El Cacereño desata la locura en la ciudad

El Príncipe Felipe va a vivir un lleno histórico dentro de diez días. Da igual el resultado que traiga el Cacereño de Estepona este domingo porque la afición cree en su equipo y no se quiere perder la gran cita del año. Ya lo demostró en la eliminatoria anterior con el Ávila donde ni el 2-0 de la ida amedentró a una ciudad volcada y creyente en la remontada. Y ese momento tan esperado llegará en pleno sábado de feria de San Fernando.

Para la final por el ascenso ya se pusieron a la venta las entradas para los dos partidos, tanto de ida como de vuelta, y se ha desatado una auténtica locura en la capital cacereña. En apenas unas horas se habían vendido unas 1.800 entradas para la vuelta en el Príncipe Felipe del sábado 31 de mayo (20.30 horas) y casi agotado las localidades de Tribuna. Eso en una mañana y sin saber lo que va a pasar en Estepona este domingo (21.00 horas). Pero poco importa porque el equipo de Cobos ha despertado la ilusión en Cáceres y calado en el corazón de sus paisanos. Por la tarde ya se habían superado las 2.000 entradas retiradas y el club verdiblanco ya trabaja para volver a colocar gradas supletorias como en la Copa ante el Atlético de Madrid o hace una semana en la memorable primera ronda por el ascenso frente al Ávila.

Las colas interminables durante todo este miércoles en la tienda oficial eran el reflejo de la pasión por el verde que se ha suscitado en la ciudad. Entre los fieles de toda la vida y los nuevos adeptos que se suben al carro en las grandes ocasiones. Y no solo por el playoff, pues este apoyo social empezó a brotar en un tramo final de liga inmaginable. En la carretera de Salamanca no dan crédito a esta avalancha verde. En Cáceres lo tienen claro. Pase lo que pase en Estepona, el ascenso se decidirá en el Príncipe Felipe. «Hemos confiado hasta el último segundo», suspiraba casi emocionado Julio Cobos tras eliminar al Ávila con un gol de Carrillo sobre la bocina. Y a esa fe se agarra el sentir de toda una ciudad para confiar en el ascenso.

Este año toca. Después de disputar tres playoffs en las últimas cuatro campañas tiene que ser. Desde su ascenso a Segunda RFEF en 2021 solo faltó a esta cita de las emociones fuertes la temporada pasada. En su primer curso en la cuarta categoría fue eliminado por el Teruel a las primeras de cambio y en la siguiente se quedó a las puertas sin llegar a perder. El Cacereño empató en ambos encuentros con el Recreativo de Huelva (0-0 y 1-1), que hizo valer el premio extra de mejor clasificado para subir a Primera RFEF. Ese factor lo tiene a favor ahora el Cacereño. «En la eliminatoria contra el Recreativo creo que también en el cómputo general fuimos mejores, pero a ellos les valía el resultado que nos ha valido a nosotros hoy. Aprender de eso y tratar de hacer una buena eliminatoria», recordaba Cobos el pasado domingo.

Algo grande se está cociendo en la ciudad con su centenario Cacereño. En las calles no se habla de otra cosa. Por fin, desde Cánovas a La Mejostilla pasando por Aguas Vivas o Aldea Moret, se mira al Príncipe Felipe. Son momentos felices para el club verdiblanco que después de este playoff va a ganar algo más que un ascenso. Un poso de sentimiento que va a perdurar tras una temporada de ensueño. «Conseguir lo que está consiguiendo el Cacereño es muy difícil», decía el vicepresidente Juan Miguel Olmeda. A golpe de gestas para el recuerdo ha ido conquistando el cariño de la ciudad. Carlos Ordóñez empezó desde su llegada sembrando la semilla y ahora recoge los frutos a una labor callada y cuidada que ha colocado al Cacereño como un proyecto serio, solvente, respetado y con el que ya se identifican sus paisanos.

Dentro de una semana, el Cacereño espera poner la traca final a la feria de San Fernando con un ascenso deseado. Sería el mejor fin de fiesta posible.

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