«Vamos a seguir el mismo camino que en el Brentford»

Pero las ideas más repetidas tanto por Crown como por Alejandro Pérez fueron «continuidad en el trabajo realizado hasta ahora», «máxima tranquilidad, máxima humildad y máxima continuidad», «el objetivo a corto plazo es el próximo partido», «nos proyectaremos poco a poco» y «no prometeremos nunca algo que no sabemos si podremos conseguir, sólo trabajar al máximo para que el club siga creciendo». La génesis de este nuevo discurso bebe demasiado de las formas con las que se presentó Mark Heffernan hace tres años y medio: nada de promesas de éxito, grandes inversiones y objetivos a corto plazo e insistiendo en el trabajo diario, el crecimiento sosegado y la fe en el método.

Pero más allá del método, sí anunció Crown la intención de la nueva propiedad de mejorar los campos de entrenamientos del club a corto plazo: «Ya hemos discutido la posibilidad de hacer mejoras tanto en el estadio como en los Campos de la Federación y hemos iniciado un análisis de cómo llevarlo a cabo. Hemos hablado de ello con el alcalde para mejorar las instalaciones. Pero no es un proceso sencillo, aunque sí tenemos experiencia en este tipo de cosas porque ya lo hemos hecho en el Brentford. Consideramos que el lugar de trabajo de los jugadores tiene que ser el mejor posible, para beneficiarlos, y ahí es donde nos enfocaremos primero».

Y mientras tanto, el propietario saliente se encontraba en los Campos de la Federación viendo entrenar al equipo de Sergi Guilló. Aparte de porque seguirá un año más como consultor de Matthew Benham en el club, porque Mark Heffernan está centrado en terminar su último proyecto intentando el ascenso de categoría. «Los primeros pasos a dar serán no dar ninguno, no hacer ningún cambio. Ahora mismo estamos enfocados en los últimos seis partidos que quedan, que ojalá sean más. Máximo soporte al cuerpo técnico y a los jugadores para obtener los mejores resultados. Calma hasta el final de temporada, sin hacer ningún movimiento y a partir de ahí, analizar la situación, aprender y cuando termine el año ya tomaremos las mejores decisiones», apremió Crown.

Porque como Paco Puertas en su día, Mark Heffernan no quiso restarle protagonismo en la presentación a la nueva propiedad, aunque tanto la nueva propiedad como Alejandro Pérez se acordaron de él: «Hay que darle las gracias por todo este proceso a Mark, que ha profesionalizado el club en todas las facetas en estos tres últimos años y medio. No solo en lo deportivo, sino también en el área de negocios. Le ha dado una vuelta de tuerca que ha sido dura, porque cuando uno intenta cambiar la cultura de club se encuentra con muchas piedras por el camino, y él siempre ha estado con nosotros. Y encima ha establecido una base financiera muy sólida», destacó Alejandro Pérez.

Aunque se ha despedido en las últimas horas del vestuario y los trabajadores, Heffernan seguirá muy apegado a la parte deportiva y seguirá viniendo a la ciudad. «Así que habrá tiempo para despedirlo como se merece y que él se pueda comunicar con la afición. Los motivos personales de la venta son personales, son suyos. Pero también hay otra razón: la de ofrecerle al club las mejores herramientas para que siga creciendo por el camino que él quería. Y quién mejor que las personas que han llevado al Brentford y al Midtjylland a donde los han llevado, dos clubes de los mejores gestionados del mundo».

«Nosotros creemos que podemos ayudar a que el proyecto de Mark en el Mérida crezca», se expresó el nuevo presidente emeritense. «Vamos a mantener la esencia y la identidad del club. Me ha sorprendido la gran similitud del Mérida con el Brentford que cogimos hace trece años: por categoría, por masa social… y apostamos por él hasta convertirlo en lo que es ahora. Hemos aprendido mucho en el camino y este aprendizaje lo intentaremos aplicar en el Mérida. La base sobre la que se apoya el club es excelente. No hemos detectado áreas a mejorar, lo que queremos es hacer una mejora genérica de todas las áreas. Y sí, compartimos la misma filosofía que Mark en cuanto al estilo de juego del equipo».

Además, para despedirse, Crown se atrevió a dirigirse al aficionado en castellano: «Es un placer estar aquí. El Mérida es un equipo histórico, no sólo en la región sino también en el fútbol español, y este es uno de los motivos que nos hizo decantarnos por venir. Queremos que confiéis en nosotros. Os daremos motivos con nuestro trabajo diario y con hechos. El proyecto continuará sobre las mismas bases que hasta ahora. No vamos a crear falsas expectativas ni vamos a prometer nada, solo trabajo y más trabajo para profesionalizar al club lo máximo posible. Se trata de un proyecto humilde, pero de crecimiento constante y por supuestos sin techo. Nada ni nadie nos va a poner límites. Trabajaremos por y para el Mérida desde este mismo momento».