Los negocios de Santiago celebran el proyecto hotelero de lujo del Palacio de Godoy
El colectivo vecinal muestra su preocupación por los problemas de aparcamiento y tráfico que puede generar
«Había quienes pensaban que aquí no se llegaría a construir un hotel de cinco estrellas, pero yo he visto desde el primer día como los técnicos han venido al edificio y han realizado mediciones». Así se refiere Guadalupe Martín al escepticismo con el que una parte del vecindario de Santiago se tomó el anuncio del grupo inversor de Fernando Palazuelo en el Palacio de Godoy.
Más de dos años después y con pandemia de por medio, los promotores tienen listo y están a punto de presentar el proyecto básico del hotel de cinco estrellas, como avanzó ayer HOY.
Guadalupe, que regenta el popular autoservicio Jiménez Martín, no titubea sobre su postura frente al desembarco del lujoso establecimiento en este castizo barrio: «Prefiero ver un edificio con vida a cerrado, que se acaba cayendo y es una pena», afirma la comerciante, que ha cumplido 21 años en la centenaria tienda que heredó de su suegra.
«A mí me viene bien, pero es que además de darle vida al barrio van a desaparecer muchos de los problemas que acarrea», sostiene Martín en alusión a los conflictos de convivencia por la presencia de toxicómanos o grupos de personas que se reúnen en el entorno de la plazuela de Santiago a beber alcohol.
Raúl Moreno es vecino de Tenerías y responsable del clásico bar Micro de la avenida de San Blas. Como propietario de otro establecimiento piensa que el hotel le dará «caché» a la plaza de Santiago. «Creo que va a revitalizar la zona y será bueno tanto para los negocios como para el turismo, incluso para dar a conocer una ciudad histórica como Cáceres, como ya pasó con Atrio», opina el hostelero.
«Esto está muerto y se va a invertir un dineral; lo veo muy bien por los puestos de trabajo que puede crear»
antos Cámara, Vecino
«Le va a dar caché a la plaza de Santiago y será bueno tanto para los negocios como para el turismo»
Raúl Moreno, Hostelero
En Gabriel Mostazo, en la plaza del Duque, Gema Hurtado coincide con los dos empresarios en lo beneficioso del hotel para el sector turístico. «En la tienda nos interesa todo lo que sea turismo. Y renovar edificios para que tengan mejor aspecto y se genere empleo, bienvenido sea», apunta Hurtado, que aclara que como residente «entiende» a aquellos vecinos que lo miran con recelo.
Santos Cámara es inquilino de uno de los dos edificios anexos al palacio que se van a incorporar al proyecto, en la esquina de Godoy con Zapatería. El dueño de la propiedad ya le ha comunicado que tiene que abandonar su vivienda, pero no sabe cuándo.
«Me instalaré en otro piso suyo, ya he anticipado la fianza», señala Santos, que está a favor de la intervención en el caserón. «Esto está muerto y se va a invertir un dineral, aunque no se puede tocar nada de la fachada ni de la estructura interior. Pero lo veo muy bien por los puestos de trabajo que puede crear», manifiesta este residente nacido en Santiago.
Precisamente, la sociedad promotora está en conversaciones con instituciones de formación extremeñas para emplear principalmente a población local. La intención es crear equipos especializados en el servicio que quieren dar, teniendo en cuenta el selecto público potencial del hotel. Apuntan a una clientela norteamericana y asiática, aspecto que, según Palazuelo, «va transformar los negocios del centro histórico poniendo en valor los productos de gran calidad extremeños».
Desconfianza
Este último movimiento de avance del proyecto, lejos de ser aplaudido por el colectivo vecinal de Santiago, ha generado «desconfianza e inquietud» en el grupo de «vecinificación» de la asociación Ciudad Monumental, que critica que no se han tenido en cuenta las necesidades y demandas del barrio, como viviendas sociales, guardería, centro de día, aparcamientos o una ordenanza que evite la «saturación» de la zona de alojamientos turísticos.
El grupo cuestiona el cambio de uso dotacional a hotelero del inmueble y se pregunta si se respetarán las «correspondientes» cesiones a la administración por el «incremento del aprovechamiento urbanístico de la parcela al pasar a tener usos lucrativos».
A su vez, expresa las «preocupaciones» del barrio en cuanto a los aparcamientos para clientes, la carga y descarga del hotel o el «problema» del tráfico rodado en la zona, «con calles de doble sentido imposibles», indica.
Los promotores, por su parte, están dispuestos a ejercer de «altavoz» ante las administraciones para canalizar las ideas de «todos» a fin de mejorar el entorno. «Nos encantaría ser el primer vecino del barrio, preocupado siempre por mejorar la seguridad, la limpieza, el ornato de las fachadas, las zonas verdes, la regulación del tráfico y los aparcamientos», declara Palazuelo, que considera que el encanto de Santiago radica en su carácter popular, «donde conviven pequeños negocios como el de Guadalupe Martín, con vecinos de toda la vida».
El empresario destaca el apoyo «fundamental» de la Junta de Extremadura y del Ayuntamiento para que se animaran a desarrollar el proyecto en Cáceres. «Han sido varios años de muchas consultas y estudios, donde excelentes profesionales han puesto su conocimiento técnico para que podamos hacerlo realidad».