Un Cacereño más efectivo, pero otra vez frágil atrás
El Cacereño exhibe colmillo ofensivo ante el Getafe B, pero solo le sirve para sumar un punto porque de nuevo concede en defensa
No es precisamente un vergel ofensivo el Cacereño esta temporada, pero el pasado fin de semana se quitó el corsé, ajustó la mira telescópica y ... acertó con su objetivo hasta en tres ocasiones. Certeramente necesario. Es la segunda vez que el conjunto verdiblanco es capaz de marcar más de dos goles en toda la temporada (la anterior fue en el campo del San Fernando (2-3)), pero los réditos este domingo fueron escasos para el sobresfuerzo que supuso, especialmente teniendo en cuenta sus limitaciones en ataque. Porque las dianas de Iván, Viñuela y Télles sirvieron para arañar un agónico punto en el feudo del filial del Getafe B (3-3) en el 85.
Unas tablas no exentas de mérito por el rival que tenían delante, ya que solo dos equipos han ganado este curso en la Ciudad Deportiva Fernando Santos de la Hera y es el segundo mejor local del grupo 5 de Segunda RFEF. Pero también por cómo se produjo, remando contra el vendaval azulón de la primera parte que amenazaba con convertirse en una réplica del ciclón soriano que pasó por encima de los extremeños en el regreso de la competición tras el parón navideño. «Te vas al descanso con el 2-0 y pensando que estamos como el día del Numancia», se lamentaba Julio Cobos, técnico del Cacereño, al término del encuentro en referencia al 5-1 que encajaron en Los Pajaritos.
El conjunto que dirige Gabi metió una marcha más en los primeros 45 minutos, atropelló a su rival y puso tierra de por medio. «Han estado a un ritmo altísimo, era muy complicado pararlos, estaban muy rápidos, haciendo controles buenísimos. A medida que pasaban los minutos nos costaban las ayudas». Otra vez a remolque y en el peor de los escenarios posibles. Se mascaba la tragedia, porque en vanguardia no le sobran los recursos y en la retaguardia no es el equipo fiable de antaño. Pero esta vez no yació en la lona, apretó los puños y devolvió los golpes. «Hemos conseguido hacer el gol rápido, eso nos ha dado confianza y al Getafe B le ha creado ciertas dudas que hemos sabido aprovechar».
Noticia relacionada
Iván Breñé, una alternativa para el ataque del Cacereño
Más allá de retoques tácticos, el principal mensaje del técnico de Valdehornillos iba enfocado hacia que no se dejasen intimidar por el resultado. Y surtió efecto, porque a los cuatro minutos de la reanudación recortaron distancias y en el minuto 55 ya habían nivelado la contienda. Quedaba un mundo, para bien y para mal, y experimentaron ambas caras de la moneda. Porque tras haber hecho lo más difícil, se pegaron un tiro en el pie a algo más de 20 minutos para el final, cuando Keita aprovechó una indecisión de la zaga visitante. «Era un balón relativamente fácil, lo tocamos en el último momento, lo desviamos y nos hacen el tercero», narraba el preparador extremeño.
De nuevo a resetear y a ocupar la casilla de salida para alcanzar una escurridiza igualada que se le resistía. Pero cada vez quedaba menos tiempo. El Cacereño no se rindió y sacó petróleo de un balón largo impulsado por Robador desde campo propio que aprovechó Télles tras un rechace en el área pequeña. El jugador mexicano peinó el esférico en el origen de la acción antes de buscar con insistencia el remate y desataba el delirio en la parroquia verdiblanca. «El equipo ha tenido capacidad de reacción, hemos confiado hasta el final y hemos conseguido el empate», se congratulaba Julio Cobos, atribulado al mismo tiempo por la ambivalencia de las lecturas del choque: «Nos sabe mal porque hacer tres goles fuera de casa no es fácil y llevarse solo un punto...», decía, para en la misma frase poner luz sobre lo positivo, «nos tiene que reforzar». Eso sí, no hay que perder de vista las matemáticas y el Cacereño necesita sumar de tres en tres, «tenemos que ganar en casa este domingo, es donde nos tenemos que hacer fuertes; este punto será magnífico en ese caso».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión