Más de 1.200 extremeños renuncian cada año a su herencia
El endeudamiento de las familias y el menor valor de los inmuebles en las zonas rurales son las principales causa para el rechazo de los herederos
Casas en pueblos de pequeño tamaño, fincas que no están en producción o terrenos con varios herederos son algunas de las propiedades más comunes que ... integran las herencias que se rechazan en Extremadura. No son pocas, en el primer trimestre del presente año fueron cerca de 250 personas las que formalizaron su renuncia.
Desde la pandemia, son una media de 1.200 al año quienes en la región prefieren no hacerse cargo de la herencia que les corresponde. Un número, además, que se mueve al alza a lo largo de la última década.
Los motivos para estos rechazos son diversos, pero el principal es que lo que se vaya a heredar sean deudas, según explica Ignacio Ferrer Cazorla, decano del Colegio Notarial de Extremadura. «Cuando las deudas son superiores al valor de los bienes que se van a heredar, lo lógico es renunciar a la herencia», indica este notario.
No es la situación más habitual, pero se repite cada vez con más frecuencia. «Es el alto nivel de endeudamiento de las familias extremeñas, que ha ido en aumento, lo que motiva que el número de renuncias también se vaya incrementando», expone el decano del Colegio Notarial.
En los últimos cinco años, desde 2019, el número de personas que han rechazado una herencia en Extremadura ha crecido un 17%. A nivel nacional, con las cerca de 55.000 renuncias que hubo el año pasado, el avance también ha sido importante: cercano al 16% en el mismo periodo.
Por normal general, las deudas económicas de las personas que fallecen se derivan de su actividad empresarial. «Entre las renuncias hay un alto porcentaje de hijos cuyos padres tenían un negocio o una empresa que debe dinero», según Ferrer.
247 herederos
han renunciado a la herencia en Extremadura durante el primer trimestre del presente año
Hace unos años, a raíz de las crisis económica, eran más común que esas deudas estuviesen provocadas por hipotecas impagadas. De hecho, también a partir de 2008 hubo un repunte en la renuncia a las herencias, porque muchos bienes se encontraban hipotecados, recuerda Ferrer.
Esa es otra de las causas para rechazar una herencia: el escaso atractivo de los bienes a heredar. Es algo que sucede, por ejemplo, con las viviendas que tienen una difícil venta, ya sea porque están en muy mal estado o porque se ubican en poblaciones del mundo rural y eso reduce su valor de mercado.
En Extremadura el impuesto de sucesiones está bonificado en la inmensa mayoría de los casos, pero en muchos municipios sí se paga plusvalía por la transmisión de un inmueble. Es decir, los herederos tienen que hacer frente al gasto por el aumento de valor de la vivienda que van a heredar. «Se paga por el valor catastral, que en ocasiones es muy superior al valor de mercado», afirma Ferrer, que pone un ejemplo sencillo: «puede que el bien, una vivienda, que es lo más normal en las herencias, esté valorado en 50.000 euros, pero que no se encuentre a nadie que pague ni 20.000 euros por él porque esté en un pueblo de menos de cien habitantes; ante esa situación y si el heredero debe pagar una plusvalía, pues renuncia a la herencia».
«La renuncia a la herencia es irrevocable»
«La renuncia a una herencia es irrevocable», advierte Ignacio Ferrer Cazorla, decano del Colegio Notarial de Extremadura. Una vez que un heredero formaliza su rechazo, no tiene opción de corregir esa decisión.
Sí se puede aceptar una herencia a beneficio de inventario. Es decir, solo si el resultado económico neto tras sumar el valor de los bienes y restar las deudas económicas, en caso de que las haya, sea positivo. Esta gestión, dependiendo de la complejidad de la misma y del volumen de los bienes a heredar, puede encarecerse, por lo que no es muy habitual en las herencias extremeñas, que por norma general son sencillas. «En la mayoría de los casos, los herederos saben desde el primer momento si les compensa aceptar o renunciar a la herencia; basta con que hagan una suma y una resta», dice la experiencia laboral del decano del Colegio Notarial.
En caso de que se quiera renunciar, el trámite es sencillo. «Una escritura ante notario es suficiente», informa Ferrer. El precio de hacerlo no suele superar los cien euros.
Los bienes de una herencia que no se aceptan pasan a ser propiedad de Estado, que será el encargado de su gestión. Hay ocasiones en las que este proceso se complica, ya que es necesario localizar a todos los presuntos herederos para que puedan aceptar o renunciar. «Hay herencias que quedan paralizadas durante mucho tiempo, porque no hay límite temporal», según Ferrer.
En las renuncias en Extremadura también influye la cuantía económica. «En la región se heredan pequeñas cantidades de dinero, por norma general más reducidas que a nivel nacional», detalla el decano del Colegio Notarial. Eso conlleva que en cuanto haya que hacer frente a algún gasto extraordinario –como el pago de una deuda o una obra de reparación de un inmueble– no compense aceptar la herencia.
Bonificación del impuesto
El actual Ejecutivo autonómico eliminó en la práctica el impuesto para las herencias más comunes: las recibidas por hijos, cónyuges y padres, que pueden aplicarse una reducción en la base imponible de 500.000 euros. Aunque ya existía una bonificación del 99% para esas herencias. A esa medida sumó en el presente 2025 a los familiares con una vinculación especial, como de tíos a sobrinos convivientes. Con este contexto fiscal, «si no hay deudas importantes, normalmente no hace falta mucho dinero para aceptar una herencia y no se suele renunciar», expone Ferrer.
A pesar de que el gasto tributario de una persona que va a heredar es muy escaso, la renuncia a las herencias en Extremadura se situó en el conjunto de 2024 en su nivel más alto de la última década, con más 1.200. Al contrario, en el conjunto de España, se produjo el menor volumen de renuncias de los últimos cuatro años, aunque la cifra es un 45% superior a la de hace diez años.
Una diferencia en la que el precio de la vivienda en la región también tiene su incidencia. Es más fácil renunciar a una herencia que incluye una vivienda en Extremadura que hacerlo en Madrid.
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