Amantes de los cereales... ¡enhorabuena!

Entrar en The Cereal Café es recibir de golpe un chute de nostalgia. ¿Quién no relaciona los cereales con algún momento tierno de su infancia? De miel o chocolate, crujientes, de colorines... En esta atípica cafetería pacense tienen casi 50 variedades. Seguro que encuentras aquel que te transporte a tu niñez o adolescencia.

Se trata de un establecimiento luminoso y colorido, no solo por las cajas de exposición (hay alguna que data del año 1987), sino también porque es habitual colorear la leche para hacer más divertido el desayuno o la merienda. Esta iniciativa surgió de Teresa Carmona y Eduardo Cabalín, un matrimonio al que le afectó en exceso la covid-19, ya que él perdió su trabajo en Mallorca tras una década de entrega a la hostelería.

Decidieron venirse a la ciudad de ella, Badajoz, y emprender un nuevo camino (además con un nuevo componente en la familia). Pero no resulta fácil encontrar trabajo en una hostelería dañada y atosigada por cierres perimetrales, toques de queda y demás medidas sanitarias para contender la pandemia. Así que pensaron: «¿Qué nos gusta? Comer cereales». Y se aventuraron a montar el primer cereal café de toda Extremadura.

Inauguraron este local la pasada semana y el teléfono no para de sonar para reservar mesa. Aunque otras cafeterías de la región ofrecen cereales, es algo casi testimonial, no había ninguna específica. Bueno, no había hasta que llegó The Cereal Café. De hecho, puede ser que los que estuvieron el día de la apertura probasen unos cereales que ya no vuelvan nunca más. Teresa comenta que a veces resulta complicado encontrar ciertas marcas, sobre todo las que vienen de Estados Unidos. «El mundo de los cereales es algo muy exclusivo y de ediciones limitadas», indica.

Aunque también sirven tostadas y hasta tartas, la gente quiere cereales. Han tenido especial éxito los de crema de cacahuete. Además, el cliente puede elegir el tipo de leche (desnatada, semidesnatada, entera, sin lactosa, de soja, etcétera). Conviene reservar para poder degustarlos tranquilamente.