David Martín, CEO de Escape Room Badajoz: «Tras un gran fracaso, he conseguido profesionalizar mi pasión»
El fundador de la popular sala Escape Room Badajoz comparte su viaje como emprendedor, una historia de resiliencia, creatividad y cómo convertir una afición en un modelo de negocio de éxito en el sector del ocio alternativo
Daniel Vaquerizo
Martes, 21 de octubre 2025, 14:05
En un panorama empresarial en constante cambio, surgen historias que inspiran y demuestran que la pasión puede ser el motor del éxito. Hoy conversamos con David Martín, la mente creativa detrás de Escape Room Badajoz, un referente del ocio alternativo en Badajoz. En esta entrevista, nos adentramos en su trayectoria, desde sus inicios en el mundo del arte hasta la creación de un negocio que fusiona teatro, juegos y tecnología. David nos habla sin tapujos sobre sus miedos, su primer «gran fracaso», y cómo la perseverancia y la innovación le han permitido no solo consolidar su empresa, sino también expandir sus servicios hacia la gamificación de eventos e instituciones. Una conversación esencial para entender los desafíos y las oportunidades del emprendimiento actual.
- Para empezar, David, cuéntenos cómo surgió esta propuesta de negocio y cuál fue su trayectoria profesional hasta llegar a crear Escape Room Badajoz.
- Mi trayectoria profesional siempre ha estado ligada al mundo del arte, abarcando desde las artes gráficas hasta las plásticas y el arte dramático. Paralelamente, siempre he sido un gran aficionado tanto a los juegos de mesa como a los videojuegos. Un día, llegó a mis oídos una nueva actividad en la que encerraban a la gente en una habitación y debían resolver acertijos para salir; todos hablaban de lo divertida que era la experiencia. La idea resonó en mi cabeza e incluso se la propuse a un amigo que buscaba ideas de negocio, pero no le prestó mucha atención. Curiosamente, aunque yo me dedicaba a crear dinámicas de grupo y animaciones, en ese momento no me planteaba abrir mi propio negocio.
Todo cambió a raíz de una experiencia montando una plataforma audiovisual para profesionales. Fue mi primer intento de crear una empresa y también mi primer gran fracaso. Me quedé prácticamente arruinado, sin saber qué hacer con mi vida. Fue entonces cuando hablé con un amigo del mundo del teatro y le comenté la idea del escape room. Teníamos todo lo necesario: escenografía, espacio, iluminación... Le propuse que yo podía diseñar el juego, las dinámicas y los acertijos, y decidimos probar «a ver qué pasaba». Monté una pequeña página web, hice algo de publicidad aprovechando mis conocimientos de diseño y marketing digital, y, para mi sorpresa, la gente empezó a venir. Los clientes hablaban muy bien de la experiencia, se recomendaban unos a otros y disfrutaban enormemente. Ahí me di cuenta de que había encontrado algo especial. Este negocio combina transversalmente todas mis habilidades y me ha permitido profesionalizar lo que antes era una afición, como diseñar juegos o ser Game Master.
- Para quienes no estén familiarizados, ¿qué es exactamente un escape room? Y, además, ¿qué otras actividades ofrece en su negocio?
- Un escape room es una actividad de ocio alternativo donde un grupo de amigos, familiares o compañeros de trabajo se sumerge en una historia para pasar un rato divertido. Es como vivir una película en primera persona. El concepto original consiste en encerrar al grupo en una sala de la que deben escapar resolviendo acertijos antes de que se agote el tiempo. Aunque esa fórmula sigue siendo muy válida, ha evolucionado mucho. Por ejemplo, en una de mis salas ya no encierro a los jugadores, sino que deben resolver un asesinato encontrando pistas y descubriendo al culpable. Son experiencias muy satisfactorias que permiten compartir tiempo de calidad.
Además de nuestras dos salas de escape room, este año hemos incorporado el «Cluedo en Vivo», que está funcionando muy bien. Es, literalmente, vivir una película donde los propios jugadores son los protagonistas y cada uno tiene sus propios intereses ocultos, lo que añade una capa de intriga y diversión. También tenemos «Plata o Plomo», un party game competitivo ambientado en el oeste, diseñado simplemente para reír y disfrutar con amigos. De cara al futuro, estoy explorando el teatro interactivo y este mismo mes esperamos lanzar un escape room urbano.
- Se está abriendo camino también en el ámbito de la gamificación para empresas e instituciones, ¿verdad?
- Sí, a medida que el negocio se ha estabilizado, he comenzado a recibir llamadas de instituciones para diseñar proyectos específicos. Por ejemplo, hace unos meses renové un escape room del Instituto de la Juventud para ponerlo de nuevo en funcionamiento. Recientemente, me contactaron para gamificar un evento para jóvenes, donde el contenido de las ponencias servirá para desbloquear códigos y avanzar en una actividad paralela. También está sobre la mesa un proyecto para la gamificación histórica del parque de Los Sitios en Badajoz, que utilizará códigos QR y realidad aumentada para contar la historia de la zona a través de pequeños acertijos. Se están abriendo nuevas e interesantes líneas de negocio.
- Muchos aspirantes a emprendedores se sienten paralizados por el miedo al fracaso. ¿Qué consejo les daría a quienes sienten esa chispa emprendedora pero no se atreven a dar el paso?
- Como se suele decir, si tienes miedo, hazlo con miedo. Vivimos en una cultura que no fomenta especialmente el emprendimiento, donde la estabilidad de una plaza de funcionario es muy valorada, lo cual es totalmente respetable y supone un esfuerzo enorme. Sin embargo, hay que pensar en otras salidas laborales. Emprender da mucho vértigo, pero es fundamental hablar con la gente y entender que nunca tendrás todas las respuestas de antemano. Mi único consejo práctico es: matemáticas. Utiliza una hoja de cálculo, analiza lo que quieres, lo que tienes y estudia tu entorno. Elaborar un plan de empresa es clave. A diferencia de un trabajo por cuenta ajena, donde tienes un horario y una tranquilidad al final del mes, aquí estás conectado 24/7, pero la recompensa es diferente.
- Si pudiera viajar en el tiempo, ¿qué consejo le daría a su «yo» más joven?
- Le diría: «Confía más en ti mismo». Y, derivado de eso, me hubiera gustado empezar antes en el mundo del diseño de juegos. Recuerdo que en una ocasión le comenté a una pareja que quería empezar a diseñar juegos de mesa, un mundo que me apasionaba. En aquel momento, con toda la sensatez, me dijo que quizás no era el mejor negocio para emprender. Y, sin embargo, al final he acabado en este mundillo, lo cual me llena de felicidad porque he cumplido el deseo que tenía: crear cosas, diseñar juegos y ser creativo. Este universo me lo permite.
- Mirando hacia el futuro, ¿cree que es un buen momento para emprender?
- Sí, sin duda. Estamos viviendo una época de cambio profundo, con el auge de la inteligencia artificial. Esto se va a traducir en un sinfín de nuevas formas de interactuar, nuevos servicios y nuevas necesidades en el público. Es un momento ideal para encontrar modelos de negocio innovadores y para satisfacer esas demandas emergentes. Creo que es un gran momento para emprender.