Pedro Pastor
Inaugura este viernes el ciclo de conciertos veraniegos de la Diputación en la ciudad, que arranca este viernes y cuenta con seis citas
Pedro Pastor (Madrid, 1994), vuelve a Cáceres. El cantautor inaugura este viernes a las 22.30 los conciertos del Museo Pedrilla, que ofrecen ... un sustancioso programa con seis actuaciones todos los viernes hasta el 22 de agosto, organizado por la Diputación de Cáceres. Además de Pastor integran el cartel Balkan Paradise Orchestra, Teresa Salgueiro, Travis Birds, Yerai Cortés y Mayte Martín. Pastor, que actúa con su banda 'Los locos descalzos' desde hace 10 años, ofrecerá un repaso de todas sus canciones y se hará varios temas con su padre, Luis Pastor, que vive en Cabañas del Castillo, en plenas Villuercas, desde hace dos años.
–Vuelve a Cáceres, que no deja de ser su tierra.
–Claro, yo soy de una ciudad periférica de Madrid, que es Rivas, y nunca he tenido un sentimiento muy arraigado con Madrid, pero he profundizado en mis raíces y siento ese cordón umbilical con la tierra de mis antepasados: Canarias y Extremadura son la tierra de madre y de mi padre, y específicamente Cáceres, las Villuercas, es la tierra donde mi viejo nació. Cáceres ha sido una de las primeras plazas en las que me presenté y es una de las ciudades en las que más cariño me tienen. Los conciertos del Pedrilla son para mí uno de los mejores escenarios para tocar en toda Extremadura junto al teatro de Mérida.
–Y hay verdaderos fieles a esta cita, muchas personas que van sí o sí y se dejan sorprender.
–Son conciertos populares y con una programación muy diversa que hace que la gente que tenga que pasar el verano en la ciudad pueda disfrutar. Cáceres lleva muchos años de Womad, lo que le ha dado una importante educación musical para admirar y disfrutar de ese tipo de programación. Es un cartel muy bueno, hay músicos muy interesantes.
–¿Y en concreto cómo va a ser este concierto?
–Va a ser precioso porque lo merece, venimos en un estado de forma muy bueno, estamos haciendo una gira de verano muy potente. Va a estar Luis y venimos en contexto de despedida de este disco, cantamos muchas canciones de 'Escorpiano' y de los anteriores trabajos, porque nosotros tenemos cinco discos de estudio. El concierto pasa por muchas etapas porque tiene momentos profundos, reflexivos, políticos y también hay momentos muy bailables. El anterior concierto en el que actuamos en el Pedrilla terminó todo el mundo bailando. Es algo que forma parte de nuestra identidad.
«Hemos vendido nuestros espacios de ocio a fondos extranjeros a los que no les interesa nada la cultura»
–Seguro que suena 'Sapiens', que ha sido todo un pelotazo y es muy animada.
–Es verdad que tiene como un tono humorístico, pero al final es una canción que dice cosas fuertes, cosas para reflexionar.
–¿Hay un siguiente trabajo?
–El disco ya está casi grabado, es un disco de colaboraciones que va a salir con motivo del décimo cumpleaños de la banda, lo cual para un solista como yo es un milagro. Hemos recuperado canciones de todos los discos para volverlas a arreglar y grabarlas de nuevo. Ya han salido tres: con Rozalén, con Silvio Rodríguez y Rupa Trupa. Este disco va a ver la luz a final de año.
–Hay una verdadera avalancha de festivales. Algunos artistas se están retirando de ciertas citas por estar financiadas por fondos proisraelíes. ¿Usted haría lo mismo?
–Pues es que nunca me han contratado en estos festivales. Para ello tienes que ser un artista con exposición mediática o trabajar en una de las grandes oficinas de España que son las que tienen estos acuerdos. El problema principal para mí es que hayamos vendido nuestros espacios de ocio a fondos extranjeros a los que no les interesa nada la cultura ni el cuidado de los territorios. Luego si nos podemos a investigar y los dueños de estos festivales utilizan el dinero para comercializar viviendas en territorio palestino apaga y vámonos. Pero no puede caer todo el peso sobre los artistas, que son los que tienen que tener la decisión moral. Nadie le dice nada al público, a las empresas de contratación, a los Ayuntamientos o a las Diputaciones que entregan un millón o un millón de euros a estos festivales. Los artistas necesitan trabajar en esos festivales porque tienen que cubrir el salario de sus trabajadores.
–¿Su padre ya vive definitivamente en Extremadura?
–Lleva dos años allí, en Cabañas del Castillo, en Rivas estaba ya un poco aburrido. En el pueblo vive su hermano y tiene una pandilla de gente muy bonita, está muy tranquilo y como sigue activo los fines de semana se va a trabajar. Le ha venido muy bien y está muy contento, sentía la necesidad de retomar su raíz y los olores y los paisajes y los sabores de su niñez, y siempre lo ha tenido muy claro.
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