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¿Qué ha pasado hoy, 28 de marzo, en Extremadura?
Víctor Casco, exdiputado de IU, se prepara una oposición para ser profesor de historia.
La vida después de ser cargo público

La vida después de ser cargo público

Exdiputados y altos cargos recién cesados que abandonan la política se reinventan laboralmente

J. López-Lago

Domingo, 11 de octubre 2015, 00:25

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Los hay en el paro, con su empresa recién montada, estudiando oposiciones o de vuelta a su anterior ocupación, sobre todo si son funcionarios públicos. Todos tienen en común que fueron políticos, muchos de ellos piezas clave en la anterior legislatura, ya sea en el Parlamento o en el Ejecutivo. Y si bien algunos miembros del anterior gobierno popular en la región permanecen hoy en política como diputados autonómicos, otros han tenido que rehacer su vida. La mayoría admite que ahora viven mejor y tienen mayor contacto con la realidad.

«Quien viene del ámbito privado no puede desaparecer por mucho tiempo porque es muy competitivo, no es lo mismo que ser un funcionario que puede recuperar su plaza». Así se explica Candelaria Carrera, pacense que tenía un despacho de abogados compartido en 2011 cuando Monago la llamó para integrarla en su equipo como directora general de Empresa y Actividad Emprendedora. Deshizo la sociedad que tenía con su socia para no incurrir en incompatibilidades y dijo sí a la propuesta, convirtiéndose en alto cargo de la Junta.

Ella se considera independiente, pero en mayo el PP perdió las elecciones, Carrera cesó en el cargo y cuatro años después de abandonarla, se ha vuelto a unir a su socia para retomar juntas su trabajo en la abogacía, una ocupación que confiesa le apetecía retomar después de cuatro años trepidantes donde afirma satisfecha que ha conseguido muchas cosas. «Creo que cada etapa tiene sus ventajas e inconvenientes, pero yo echaba de menos mi despacho y mi vida profesional», señala.

Otros exaltos cargos no tienen que darle tantas vueltas a su futuro cuando son cesados. Compañeros suyos de trabajo en la Consejería de Economía, Competitividad e Innovación, como Pedro Pinilla o Miguel Lozano, han vuelto a sus plazas de funcionario. Sin embargo, hay otros directores generales, como Miguel Córdoba (Comercio) o Enrique Barrasa (Acción Exterior y Feval) que han optado por buscarse la vida en el sector privado. El primero de ellos ha montado su empresa, mientras que Barrasa está tanteando el mercado laboral en busca de un puesto en el sector privado y ya hecho entrevistas.

Antonio Pedrera, exbaloncestista y exdirector general de Deportes, reconoce vivir ahora más tranquilo. Se relaja en contacto con el campo en una parcela que tiene a las afueras de Cáceres y se ha planteado nuevos retos después de cuatro años de los que dice que no se arrepiente de nada, pero que lo han dejado agotado. «Ha sido una legislatura muy dura. He hecho unos cien mil kilómetros y sin conductor, conduciendo yo mismo, así que tengo la espalda fatal. Pero ahora he vuelto a mi vida normal y estoy muy a gusto. Aprovecharé para acabar la carrera de Administración y Dirección de empresas por la Uned que dejé a medias y mi intención es montar algún negocio, no sé, quizás una franquicia. Yo tuve antes un bar de copas, pero lo que es seguro es que no volveré a la hostelería», explicaba a este diario hace unos días.

Otro alto cargo que ha cambiado de aires y ha buscado nueva ocupación es Enrique Julián Fuentes, ingeniero técnico forestal que fue designado en 2011 director general de Medio Ambiente. Tras su cese en el cargo se ha convertido en administrador de fincas en una oficina de Plasencia, donde es además, desde el mes de agosto, consultor en Agricultura, Infraestructuras y Medio Ambiente, según expone en su perfil de Linkedin , la red social dedicada a promocionarse profesionalmente.

En este portal figuran muchos exaltos cargos en cuyo curriculum, obviamente, destacan haber sido miembros de la Junta de Extremadura. En cuanto a Juan Rodríguez Plaza, secretario general de Comunicación, cesó el 10 de julio y optó por no reincorporarse a su antigua empresa, la agencia de noticias Europa Press . «Estoy en paro, sopesando opciones. Me encuentro feliz en Mérida (su pareja es de aquí, aunque él es de Almería), pero entiendo que en el mercado de la comunicación hay que estar dispuesto a moverse. Espero arrancar con algo de aquí a fin de año, aunque no necesariamente en Extremadura», decía a HOY sobre su situación actual.

Otro exalto cargo que estaba en paro debido al cambio de gobierno en la Junta y que estos días está dando sus primeros pasos como autónomo es Juan Francisco Caro, presente en la Administración regional durante tres legislaturas, primero como cargo de confianza y en los últimos meses como director general de Política Económica y director del Instituto de Estadística de Extremadura (Ieex).

«Empecé en la Junta en 2005 cuando aún estaba Ibarra , estuve toda la legislatura con Vara y después en parte de la de Monago. Ahora voy a establecerme como autónomo con una empresa de análisis de datos y comunicación económica, pues ya no me apetece estar trabajando por ciclos de cuatro años pendiente del resultado de las siguientes elecciones».

Caro es periodista y se especializó posteriormente en datos. Desde su cese este verano ha aprovechado para estudiar y avanzar en otro grado en el que se había matriculado, el de Económicas, con el fin de aumentar su formación y diferenciarse del resto a la hora de entrar a competir en el el sector privado, donde empezará a trabajar por su cuenta, aunque atento a las ofertas que puedan surgir.

De los consejeros de Monago que acabaron la legislatura todos siguen en el ámbito público, ya que solo dos de ellos no son ahora parlamentarios. Ambos están vinculados a la universidad. Tomás Nevado-Batalla aún permanece en el Consejo Consultivo, aunque tiene los días contados en este órgano desde que Vara anunció su supresión a partir del próximo 1 de enero. Lo más probable es que vuelva a su puesto en la Universidad de Salamanca como experto en Derecho Administrativo Financiero y Procesal.

Dar clases

Esto mismo es lo que ha hecho Clemente Checa , exconsejero de Hacienda y Administración Pública. Ahora mismo en su perfil de Linkedin aparecen como actividad anteriores Gobierno de Extremadura y Consejo Consultivo de Extremadura. En la actualidad trabaja como catedrático de Derecho Financiero y Tributario en la Facultad de Derecho, en el campus cacereño de la Universidad de Extremadura, que es de donde procedía antes de entrar en política.

En esta lista de personas de la primera línea política no podía faltar el jefe de gabinete de Monago, Iván Redondo , que llegó como asesor de campaña en 2011 y se convirtió en pieza clave de la Junta. Redondo no ha estado asesorando en verano al candidato popular García Albiol en las elecciones catalanas, como se ha rumoreado. Según compañeros de su sector, se encuentra atendiendo y buscando clientes para su consultoría política, con sede en Madrid y conexiones en Latinoamérica.

Más veteranos en lo público son los diputados de Izquierda Unida, tres personas que han rehecho su vida de modo muy diferente una vez que se alejaron de los escaños de la Asamblea, donde jugaron un papel decisivo entre 2011 y 2015.

Probablemente el más vinculado aún a la política sea Pedro Escobar por su condición de coordinador general de IU en Extremadura. Pese a esta tarea, su jornada diaria ha experimentado el vuelco que supone volver a dar clases, una actividad en la que lleva toda su vida y que desarrolló incluso hasta después de las elecciones del 22 de mayo de 2011, cuando se convirtió en diputado. Entonces consiguió acabar el curso, pero luego tuvo de dedicarse a tiempo completo a su trabajo como político, el cual concluyó en las elecciones del pasado 24 de mayo cuando su candidatura no obtuvo representación parlamentaria.

Escobar acaba de regresar en comisión de servicio al centro Abril. «Imparto 22 horas semanales y ahora tengo una calidad de vida que no tenía antes. Además estoy recuperando aficiones antiguas y voy al club de piragüismo cuando puedo, lo que pasa es que tengo clase tres tardes en semana. La verdad es que éste es el trabajo que me gusta y soy de los que pienso que la política debe ser un trabajo ocasional».

Víctor Casco, también exdiputado de IU, continúa en Cáceres, pero ya no conserva el empleo que tenía antes de convertirse en diputado, cuando estaba en la biblioteca municipal, pues aquello fue un contrato de un año. Como tantos licenciados en Historia, Casco se prepara en estos momentos unas oposiciones para intentar ser profesor de Secundaria. «Cuando no estoy estudiando, mi tiempo libre lo dedico a la cultura, ya sea en la sección de historia del Ateneo, en el club de Astronomía, en teatro, leyendo...». Dice Casco que al principio echó de menos la adrenalina de la política.

«Fue una decisión meditada y reconozco que el desenganche al principio fue difícil, pero se gana en salud mental y uno puede ir por la calle tranquilamente sin tantas preocupaciones o tomarse unos vinos con los amigos hasta altas horas de la madrugada, ¡que parece que uno por ser diputado no se podía emborrachar!», dice el exdiputado que fue número uno por IU en las elecciones de 2007.

De los tres diputados de IU de la legislatura pasada, Alejandro Nogales es seguramente el que lleve ahora una vida más calmada. «Yo estoy jubilado, el 23 de mayo solicité mi renuncia, aunque en política uno siempre está activo porque es una cuestión de ideas». En estos momentos, Nogales, que vive en Zafra, explica que pasa mucho tiempo en el campo, aunque muchas horas de la semana se las lleva la encomienda de un amigo escritor fallecido el pasado 15 de agosto. «Estoy encargándome de las gestiones para poner en marcha la fundación de Rafael Chirbes, algo que me han encargado», cuenta.

Vuelta a las clases de tenis

En general, la mayoría de cargos y exdiputados han recuperado sus anteriores ocupaciones. El gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), Joaquín García, ha regresado a su puesto de anestesista en el hospital Infanta Cristina de Badajoz; igual que Pedro Romero, hasta hace unos meses director general de Presupuestos, hoy trabajador en la administración del Ayuntamiento de su pueblo, Guareña, o Francisco Risquete, diputado por el PP que empezó la legislatura de asesor en la Dirección General de Deportes y que ha vuelto a la ciudad deportiva de La Granadilla, en Badajoz, como profesor de tenis.

Otras personas del gobierno de Monago que aunque permanecen como diputados esta legislatura, han recuperado sus anteriores profesiones son la exconsejera Empleo, Mujer y Política Social, María Ángeles Muñoz, de vuelta a su plaza de inspectora de Trabajo; o Trinidad Nogales, que fue máxima responsable de Cultura y Educación y ha regresado a su trabajo de conservadora del Museo Nacional de Arte Romano en Mérida, en ambos casos simultaneándolo con su labor de oposición en la Asamblea.

El PSOE ganó las elecciones en mayo, pero la renovación de sus listas dejó a muchos políticos fuera de la gestión pública. Hay diputados que no repitieron en la Asamblea, pero que han entrado a formar parte del equipo asesor del presidente Vara, como Alfredo Escribano o Luciano Fernández.

En el caso de María Ignacia Ruiz de Gauna, profesora de Física y Química en Villafranca de los Barros que estuvo a punto de volver a su anterior trabajo como docente, al final también entró a formar parte del equipo de asesores, en su caso de la Consejería de Educación.

Otros se han jubilado, como Antonio Gómez Yuste, que era maestro y ahora se ha retirado de la política y la docencia, o César Díez Solís, responsable de Educación con el PP de Monago, tanto en la oposición como en el gobierno los últimos cuatro años y que hoy se encuentra ya jubilado y alejado de la vida pública.

El caso de Damiá Beneyto, también docente, es distinto. Acaba de rescatar su chándal para seguir dando clases de educación física a alumnos de Secundaria en el instituto Gabriel y Galán de Plasencia. El diputado regionalista (antes en Prex-Crex, hoy en Extremadura Unida) aún era profesor en el primer año de la legislatura pasada, pero luego fue liberado y abandonó temporalmente la docencia.

«La vida política se echa de menos siempre confesaba a HOY esta semana, pero no por tener un cargo público remunerado sino por la sensación de que uno está aportando algo a los demás. Lo que sí opino es que no se puede vivir siempre de la política. El problema de este país es la cantidad de gente cuya vida laboral entera es en política, personas que se han convertido en funcionarios sin oposición y muy bien remunerados. Estaría bien que además de una declaración de bienes los políticos tuviéramos que hacer una declaración de vida laboral».

César Ramos fue otro de los diputados que no repitió en la lista a la Asamblea por el PSOE de Cáceres. Su caso es diferente pues hace unos días acaba de saber que va de número dos en la lista del Congreso por Cáceres en las próximas elecciones generales. Es muy probable por tanto que a sus cuarenta años pase a formar parte de la Cámara Baja a partir del próximo mes de diciembre.

Ha sido diputado dos legislaturas más un año. Cuando salió de la Asamblea en mayo volvió a trabajar a la empresa tecnológica donde se había pedido una excedencia para desarrollar su tarea política.

En su vuelta al sector privado como un asalariado más, Ramos dice ahora que «ha sido como una depuración porque en política vives como en un micromundo y esto me ha hecho volver a la vida real y, entre otras cosas, comprobar que mis habilidades seguían intactas. Nunca hay que perder esa conexión y tener un trabajo fuera de la política te da más libertad. De hecho, ahora pienso que antes de entrar en política conviene tener la vida solucionada por si acaso».

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