El amor de la amistad
Kallifatides rinde un emocionado homenaje a la complicidad entre un hombre y una mujer que sobrevive a pasiones y separaciones
María Bengoa
Sábado, 1 de noviembre 2025, 01:00
En este relato sobre la controvertida amistad hombre-mujer que suscita curiosidad desde los primeros párrafos, el pensamiento se desliza por las páginas en un ... soliloquio no pronunciado. De camino a casa, tras el funeral de su amiga Olga, el ya reconocido autor Theodor Kallifatides decide escribir un libro sobre ella. En su juventud, cuando tomó la disparatada decisión de escribir en sueco –idioma en el que vive y ha concebido casi toda su obra desde hace sesenta años– compartió con Olga su experiencia de inmigrante en Suecia. Duda si regresar a su patria, pero siente que escribir sobre su amiga es una forma de no dejarla sola sepultada en tierra extraña. El relato memorialístico le lleva a pensar lo fácil que resulta «encontrar con el tiempo conexiones entre sucesos que en un principio considerábamos independientes por completo».
De ese intento consolador saldrá este mosaico literario «aunque sea con una construcción débil sujeta a volteretas e interpretaciones». Sin embargo, no hay nada en esas volteretas que nos distraiga de la magia que arrastra nuestra atención lectora. A eso ayuda la característica sencillez de la prosa del escritor y el talento para seleccionar qué cuenta, como si en su fluido relato las acciones presentes y pasadas; los encuentros con amistades suecas y los viajes a la Grecia de la infancia; los padres, los hijos y hermanos; la acción y el monólogo interior… no necesitaran más transición ni estructura que la medida de las facultades del autor para arrastrarnos en su propuesta. Calafatea aquel que pone brea en barcas y navíos; ahí está la etimología del apellido de este reconocido escritor. El caso es que Kallifatides nos invita a navegar como un experto y nos dejamos seducir.
Cuando la enfermedad de Olga irrumpe inesperada, el escritor apuesta porque esta mujer fuerte y valiosa la superará, pero no va a ser así.«Aquella mujer a quien amar, solo jugándose la vida», de la que en su juventud se protegió esquivando su campo de fuerza y al enjambre de hombres que se apretujaban por conseguir su favor, morirá antes que él. «Nacer como ser humano es sencillamente una operación perdedora», hasta los más fuertes mueren. Que nadie piense que estamos ante un libro triste, compartimos el mundo sueco y griego del autor contagiados por la vitalidad envolvente de su amiga. Tal vez persuadidos de la posibilidad de que los errores de juventud se expliquen con la sabiduría de la vejez. O atentos a aprender el grado de intimidad que se puede alcanzar sin ser una pareja, como estos protagonistas: «cuando ya no éramos amantes, sino algo más valioso». La amistad contada desde la distancia de la lengua materna y el desarraigo por alguien que ha encontrado su manera de vivir escribiendo.
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