La centésima de Valle, la lección de vida de Loida
La haltera extremeña pudo disfrutar pese al cáncer que padece de sus quintos Juegos en París, donde el piragüista emeritense rozó la medalla de bronce; nuestros cuatro paralímpicos narran su experiencia
Marco A. Rodríguez
Badajoz
Jueves, 12 de septiembre 2024
La ciudad de la luz apagó su llama olímpica y las miradas se encaminan ya a Los Ángeles 2028. También en los Juegos Paralímpicos, donde ... tuvimos presencia de cuatro deportistas extremeños. Entre ellos una heroína que trasciende el mundo competitivo, Loida Zabala, quien vio cumplido su sueño de sus quintos Juegos pese al terrible cáncer que puso en jaque su vida desde octubre del año pasado. Una cita de París en la que Juan Antonio Valle se quedó a solo una centésima de la medalla de bronce, la que hubiera sido la única presea para nuestra comunidad. Como él, Francisco Javier López Sayago e Inés Felipe acudieron por segunda vez a un acontecimiento de esta magnitud. El primero no pudo mejorar el resultado de Tokio por un sorteo que le emparejó con los mejores del planeta y la segunda pudo meterse en una final pero el potencial de las rivales se lo puso imposible. Los cuatro comentan a HOY su experiencia.
Loida Zabala
Ha sido uno de los iconos de París 2024 en la expedición española. Su lección de vida completando sus quintos Juegos sin que lo impida un grave cáncer de pulmón con metástasis en cerebro, riñón e hígado ha calado profundo en la familia olímpica y en cualquier ser humano que conozca su historia. Su positivismo y valentía deberían estudiarse en las universidades. Quedó la última en la competición de menos de 50 kilogramos de halterofilia adaptada, pero eso era lo de menos.
«Gracias a París he tenido el foco en ello en vez de en el cáncer y me ha ayudado a afrontarlo con ilusión y ganas de vivir», explica la de Losar de la Vera, cuyo calvario se amplió hasta los prolegómenos de su especialidad, ya que los daños colaterales de su tratamiento pusieron en peligro que no pudiera participar al no dar el peso. «Sí, estuvimos dos días en la sauna durante horas y llegaba un momento en el que ya no podía sudar más. Cuando bajé de peso, tuve problemas de salud y hasta dos horas antes de competir no es cuando por fin me confirmaron que podía hacerlo. Fue muy emocionante la sensación de que lo habíamos conseguido», suspira aliviada.
«Voy a hacer todo lo posible por sobrevivir hasta Los Ángeles, es mi próximo y gran sueño»
Loida Zabala
Como buen animal competitivo, Loida Zabala ya tiene puestos sus ojos en los próximos Juegos, sus sextos, aunque quedan muy lejos. Y más para ella por la amenaza que se cierne sobre su supervivencia, pero su increíble fortaleza no tiene límites. «Voy a hacer todo lo posible por sobrevivir hasta Los Ángeles, es mi próximo y gran sueño». Si alguien puede, es ella.
Juan Antonio Valle
Juan Antonio Valle es más que consciente de que en el KL3 200 una centésima te conduce de la gloria a la decepción. De hecho, son muchas las ocasiones en que tras rebasar la meta hay que aguardar a que la fotofinish dicte sentencia. Así le ocurrió en París, donde esa pequeña fracción de segundo le privó de la medalla de bronce, la única presea de un representante extremeño en la cita francesa. «Mis sensaciones ya son buenas. Al fin y al cabo el deporte es así. A veces llevas una forma del carajo pero no salen los resultados y a veces no vas tan en forma y sí que salen. Es verdad que salí un poco dolido por esa centésima y el cuarto puesto, pero ya me he repuesto y el cuarto puesto tampoco es tan mala posición», resume el piragüista emeritense.
En su prueba, el cronómetro hace que pases de la inmensa alegría a la crueldad de no lograr el objetivo, ya que en la clasificación hacia la final fue una centésima la que le permitió entrar en la lucha por las medallas sin tener que pasar por la repesca. «Sí, es verdad que es un poco cruel. En otros deportes se le da dos medallas a los que entran en ese tiempo porque siempre hay un margen de error en la fotofinish, pero bueno, en este caso no fue así y se veía claro», continúa.
«Una lástima que no me respondieran las fuerzas en esos últimos cinco metros»
Juan Antonio Valle
A Valle le perjudicó la sorpresiva salida del argelino Ghendouz, medalla de oro, que imprimió un ritmo infernal que pudo hacer mella en el extremeño en esos últimos metros donde fue adelantado cuando parecía tener asegurada la plata. «A la final llegué en un gran momento y sí, pude dejarme llevar por la gran salida del argelino, pero me coloqué en muy buena posición. Una lástima que no me respondieran las fuerzas en esos últimos cinco metros. Pensé que llegaba, pero nunca sabes cómo te va a responder el cuerpo y no llegué, o llegaron mejor los otros. Es una carrera tan rápida que apenas hay separación y este golpe ha caído en mi contra. Ni más ni menos», recuerda el emeritense, que no pudo cerrar el círculo ganador con el oro olímpico tras haber sido campeón del mundo y europeo, algo que está al alcance de muy pocos deportistas.
Francisco Javier López Sayago
Desde Fuente del Maestre, Francisco Javier López Sayago viajó a París con la intención de mejorar su séptimo puesto y el diploma obtenido en Tokio, pero no pudo. Su posición en el ranking propició un sorteo durísimo para él por el que tuvo que medirse en la primera ronda con quienes a la postre se adjudicarían las codiciadas medallas. Y encima le sucedió tanto en el individual de su Clase 4 como en el dobles MD8 junto a su compañero Eder Rodríguez. «La verdad es que fue el peor sorteo que podía tener, contra el posterior campeón en individual y los bronces en dobles. Es una pena no haber podido hacer más aunque debido al nivel de estos jugadores era muy difícil vencerles y más en un escenario tan importante como unos Juegos», rememora el fontanés preguntado por su infortunio.
«Han sido unos Juegos muy especiales por compartirlos viendo en las gradas a mi familia»
Francisco Javier López Sayago
Pese a caer a las primeras de cambio, a López Sayago le queda un grato recuerdo de París 2024 ya que, además de la enorme experiencia vital que supone participar en un evento de esta magnitud, pudo notar de cerca el apoyo de los suyos. «La experiencia ha sido increíble, me voy contento ya que he disfrutado tanto de los partidos –a pesar de la derrota– como de los días en la villa. Sin duda unos Juegos que recordaré siempre y han sido muy especiales por compartirlos viendo en las gradas a mi familia, mis sobrinos Jorge y Martina y amigos. Todo ello hace que el esfuerzo de estos tres años haya tenido sentido», añade orgulloso el palista extremeño.
Inés Felipe Vidigal
Inés Felipe Vidigal no sufrió un sorteo tan esquivo como el de López Sayago, pero el poderío de sus rivales en el Club Náutico Vaires-Sur-Marne condicionó sus aspiraciones de medalla tanto en el KL200, donde fue octava y se clasificó para la final, como en el VL200, donde repitió posición en la final B sin poder acceder a la final A. Pese a todo, regresa a España con dos diplomas. «Muy contenta. Competía en dos pruebas donde sabía que era complicado entrar en las dos finales, pero no imposible. Habíamos trabajado mucho para estar allí y lo hemos dado todo en las dos. Ya es complicado conseguir la clasificación y esta vez al ser mi segunda vez quería superar mi puesto de Tokio, sabiendo que mis rivales son muy fuertes. Solo conseguimos entrar en una y para mí con eso ya había ganado, he conseguido uno de mis objetivos», narra la piragüista oliventina.
Felipe sabe que la competencia es un handicap pero prefiere competir contra ella misma. «Yo ya juego sabiendo que mis rivales son duras, pero ello no es motivo para no afrontar la competición y darlo todo para acercarme lo máximo posible a ellas y superar mis propios resultados, superarme a mí misma».
«Aunque era mi segunda vez, lo viví como la primera, con la misma ilusión»
Inés Felipe Vidigal
La piragüista extremeña en esta ocasión sí ha podido saborear de verdad lo que implica el ambiente de unos Juegos después de una primera presencia olímpica en Tokio que resultó descafeinada para los deportistas debido al daño al espectáculo provocado por la pandemia. «Aunque era mi segunda vez, lo viví como la primera, con la misma ilusión. Y a la vez diferente ya que la vez anterior no teníamos a la gente arropándonos desde las gradas, o el simple hecho de estar en la villa con restricciones. Esta vez hemos vivido unos Juegos de verdad», analiza Inés Felipe. Ahora ya toca pensar en California.
Plata para Jorge Borba con la selección británica de BSR
Además de los cuatro deportistas de nuestra tierra que competieron en París, viajaron a los Juegos el mismo número de técnicos y jefes de equipo, que en general pueden estar satisfechos por las 40 medallas logradas por España superando las 31 de Río 2016 y las 36 de Tokio 2020-21. Entre ellos destaca el pacense Jorge Borba, que logró la plata con el equipo británico de baloncesto en silla de ruedas, uno de los deportes icono en las Paralimpiadas. Solo USA, y por escaso margen, superó a la tropa del Reino Unido de la que él forma parte en el staf técnico. También destacaron el cacereño 'Kini' Carrasco como entrenador del equipo de paratriatlón, la emeritense Sonia Molanes, 'team lider' en piragüismo, y el incombustible y también cacereño Laureano Gil, jefe de equipo de la natación.
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