Bonaque: «Bajamos los brazos demasiado rápido»
El capitán del Mérida reconoce la depresión del equipo durante el partido y Sergi Guilló aglutina las culpas para proteger a sus futbolistas
R. P.
Mérida
Lunes, 2 de diciembre 2024, 22:20
El Mérida recibió el pasado sábado en Valdebebas su derrota más abultada desde que se refundó en AD allá por 2013. De hecho, no ... encajaba seis goles desde la visita a Melilla el 9 de diciembre de 2007, con Fabri por entonces en el banquillo romano. Y sin embargo, el desagrado del aficionado no se asienta en el número de goles recibidos sino en la imagen que ofreció el equipo en gran parte de los minutos.
El Mérida de este último sábado se pareció al de hace un año ante el San Fernando (0-2) en el Romano, con aquella imagen de Ruano tirado en el banquillo; al del 5-1 de Villarrubia en febrero de 2020, que conllevó al cese de Diego Merino tres semanas antes del parón del fútbol por el Covid; al del baño del Badajoz de Juan Marrero (4-2) al por entonces equipo de Loren en 2018; o la imagen ante el colista Lorca (4-0) de esa misma temporada que se llevó por delante al propio Loren.
«Esa es tu opinión. Yo no lo catalogaría como un equipo sin alma», contestó Sergi Guilló el sábado en Valdebebas cuando le preguntaron tras el partido por la imagen de sus jugadores. El técnico del Mérida fue más duro con su vestuario tras empatar hace un mes en Alcorcón que tras caer goleado esta última jornada ante el filial del Real Madrid. Seguramente consciente de que su misión en esos momentos era minimizar el daño y no cargar más ante un grupo de futbolistas que acabó muy hundido.
«Me gustaría pedirle perdón a la afición porque no hemos estado a la altura», reconoció el capitán Bonaque, que jugó los últimos 35 minutos de partido. «Estoy aquí para dar la cara por el equipo, que está bastante tocado. Se nos ha complicado muy rápido el partido. A raíz de la expulsión, el equipo ha bajado demasiado rápido los brazos. Son chavales que dan siempre el máximo, que entrenan bien, que juegan bien… y hoy no se nos ha dado nada. Hemos fallado todos. Así que hay que ser responsables, dar la cara y seguir hacia adelante. Que los aficionados estén tranquilos porque vamos a seguir dando guerra».
«Fue clave que nos metieran un gol en la última jugada de la primera parte y luego otro al poco de comenzar la segunda mitad», reflexionó el técnico del Mérida tras el partido. «Eso te mata y te quita las pocas opciones que pudieras tener. Y de ahí esa impresión que se ha podido llevar la gente del equipo. Es muy difícil estar en esos momentos en el campo. Yo entiendo que el aficionado esté cabreado desde fuera, pero que las críticas las centren en mí y que defiendan a los jugadores».
«Pero yo prefiero perder un partido 6-0 que no seis partidos por 1-0», continuó Sergi Guilló. «Es un partido difícil de digerir, pero muy fácil de resetear. El equipo venía haciendo las cosas bien, así que no podemos perder el tiempo en pensar en las formas en la que hemos perdido. No voy a recriminar nada a mis jugadores. Me pongo yo como primer responsable de todo. Duele mucho el resultado y la imagen, estamos jodidos, pero a descansar para volver el martes».
No quiso justificar el resultado con las decisiones arbitrales, porque al fin y al cabo son seis goles, pero el Mérida sale perjudicado en las dos acciones que condicionan el partido: la expulsión de Luis Pareja en el 11 y el 1-0 madridista en el 35. La primera decisión es rigurosa y la segunda es fuera de juego no señalado. «Entiendo que, si lo toca, puede sacarle la tarjeta roja. Pero no es una roja tan evidente. No le voy a echar la culpa al árbitro, pero la decisión es clave porque el partido cambia a partir de ahí. Pero aún con diez, no podemos irnos con una derrota tan abultada».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión