegable es que la empresa Antonio Medina e Hijos Sociedad Anónima, la que ha entrado oficialmente en concurso voluntario de acreedores, se encuentra en una difícil situación económica.
Uno de sus dueños y gerente, Francisco Medina, confirma a HOY la entrada en suspensión de pagos como fórmula para sacar adelante la bodega. «Los temas jurídicos los lleva mi abogado pero entramos en concurso para salir de una situación complicada. Queremos salir adelante», admite genéricamente Medina, tataranieto del fundador de Bodega Medina, con instalaciones cerca de Zafra, junto a la carretera N-432, aunque se sitúa en el término municipal de Puebla de Sancho Pérez.
Sin hablar de cantidades a deber, Francisco Medina señala que el concurso afecta a esa bodega, una preciosa instalación que se solía arrendar hasta el año pasado para celebraciones como bodas y comidas, y modelo de turismo enológico. No vincula, dice a la almazara contigua, también visible desde la carretera.
Desglose de acreedores
Señala que la bodega tiene capacidad para sacar al mercado cinco millones de botellas de vino tinto, blanco y rosado, aunque «ahora mismo estamos muy por debajo de esa cantidad», sin concretar más.
Al mismo tiempo afirma genéricamente que la complicada situación de la empresa se produce dentro de un contexto muy negativo de consumo de vino tinto aunque no hay querido argumentar si ese es el principal motivo para la declaración de concurso voluntario de acreedores.
Según el auto del Juzgado de lo Mercantil firmado por la juez Zaira González, de este concurso se hace cargo un administrador concursal con sede en Alicante, José Luis Lillo Flores, quien ha comenzado ya su labor para resolver este procedimiento.
Según ha podido saber HOY, el pasivo de algo más de 4,5 millones de euros declarado (la empresa rebaja esa deuda a unos 2 millones en la actualidad) se reparte fundamentalmente entre los propios socios de la bodega, tres de los cinco hijos de Antonio Medina Martín (José, Francisco y Lorenzo) y los hijos de estos (uno de ellos Francisco, que aparece como gerente de la bodega situada junto a la N-432). Además el grueso de la deuda declarada afecta a proveedores y distintas empresas que suelen trabajar con la sociedad.
La empresa Antonio Medina e Hijos señala a HOY que ahora mismo no debe nada a la Agencia Tributaria y la Tesorería General de Seguridad Social. La parte más sustanciosa del pasivo sería con una entidad bancaria, con la que se firmó una hipoteca para la construcción de las nuevas instalaciones bodegueras hace algo más de dos décadas, se indica desde la sociedad de la familia Medina.
Históricamente el negocio bodeguero ha estado expuesto a los concursos de acreedores. En Extremadura estuvo especialmente afectado durante la gran crisis de hace casi dos décadas.
Una empresa a punto de cumplir un siglo de existencia
Bodegas Medina es una empresa familiar desde sus inicios. Se remontan a 1931, por lo que está a punto de ser centenaria. Su fundador fue José Montaño, quien «demostró siempre tener una habilidad especial para la elaboración de los vinos de una forma artesanal», se recoge, en la localidad de Puebla de Sancho Pérez. Una nueva generación, la de Antonio Medina y su mujer Esperanza recogió el testigo de la empresa vinícola. En 1975, se recoge en su página web, se decide ampliar el negocio invirtiendo en una importante plantación de viñedos de la variedad Cabernet Sauvignon y adquiriendo una bodega de crianza denominada El Convento, situada en el casco urbano de Zafra. En el año 2000 se construye una nueva bodega, la situada junto a la N-432, muy conocida por el gran público, unas hermosas instalaciones y centro habitual de celebraciones hasta el pasado año.
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