La gira más friki de Bob Dylan
Pioneros.Se cumplen 50 años del primer concierto de 'Rolling Thunder Revue', histórica tournée por pequeños recintos norteamericanos
Joseba Martín
Sábado, 1 de noviembre 2025, 01:00
Es jueves, 30 de octubre de 1975, un día frío y lluvioso en la pequeña ciudad de Plymouth, Massachusetts, allí donde desembarcaron en 1620 los ... peregrinos ingleses del Mayflower. El dramaturgo y guionista Sam Shepard, aún no demasiado conocido, ha salido del hotel para comprar unas botas de agua. Pregunta a las dependientas si van a ir al concierto de esa noche en el vetusto auditorio del War Memorial; «Actúan Bob Dylan y Joan Baez», les dice. Las chicas responden que no tienen entradas, «ni siquiera conocemos a esos artistas», añaden. En su libro de 1977 'Rolling Thunder: con Bob Dylan en la carretera' Shepard define a Plymouth como una 'ciudad donut', donde el centro en estado de semiabandono, casi vacío, se rinde a unos florecientes suburbios. «Es el lugar que quieres abandonar en el instante en que te das cuenta de que has nacido allí», sentencia. El recinto cuenta con un aforo de 1.800 personas, y las entradas, a 7,50 dólares, se han agotado poco a poco gracias a los voluntarios que días antes han repartido panfletos en mano.
Es el primer concierto de una gira que Bob Dylan quería hacer de manera diferente, tras la del año anterior con The Band: una especie de revista de unas tres horas de duración por pequeños recintos, menos público y más cercano, «el ambiente en las salas pequeñas es más propicio para lo que hacemos», decía Dylan, y donde, además de una banda de base, hay diferentes solistas, incluido el poeta Allen Ginsberg, pieza clave de la generación beat y la contracultura. Era el único de la troupe de más de 40 años; el resto eran treintañeros experimentados o más jóvenes, con muchas ganas de diversión. La gira llevaba el nombre de 'Rolling Thunder Revue', la Revista del Trueno Rodante.
«En su sala de estar»
En los meses previos Dylan invitaba a la excursión a quienes encontraba en los clubes de folk del Greenwich Village en los locales de ensayo o el estudio E de Columbia Records donde estaba terminando 'Desire'. El lunes 27 de octubre los tres autobuses fletados se concentran a primera hora en el hotel Gramercy Park de Manhattan; para entonces Dylan llevaba ya unas horas al volante de su gran autocaravana. Los ensayos finales se hicieron en las pistas cubiertas de tenis del Hotel Seacrest, a media hora de Plymouth. Y así llegó el gran momento, relatado con detalle en el número del 4 de diciembre de 1975 de 'Rolling Stone' con la firma de Larry 'Ratso' Sloman, único periodista musical acreditado; suyo es el libro 'On the road with Bob Dylan' (1978).
«Bienvenidos a su sala de estar», anunció el guitarrista Bob Neuwirth en el escenario, y era cierto: una gran alfombra, sofás y lámparas Tiffany adornaban el escenario. Cuenta Sloman que tras el set de cuatro canciones de Ramlin' Jack Elliott, Bob Neuwirth presentó a «otro viejo amigo» y Dylan subió al escenario con una chaqueta de cuero negra, vaqueros y el sombrero de la película de Pat Garrett. Ambos arrancaron con una nueva canción: 'When I Paint My Masterpiece'. También se estrenaron aquella noche, con la violinista Scarlet Rivera en estado de gracia, 'Romance in Durango', 'Isis' (con Dylan a capella), 'Oh Sister', 'Sara', 'One More Cup of Coffee' y 'Hurricane', canción estelar del inminente 'Desire' sobre Rubin Carter, boxeador condenado injustamente a tres cadenas perpetuas por asesinato y que «una vez pudo haber sido campeón del mundo». También recuperó, a veces con Joan Baez, clásicos como 'The Times They Are A-Changin', 'Mr. Tambourine Man' o 'A Hard Rain's A-Gonna Fall'; 'Blowin' in the wind' aparecería en el cuarto concierto. Joan Baez, por su parte, hizo sola siete canciones, incluidas 'Diamonds & Rust' y 'Oh Happy Day', y acompañó a Roger McGuinn en 'The Night They Drove Old Dixie Down' de The Band. Los 18 músicos se despidieron con 'This Land Is Your Land', himno de Woody Guthrie, y el público respondió con una ovación de diez minutos en pie.
Al día siguiente, noche de Halloween, la troupe actuó de nuevo en Plymouth, con todo vendido y repertorio diferente. Ese fue el comienzo de esta peculiar y ecléctica gira de Dylan con 57 actuaciones, que recorrería Nueva Inglaterra, Canadá y Nueva York en otoño para continuar en primavera por Florida, Luisiana, Oklahoma o Texas. Dylan estaba en un momento dulce y muy efusivo, cantando como nunca y disfrutando de viejos amigos y recién llegados, en un ambiente donde la marihuana era habitual motor de creatividad y buen rollo.
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