La solución anunciada ahora para abastecer Cáceres ya se descartó hace casi dos décadas

El abastecimiento es un dolor de cabeza para Cáceres y viene siendo así desde hace años. El problema es que no solo no da con una solución definitiva al mismo sino que ni siquiera ha definido cuál quiere. La última, confirmada desde el Ministerio para la Transición Ecológica, y detallada en parte por el alcalde, Luis Salaya, consiste en una toma en el interior de las aguas del embalse de Alcántara desde donde a través de una conducción de tuberías se hará llegar hasta la capital cacereña. No hay fechas definidas, aunque varios dirigentes socialistas han destacado que será «inminente». En esencia, es una de las opciones que ya se descartaron hace ya casi dos décadas, justo cuando la presa del Almonte cayó el desgracia por cuestiones medioambientales.

«Dudo mucho que bajar las bombas a la cota 180 sea una alternativa al fallido y costoso trasvase de Portaje. Ahora los técnicos de la Confederación del Tajo, seguramente los mismos que con sus informes avalaron el proyecto de Portaje, dicen que la alternativa es bajar las bombas de extracción». En esos términos se expresó el exconcejal socialista Miguel López, responsable de Infraestructuras en el Gobierno de Carmen Heras (2007-2011) sobre el 'nuevo' proyecto. «Lamentablemente seguiremos hablando durante tiempo de los problemas de abastecimiento», vaticina en sus redes sociales un exdirigente al que ya le tocó vivir el problema en su día. La realidad es que los siguientes alcaldes y concejales de área han pasado por la misma situación. Salaya ha sido prudente y no ha querido entrar en más detalles sobre los plazos. Su responsable de Infraestructuras, Andrés Licerán, sí ha recordado que este tipo de obras llevan su tiempo.

Mientras se define la alternativa, se redacta el proyecto, se licita y se adjudica la obra, si se llega a ese punto, pasarán años. El Ministerio para la Transición Ecológica confirmó a HOY que se requieren al menos 10 millones de euros. Saldrían de los presupuestos estatales.

La otra parte es la relativa a Portaje, un fiasco de 60 millones que quedan bajo tierra, con un capital de dinero público dilapidado sobre el que los concejales no adscritos, Francisco Alcántara y Mar Díaz, piden cuentas en el pleno de hoy en el Consistorio. Ya se ha tratado más veces el mismo problema. La última vez con la intervención de un particular que pidió la palabra en febrero para recordar que seguíamos sin solución a la vista. En 2013, el pleno ya acordó reclamar lo mismo que se pide hoy: una solución al suministro. El Guadiloba está por debajo del 35%.

Lo llamativo es que la alternativa definida ahora es en esencia una de las ya descartadas. El proyecto de Portaje cuenta con 68 páginas y está firmado por el jefe de proyectos y obras de la CHT en 2006. «Es un proyecto viable desde el punto de vista técnico, económico, ambiental y social», afirma textualmente. El documento lleva la rúbrica de Álvaro Martínez Dietta y reseña sobre la alternativa de Alcántara que «la calidad del agua es no recomendable para el abastecimiento». Tras descartarse la presa en el Almonte, la CHT llegó a sugerir que si se requería traer el agua a Cáceres desde Alcántara podría necesitarse instalar una desaladora. «Finalmente contamos con una solución estable para solucionar definitivamente los problemas de suministro para muchas generaciones futuras», vino a decir el alcalde hace unos días sobre el nuevo trasvase. La parte positiva es que aprovecharía 20 kilómetros de canalizaciones ya construidas de Portaje cuya obra se presupuestó en 2005 en 61,19 millones.

«Están tomando el pelo a Cáceres», se dijo desde el Ayuntamiento en 2004 tras conocerse que no habría presa en el Almonte. Al Consistorio, gobernado por el PP, no le convencía ninguna de las alternativas planteadas: Portaje, Alcántara ni el Salor. Se estimó que el coste de traer el agua con una bajada hasta la cota 180 de las bombas en Alcántara sería de 35 millones.

Ahora se ahorraría parte de la conducción, ya ejecutada. Los informes municipales de entonces ya advirtieron de los derechos de explotación eléctrica que tiene Iberdrola y de que se trata de agua de peor calidad. Se descartó la opción y se eligió Portaje, sobre la que Francisco Plaza, jefe de Infraestructuras, fue claro en 2007: «Técnicamente no es la mejor solución. No es lógico irse a 80 kilómetros» para bombear agua hasta Cáceres, dijo. Lo que pasó luego ya es conocido.