El contencioso del Guadipark de Cáceres se salda con una sentencia favorable al Ayuntamiento

para la reversión del contrato de concesión de la explotación y mantenimiento del área de recreo del Guadiloba. La sentencia es del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Cáceres.

En un decreto del pasado mes de noviembre, el juez había admitido a trámite la demanda interpuesta por la mercantil contra el Consistorio por el desacuerdo en el proceso de reversión del contrato, que arrancó hace 12 años.

Salud Mental Inserta es una sociedad creada en marzo de 2013 en Cáceres y dedicada a la «realización de actividades de ocio y tiempo libre». El Ayuntamiento le adjudicó la gestión y explotación del complejo Guadipark por diez años. Era un proyecto de contenido social que lideraba Feafes. La sociedad ya llevó al juzgado un conflicto anterior, en el que rechazaba una sanción de 10.000 euros por incumplimientos de las condiciones del pliego del concurso convocado. Las penalidades económicas se aprobaron en pleno municipal en febrero de 2020.

Las dos partes separaron sus caminos, pero no fue una ruptura amistosa. Las instalaciones llevan varios años sin servicio, pero no solo eso. Han sido objeto de actos vandálicos y parte del material ha sido sustraído, con importantes deficiencias en la dotación.

«Es un asunto judicializado desde hace tiempo:La empresa solicitaba la devolución de la fianza de 50.000 euros, pero esta solicitud ha sido desestimada al valorarse que efectivamente existen daños en las instalaciones y que no son imputables a esta administración», ha refrendado este viernes el portavoz municipal, Ángel Orgaz. El juez impone un máximo de 1.000 euros en el pago de las costas y el Ayuntamiento no deberá devolver la garantía que incautó.

El Ejecutivo que preside Rafael Mateos repite ahora una idea a la que lleva dando vueltas desde que llegó al Gobierno: la licitación de un nuevo contrato que permita reabrir la instalación. De hecho, en septiembre de 2023, apenas tres meses después de iniciar su gestión en el Ayuntamiento, se anunció ya que el área de recreo reabriría sus puertas, con la piscina como gran atractivo.

El Guadipark abrió por última vez en el verano de 2020. Los informes de la Inspección municipal sobre el estado de las instalaciones situadas junto al Guadiloba son concluyentes. El Ayuntamiento ya decidió cambiar las cerraduras del complejo y ordenó a la Policía Local que refuerce la vigilancia por los actos vandálicos.

Se constató que se han producido sustracciones de cableado, se desmontaron bombas e incluso se manipuló parte del equipamiento de la cocina. La Inspección de Servicios reflejaba en un documento que «del estado actual en que se encuentran las estancias del área de recreo, se estima la posible intencionalidad de continuar con las actuaciones vandálicas , pues se aprecian daños sobre instalaciones o equipamientos que parecen inacabados». Están «todas las puertas forzadas», se añade.

La intención del Ejecutivo del PP es incluir el Guadipark en el nuevo contrato de gestión de las piscinas municipales. La última licitación del mismo quedó desierta, por lo que ha habido que firmar un acuerdo de continuidad con Conyser. En el complejo Guadipark la situación no es sencilla ya que las deficiencias detectadas y los problemas en el vaso de una de las piscinas obligan a realizar una importante inversión. «Desde el equipo de Gobierno seguimos trabajando para poder incorporar al contrato de las piscinas dicha instalación», resume el portavoz municipal.