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Arias Cañete, en el tren que lo llevó esta semana de Madrid a Alicante.
«No me creo las encuestas, la campaña será clave porque no hay nada decidido»

«No me creo las encuestas, la campaña será clave porque no hay nada decidido»

candidato del PP a las europeas, advierte de que las elecciones del 25 de mayo son demasiado cruciales como para decir «voy a dar un voto de castigo a mi partido»

Antonio Montilla

Jueves, 22 de mayo 2014, 18:12

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Llegó a la precampaña electoral casi cuatro meses más tarde que su rival, la socialista Elena Valenciano. Tal vez por ello, impone a su colaboradores el mismo ritmo frenético que suele llevar cada vez que participa en un rally de coches antiguos, su gran pasión fuera de la política. Miguel Arias Cañete (Madrid, 24 de febrero de 1950) concede esta entrevista durante un viaje en AVE entre Madrid y Alicante. Ultima su intervención en un mitin desde su asiento en clase turista, sin quitarle ojo a su cuenta de Twitter, que califica como una herramienta enormemente atractiva, pero no exenta de riesgos para un político. Ha pedido a los suyos que no pierdan ni un segundo en intentar convencer a un socialista porque cree a pies juntillas que con movilizar solo a los más fieles del PP, la victoria será suya.

Pese a su dilatada carrera política, es la primera vez que es cabeza de cartel en unas elecciones nacionales. ¿Nota la presión?

No tiene nada que ver ir en una candidatura, como fue mi caso en las pasadas generales, acompañando a Mariano Rajoy, que tener toda la campaña gravitando sobre ti. Sobre todo porque no tienes margen para la improvisación, todos tus mensajes tienen que estar medidos.

¿Le hubiera gustado haber sido designado candidato con más antelación?

No. Ha sido mejor que yo, como ministro, pudiera desarrollar toda la aplicación de la Política Agraria Común (PAC)y ejecutar otras leyes antes que empezar una precampaña demasiado temprano. Es muy difícil mantener la tensión electoral durante periodos muy largos.

Entonces usted no está entre los dirigentes populares a los que exasperan los tiempos de Rajoy.

(Sonríe) El presidente del Gobierno tiene un manejo de los tiempos excepcional y siempre decide lo mejor para el interés general, en el momento adecuado. Por lo tanto, ha hecho muy bien con lo que ha hecho. Yo, a lo mejor, hubiera anticipado mi cese como ministro una semana porque me hubiera permitido hacer mítines en algunas ciudades más.

Los comisarios europeos, ¿deben ser más tecnócratas que políticos o al revés?

Deben ser grandes tecnócratas, pero con una gran sensibilidad política hacia el proceso de construcción europea. También hay que gestionar muy bien, por tanto requiere la combinación de dos factores que no es fácil encontrar en la misma persona.

La voz de España en la UE

Todo el mundo da por hecho que usted va a ser comisario europeo.

El único que lo puede dar por hecho es Mariano Rajoy y sus tiempos son sus tiempos.

¿España secunda en Bruselas todo lo que ordena y manda Alemania en Bruselas?

Se ha demostrado que no. En la PAC, por ejemplo, Alemania no ha votado la reforma que España defendía. España ha recuperado su voz en la UE, estamos en el bloque de países que deciden y Rajoy defiende en Bruselas lo mejor para el interés general de los españoles.

Hablando de Alemania, ¿se imagina una gran coalición en España entre PP y PSOE, similar a la que permite gobernar a Merkel?

No lo descarto si el interés general lo exige en un futuro, aunque depende de la madurez de los líderes de ambos partidos. En una situación excepcional de crisis, un Gobierno de muchos partidos que tienen ideologías contrapuestas puede hacer daño al país.

Las últimas encuestas señalan que el bipartidismo no remonta en España.

La mayoría de los ciudadanos están situados en áreas ideológicas que defienden el PP y el PSOE. El bipartidismo en nuestro país no es malo porque existe una alternancia que permite la gobernabilidad del país.

¿Le incomoda que todas las encuestas le den como favorito?

Nunca me he creído las encuestas, ni siquiera las conocidas como israelitas que se hacen a pie de urna. No hay nada decidido, la campaña va a ser muy importante.

¿Y le preocupa que el voto de castigo al PP sea superior al que detectan los sondeos?

No son elecciones como para decir que no tienen relevancia política y siento cierta desafección por mi partido voy a dar un voto de castigo. Son más importantes que las nacionales.

En las campañas se hacen promesas. ¿Va a tener usted difícil que los españoles le crean después de que el PP prometiera que si ganaba las generales de 2011 bajaría los impuestos y lograría reducir el desempleo?

Los programas se cumplen durante toda la legislatura y, sin duda, Rajoy cumplirá. En 2015 bajará los impuestos y habrá menos parados que cuando llegó a la Moncloa. Por eso en campaña pido a los ciudadanos que no nos retiren su confianza.

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