Un Cáceres menos exuberante, pero más rocoso
Los verdinegros rompen su inercia ante el Betis gracias a un trabajo defensivo coral que por fin da sus frutos
El Cáceres necesitaba ganar, romper la racha negativa, un refuerzo de confianza y ver reflejado en el luminoso un abnegado trabajo defensivo machacado hasta la saciedad en los entrenos pero que no terminaba de materializarse en el parqué en los momentos claves. Y sobre esa vertiente sacó mucho pecho el técnico Roberto Blanco en su comparecencia de prensa tras el triunfo (64-61) frente al Betis en el Multiusos el viernes. Apreció ronco, casi afónico, serio pese al alivio clasificatorio. «Las cosas van por dentro, lo importante es la victoria y que el equipo crea en sí mismo y trabaje».
Su discurso fue un monográfico sobre las virtudes en la contención de un equipo que se estaba acostumbrando peligrosamente a ser muy castigado atrás. No en vano, es el segundo conjunto con peores estadísticas en ese sentido, solo superado por el Castelló. «Nos están metiendo casi 90 puntos por partido y hoy han sido 61, esa es la clave y la línea a seguir». De ahí que fuera tan importante que por fin los verdinegros lograran controlar el caudal de recursos de un rival muy reforzado, un objetivo que se atragantó en los primeros compases, aunque no afectó al plan global. «Estaba funcionando una de las partes en las que habíamos focalizado sobre el juego interior, cargando de faltas a sus jugadores. A pesar del 1-11, eso lo teníamos controlado y a partir de ahí nos metimos en el partido».
La inspiración no se extrapoló a la otra canasta, con una producción más contenida y menos exuberante que en otras ocasiones, «no hemos conseguido correr para ese juego alegre y encontrar tiros liberados, pero el equipo ha seguido creyendo». El técnico placentino es consciente de que a nivel del espectador el choque ha sido menos vistoso, «nadie se habrá divertido mucho con nuestro juego ofensivo, pero seguro que se van más contentos que la semana pasada».
Aunque era primordial revertir la situación, aún lo era más dar un giro en la tendencia e implementar la vertiente anímica, en la que percibía una rémora muy acusada. «Libera un poquito a los jugadores y los desbloquea. Lo tienen muy metido en la cabeza pero no les estaba saliendo, nos estábamos deprimiendo en situaciones de juego que con dar un paso al frente lo tendríamos más controlado».
En cuanto al debut de Ashley Hamilton, reconoce que aportará mucho más, pero se mostró satisfecho por su rendimiento teniendo en cuenta que desde agosto no compite. «Ha sido capaz de jugar cinco minutos seguidos, me parece una barbaridad, y ha defendido la última jugada. Nos va a dar en ataque, va a meter esos tiros liberados y va a jugar al poste».
