Martínez Paiva, un restaurante de Almendralejo, situado en una bodega, que deslumbra por su cocina y su ambiente

Martínez Paiva es un restaurante sin indicaciones ni señales que lo delaten, pareciera «clandestino», como si una de sus gracias fuera el misterio de encontrarse discretamente «escondido» en el edificio de una bodega.

Una vez descubierto, la decoración del comedor envuelve al comensal en un ambiente lujoso… Pero un lujo asequible en el que el servicio, la decoración y los detalles reconfortan. Sumémosle una cocina elaborada, en la que el equilibrio tradición-vanguardia se consigue en unos entrantes diversos y originales y en la imaginación aplicada a las recetas de carnes ibéricas y de ternera extremeña.

La carta de vinos está basada en la producción de la propia bodega, ofertando las ocho variedades de Paiva (siete de ellas por copas). No es una carta extensa (35 referencias), pero los vinos de la casa brillan espléndidos.

Los detalles de la sala y el entorno están muy calculados y el servicio, Almendralejo en vena, es tan campechano como profesional. No se pierdan el costillar deshuesado de ternera extremeña y prueben los postres porque los cuidan mucho.

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