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OPTA
Domingo, 24 de marzo 2019, 20:46
El Cáceres Patrimonio peleó hasta el final para lograr una victoria positiva hacia la permanencia y para maquillar el mal resultado en el partido clave ante el Prat, donde perdió estrepitosamente y se dio una imagen demasiado débil. En la mañana del domingo el Cáceres cambió radicalmente sus sensaciones saliendo desde el primer instante muy motivado y con el firme deseo de revertir su preocupante tendencia. Dio demasiadas facilidades en el juego interior, donde permitió que Bilbao reboteara una y otra vez pero lo compensó a golpe de coraje y de fe, que fue lo que permitió mandar el partido a la prórroga y jugarse el triunfo con un equipo notablemente de mayor calidad. Seis partidos restan de temporada y el objetivo se antoja tremendamente difícil pero en positivo si se contagia la actitud de este encuentro. Desde dentro del club aún sueñan con que la temporada que viene Cáceres siga teniendo sello de Oro.
El partido arrancó con un parcial muy favorable para los locales con mucho acierto en la línea de tres que les permitió irse en el marcador hasta un 13-2 que ponía en alerta al poderoso Bilbao Basket. La productividad del equipo de Roberto Blanco fue espectacular durante los primeros cinco minutos, donde firmaron 18 puntos en medio de una euforia desatada.
Cáceres
Mazurczak (9), Sapp (10), Chol (8), Rakocevic (13), Trist (9), -equipo inicial-, Konate, Corrales, Huff (11), Martínez, Parejo (14)
74
-
76
Bilbao Basket
Matulionis (4), Brown (18), Schreiner (5), Larsen (6), Demetrio (7), -equipo inicial-, Rigo, Cruz (5), Salgado (7), Martínez, Huertas (2), Lammers (22)
Parciales 22-13, 14-20, 9-13, 19-18 (10-12)
Árbitros Cañigueral, González y Aranzana. Eliminaron al visitante Matulionis.
Incidencias Pabellón Multiusos 'Ciudad de Cáceres'. 4.000 espectadores.
La grada lució como muy pocas veces lo ha hecho gracias a la solidaria campaña por la que 4.000 aficionados acompañaron al conjunto verdinegro en su deseo de salvar la categoría. Angelo Chol, muy activo en el juego interior, aportaba mientras que la dirección era responsabilidad de un Mazurczak líder. Sin embargo, 18 puntos en cinco minutos ante un equipo aspirante resultaba demasiado premio y en la segunda mitad del cuarto el partido retomó un camino más lógico, con menos capacidad en ataque y en el que Bilbao Basket aprovechó para reducir la desventaja hasta el 22-13 con el que se llegó al final del primer cuarto.
En el segundo acto el equipo vasco salió a escena más concienciado que en el primero y ajustó una defensa muy presionante que ponía en serias complicaciones al cuadro de Blanco, por lo que se ajustó el marcador pronto (22-19). Una canasta de tres puntos de Huff fue la primera de los locales después de casi cuatro minutos de juego. Bilbao Basket se mostraba muy serio en el ataque y en la pintura todos intentaban ayudar en el rebote ofensivo, lo que le permitía segundas y terceras opciones condicionando notablemente el devenir del juego. Un triple de Schreiner puso en tablas con el 27-27. Entonces llegaría el momento de Nico Rakocevic que cogió el timón en ataque para mantener la ventaja que había disfrutado su equipo durante toda la primera parte. Un triple suyo ponía un 35-31 que dejaba claro que los cacereños no iban a tirar la toalla a pesar de la entidad del rival.
Así se llegaría al descanso con un 36-33 y todo pendiente de una segunda parte en la que el cuadro de Álex Mumbrú salió mucho más concentrado, poniéndose por delante en el marcado por primera vez desde el 0-2 en 36-37. El parcial de 0-8 en dos minutos obligó a Blanco a parar el encuentro con 36-41 en el marcador. En los primeros cinco minutos de partido el Cáceres había firmado 18 puntos pero en los siguientes 15 anotó únicamente 20. Fue una fase de mucho desacierto general y el Cáceres, tirando más de pundonor que de acierto, se mantenía colgado al partido con un 45-46 que dejaba todo pendiente.
En el último cuarto Parejo quiso el protagonismo y con dos aciertos desde la línea de tres ponía en pie a un Multiusos que creía en la victoria. Pero un atasco en ataque de los cacereños en uno de los momentos más determinantes permitió al Bilbao Basket mantener la distancia con el 51-58 a falta de 4:20. Bilbao repetía una y otra vez la misma jugada que se le atragantaba a los locales, con desajustes y pocas ayudas debajo del aro. Un 57-62 a falta de dos minutos parecía poner todo bastante difícil. Pero una acción de 3+1 de Parejo permitía soñar poniendo un 61-64 alentador. Tuvo que ser de nuevo desde la línea de 6.75 desde donde llegaría el empate a 64 tras un tripe de Rakocevic. Con eso el partido se tuvo que ir a la prórroga.
La salida del Bilbao Basket en este momento decisivo fue un vendaval sin que los cacereños fueran capaces de anotar un punto. Dos triples de Brown ponían un 64-76 con el que parecía que el partido estaba definitivamente muerto. En el arreón final a la desesperada de los cacereños fueron capaces de ponerle emoción a un partido que no se decidió hasta el último segundo con un parcial muy favorable pero que no fue suficiente para haber logrado la machada.
El entrenador del Cáceres valoró el choque diciendo que fue «un partido muy duro y disputado, con alternancia en el marcador, donde había un equipo con mucha necesidad y otro con el potencial del Bilbao Basket. Al final hemos llegado un poco escasos de fuerza para haber conseguido la victoria. En los primeros minutos nos salieron las cosas y teníamos las ideas claras, lo que nos dio un poco de aire pero estaba claro que Bilbao llegaría a coger el ritmo. Hemos permitido muchas canastas fáciles y hemos tenido despistes en defensa pero hemos tratado de corregirlos. Lo hemos intentando en un acto de fe y empujados por un público enorme en el día de hoy. Al último cuarto hemos llegado más agresivos y hemos tenido la oportunidad de empatar el partido, apareciendo los jugadores que tenían que aparecer pero en la prórroga se notó las largas rotaciones que habíamos hecho y el cansancio y nos entraron las dudas. Hemos estado luchando hasta el último segundo».
Sobre la situación del equipo y las opciones de permanencia afirmó: «Tenemos un cálculo aproximado de las victorias que necesitamos para poder salvarnos pero no queremos meternos más presión, ya lo único que nos queda es ganar el siguiente. Yo estoy con fuerza aunque últimamente más serio pero es normal. No podemos hablar todo el tiempo del partido de Prat».
Por su parte, Álex Mumbrú, entrenador del Bilbao, analizó que la diferencia «claramente ha estado en el juego interior, habiendo sumado 16 rebotes más, lo que habla bien del equipo»
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