Iñaki Alonso: «El objetivo es la permanencia, hay que ganar seis de las doce finales»
El técnico del Badajoz, que descarta dimitir, señala cierta «dispersión y falta de competitividad» de su plantilla en algunas fases
Este viernes Iñaki Alonso levantó una férrea veda que había articulado la planta noble durante meses. Hasta ahora, se transmitía que el Badajoz debía aspirar ... a todo, pero eludiendo mencionar el tabú del ascenso; incluso los futbolistas recibían la consigna de driblar esa cuestión para evitar meterse en jardines frondosos tras la famosa bravuconada de «somos el Real Madrid de la categoría» de Diego García que tantas ampollas levantó. De aquellos barros estos lodos, porque esa frase fue un boomerang que golpeó con virulencia.
Fuera tapujos y paños calientes, el técnico blanquinegro puso el cascabel a un gato al que se le agotan las vidas. «El objetivo es la permanencia exclusivamente», esgrimió con gravedad y contundencia. Y no se quedó ahí, porque el vestuario ha desempolvado una calculadora cuya pantalla aún refleja los números rojos de la pasada campaña, en la que no salieron las cuentas. «Quedan doce partidos, tenemos que ganar seis y conseguir algunos empates». Las cábalas empiezan a circular, conscientes de que la temporada se encamina a su tramo definitivo y los pacenses son incapaces de despegar para mirar con alivio la zona peligrosa de la tabla. «Quien no lo vea o esté preparado para afrontarlo, tendrá que dedicarse a otra cosa», sostuvo tajantemente.
Otra semana de reponerse, buscar explicaciones y mirarse a las caras. Tras el duelo del lunes, el martes fue un día de analizar hasta el paroxismo el partido ante el UD San Fernando para sacar conclusiones y ponerlas sobre la mesa. «Tenemos que ser un equipo más perro, mucho más competitivo». El técnico de Durango ha recurrido a todo el arsenal simbólico para zarandear a sus pupilos, que siguen mostrando una versión frágil en muchos tramos. «Les ponía el ejemplo de cuando tienes un hijo, como alguien atente contra él, como padre saltas, esto es lo mismo, es un club, un sentimiento, una responsabilidad y no vale con venir a entrenarse, exige compromiso».
A la hora de esclarecer la raíz del problema, el preparador vizcaíno echó la vista atrás para justificar que es un problema heredado y muy intrincado en el imaginario colectivo del grupo, «es algo que no viene con el míster actual, es algo que viene desde principio de temporada». De manera velada, rescataba la era David Tenorio que, curiosamente, coincidía en una de las lecturas, la necesidad de dominar las fases y saber interpretar los minipartidos que componen cada choque, un factor que está hundiendo al Badajoz sin remedio. Iñaki Alonso sostiene que su plantel es superior a sus rivales en el cómputo global, «pero hay una chispa de dispersión, falta de competitividad, de saber en qué estado estamos, de la situación que requiere el encuentro; nos desconectamos y eso nos penaliza». La conclusión no hace falta verbalizarla porque la clasificación habla por sí sola, pero reconoce que «no podemos obviar que los resultados son una castaña».
Aunque el tema que acaparó gran parte de las exhortaciones fue su dimisión, una posibilidad que descarta tras su único precedente cuando dirigía el filial del Alavés hace tres años «no lo vuelvo a hacer en mi vida», recalcó, «todos los proyectos pasan sus momentos jodidos como este y nosotros tenemos que sacarlo adelante y lo vamos a hacer». La Plataforma Sentimiento Blanquinegro fue explícita esta semana invitándole a dar un paso al lado y el técnico de Durango afirma empatizar con la afición, «es normal, la situación es muy jodida y desagradable, once partidos sin ganar, no tenemos resultados y se tiene que pronunciar». Aunque tiró de retrospectiva y cierta ironía para capear el temporal, «¿cuántos entrenadores han pasado por esta mesa?, ¿todos eran malos?». Se lamentó de la atmósfera tóxica que se respira desde su llegada y que ha difuminado y casi dejado en un segundo plano el aroma del césped. «Sabía que ser entrenador del Badajoz tiene mucha exposición y desde que he llegado, tanto en las ruedas de prensa de los viernes como en los pospartidos, me habría gustado hablar solo de fútbol, pero no ha sido así».
En esa fase de su comparecencia se atisbó cierto hartazgo pese a la amplitud de espalda que le otorgan las tablas en una dilatada carrera en los banquillos, «hablar... Lo que tenemos que hacer es hablar en el campo de una puñetera vez», concluyó.
La buena noticia es que este sábado, en la última sesión previa al duelo de este domingo (12.00 horas) en el Nuevo Vivero ante el Numancia, podrían estar todos disponibles, con la duda de Sandro, que sufrió un golpe en el anterior choque, al igual que Pablo Gálvez. Carlos Cinta se ha ejercitado de manera parcial y Samu Manchón ha completado una semana normal.
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