El comercio del centro de Cáceres pide más policía a pie y ayudas para reforzar su seguridad
La UEx elabora por primera vez un estudio sobre la percepción de inseguridad y el miedo al delito en las tiendas cacereñas
Un estudio realizado desde el área de Criminología de la Facultad de Derecho de la Universidad de Extremadura (UEx) recoge por primera vez la percepción de inseguridad y miedo al delito en los comercios del centro de Cáceres.
Tres alumnas de Criminología han realizado durante el último trimestre de 2024 una encuesta entre 36 establecimientos –de los 76 existentes– situados en las calles Pintores, San Pedro, San Antón y Parras. Y entre las principales conclusiones que recoge el informe está que los comerciantes consideran que la zona es «medianamente segura para ellos». No obstante, los principales problemas de inseguridad identificados por los encuestados son los robos, los hurtos, las estafas y el vandalismo.
Entre las medidas propuestas por los entrevistados destaca la petición de aumentar la vigilancia policial a pie, especialmente en calles estrechas donde no pueden circular vehículos policiales. «La presencia de agentes caminando por estas calles incrementa la sensación de seguridad», recoge el estudio.
La mitad de los establecimientos encuestados carecen de sistemas de protección para evitar robos
Además, los encuestados sugieren que, desde el ámbito asociativo o el de las cámaras de comercio, se impulsen ayudas para que los locales puedan aplicar medidas de seguridad. Resulta llamativo, según el estudio, que la mitad de los establecimientos comerciales consultados no tengan implementadas medidas de este tipo, a pesar de que la mayoría reconoce que los objetos a la venta son de fácil sustracción.
De los 36 encuestados, 21 son mujeres y 15 hombres. La franja de edad más reiterada se sitúa entre los 25 y los 34 años, seguida por la de los comerciantes con edades comprendidas entre los 35 y los 50 años. La mayoría de los participantes son empleados (21 frente a 15 propietarios).
El 39 por ciento de los establecimientos que han participado en la encuesta son tiendas de ropa y complementos.
«Sorprende que poco más de la mitad de la muestra (un 52,8 por ciento) afirmen no tener protección en su comercio», destaca el estudio. Entre aquellos que sí tienen sistemas de seguridad, las tres medidas más empleadas en los locales son cámaras o espejos de seguridad, alarmas anti-robo y retiradas de efectivo.
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De los encuestados, 17 declararon haber sufrido algún hecho delictivo en el último año. Otra de las conclusiones que arroja el estudio es que muchos comerciantes no denuncian los delitos porque tienen la sensación de que las denuncias no prosperan. Y la mayoría de los encuestados perciben la vigilancia policial como el principal modo de prevenir hurtos y robos. «Las personas encuestadas consideran que muchos de los delincuentes son reincidentes», se recoge en el apartado de conclusiones.
El estudio refleja también las impresiones de los comerciantes que han sido víctimas de un delito de robo o hurto. La mayoría está muy satisfecha con el trato recibido por las fuerzas y cuerpos de seguridad al interponer la denuncia. Sin embargo, «el 50 por ciento reconoce que no se identificó a la persona o personas responsables del hecho delictivo y el 75 por ciento afirma que no recuperó los objetos sustraídos».
Por último la mayoría de las personas encuestadas han reconocido que nunca antes habían sido preguntadas por estas cuestiones.
