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¿Qué ha pasado hoy, 27 de marzo, en Extremadura?
Bernardina de Ginés Marín al segundo de la tarde. :: J.V. ARNELAS- VÍDEO:: MARTA MUÑOZ
Orejas de peso en una difícil novillada de Fernando Peña en el coso de Pardaleras

Orejas de peso en una difícil novillada de Fernando Peña en el coso de Pardaleras

Posada de Maravillas cortó oreja y oreja, Ginés Marín desorejó al primero de su lote y Carballo obtuvo un trofeo de cada uno de sus enemigos

PEPE ORANTOS

Viernes, 26 de junio 2015, 07:24

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Hace ahora veinte años que un spot publicitario trataba de hacer ver a millones de televidentes que el coche que anunciaba iba directamente dirigido a una nueva generación de 'Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados'. En su día fueron muchos los que se subieron a carro del eslogan y nos encontrábamos con 'JASP' en todos los ámbitos profesionales, culturales e incluso deportivos.

FICHA DEL FESTEJO

  • Toros.

  • Seis novillos de Fernando Peña bien presentados, con fondo y sin dar facilidades para la lidia.

  • Toreros. Posada de Maravillas (oreja y oreja). Ginés Marín (dos orejas y saludo). Juan Carlos Carballo (oreja y oreja).

  • Plaza.

  • Segundo festejo de la feria de San Juan de Badajoz. Un cuarto de entrada en tarde calurosa.

Dos décadas después, la plaza de toros de Badajoz ha comprobado cómo lo más granado de la joven generación de novilleros de su escuela taurina se encuentra sobradamente preparada para despachar una novillada como la que ha mandado la ganadería de Fernando Peña al coso de Pardaleras.

Bien presentada, noble en casi todos sus ejemplares y no escasa de fondo, la novillada pidió el carnet de novillero con caballos a cada uno de los espadas que comparecieron ayer sobre el ruedo de la capital pacense.

Regreso de Posada

Volvía Juan Luis Ambel a su plaza, dos años después de su última comparecencia en la feria de 2013, con la madurez que le ha conferido todo lo que le ha pasado en ese tiempo y recibió por verónicas a 'Entuerto', a quien galleó por chicuelinas hasta llevarle al caballo y aplicó un quite por delantales en el que volvió a mostrar el dominio de los vuelos de su capote.

Pinturero como siempre, inició la faena con la muleta recogida en su brazo izquierdo, cual cartucho de pescado, para comprobar de inmediato que el pitón izquierdo no era el que le iba a proporcionar el triunfo ante ese astado. Dos tandas por la derecha mostraron todo lo que podía ofrecer 'Entuerto', que entregaba sus embestidas a regañadientes protestando cada vez que se topaba con la franela. Un intento de circular por la izquierda, varios ayudados por alto y unas trincherillas remataron una faena cerrada con una estocada entera, algo trasera, que le valió una oreja.

Al poso y la experiencia de Posada respondió Ginés Marín con su insultante juventud y un saludo capotero por verónicas a pies juntos que cautivaron a los escasamente poblados tendidos de la plaza de Badajoz, que también supieron reconocer a su cuadrilla, formada por Pedro Roldán, Javier Ambel y Manu Izquierdo, a quienes obligó a desmonterarse.

Inició la faena Marín por estatuarios sin enmendarse para acabar echándose la muleta a la mano izquierda e instrumentar un par de tandas que demostraron del mismo modo la nobleza del animal y sus contadas fuerzas. Por la derecha el de Fernando Peña perdió enseguida las manos, pero el oliventino consiguió estructurar la faena a base de muletazos sueltos. Agotado el novillo, Ginés acortó las distancias y sacó un par de derechazos de méritos que condujeron a una tanda de bernardinas con las que lo dejó listo para la muerte. Una estocada seguida de un fallido puntillazo concluyeron en la concesión de dos orejas para el novillero de la casa.

Portagayola de espaldas

Aunque éramos pocos en la plaza, estoy convencido de que todos habíamos oído hablar de la famosa portagayola de espaldas de Carballo, aunque pocos pudiéramos pensar que se atreviera a ejecutarla en su presentación en el coso de Pardaleras. Sin embargo, llegado su turno, el menudo novillero de Valencia de Alcántara se encaminó a la puerta de toriles, echó su capote a la espalda y clavó sus rodillas en el albero de cara a la presidencia y la cabeza girada para ver por dónde venía su enemigo. El novillo hizo por él y al cacereño no le quedó más remedio que echar cuerpo a tierra para evitar una segura cogida. Felizmente repuesto, prosiguió con el saludo por verónicas que remató con una larga cambiada de rodillas. Inició la faena de muleta con la mano derecha, aunque rápidamente comprobó que por ambos pitones el novillo concluía las embestidas con la cara arriba, por lo que se vio obligado a mantener la franela a media altura y arrancar los muletazos uno a uno hasta lograr la ovación del público.

El manso de Fernando Peña buscó las tablas con fruición y fue muy cerca de estas donde Carballo se vio obligado a buscarle la muerte de una estocada entera. A pesar de que el puntillero necesitó cinco intentos para darle el pasaporte definitivo al astado, el presidente acabó concediendo un trofeo al valentino.

El segundo de Posada de Maravillas mostró muy pronto en el capote que podía ser el mejor ejemplar de la tarde. El inicio de la faena de muleta con ayudados por alto precedió a dos naturales de mucho mérito que cerró con un pase de pecho con la izquierda. Sin embargo, fue con la derecha cuando arrancó los olés más sentidos del público pacense que precedieron a los muletazos que, de uno en uno, fue consiguiendo arrancarle al de Fernando Peña. Una estocada algo tendida fue suficiente para que el astado doblara y Posada de Maravillas volviera a salir a hombros de su plaza de toros.

Al quinto de la tarde lo recibió Ginés Marín por verónicas y lo colocó en el caballo por chicuelinas, pero pronto pudo comprobar que no iba a prestarse a su lucimiento y que a pesar de que derrochó mucha de su técnica al intentar torearlo por abajo, sólo pudo sacarle muletazos sueltos por ambos pitones. Acortó las distancias el oliventino y surgió el temple en varios naturales a los sones de Nerva.

Tres pinchazos, una estocada y dos avisos impidieron que Ginés Marín concluyera su actuación con algo más que una ovación desde el tercio.

En el novillo que cerraba plaza, Carballo volvió a irse a portagayola, aunque esta vez lo hizo de pie y de frente a la puerta de toriles, sin más consecuencias que algunos lances fallidos con el capote.

Mostró poco celo en los capotes el sexto de la tarde, que acudió con fuerza al caballo para proporcionar una de las ovaciones de la tarde para el picador casareño José María Borella. Carballo comenzó la faena de muleta con la mano de derecha con decisión, hasta que 'Ocelote' que así se llamaba su último enemigo, decidió defenderse a base de derrotes y gañafones que a punto estuvieron de costarle un disgusto al de Valencia de Alcántara. Muletazos sueltos y un par de tandas cuando acortó las distancias precedieron a una serie de manoletinas con las que cerró su actuación antes de cobrar una buena estocada que mandó sin remedio al animal al piso.

Una oreja para Carballo y otra bronca para la presidencia por no conceder una segunda sirvieron de epílogo a una tarde entretenida en la que novilleros y novillos compitieron por la supremacía sobre el ruedo del coso de Pardaleras.

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