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Cáceres enciende una Feria de San Fernando marcada por el calor
Martes inaugural con gran afluencia de público para dar la bienvenida a seis días de algarabía festiva
Dice el refrán popular que cada uno cuenta la feria según le va en ella. La de Cáceres acaba de empezar, se inauguró este ... martes y aún es pronto para predecir cómo transcurrirá y que tipo de aventuras proporcionará a los cacereños, aunque hay una cosa evidente: hará mucho calor, con temperaturas que, según la previsión meteorológica de la Aemet, rozarán los 40 grados: 38 dan para el próximo sábado.
La circunstancia puede condicionar una feria que, con estos mimbres, seguro que alcanza su punto álgido más tarde, quizás cuando caiga el sol, para evitar el calor de las horas centrales del día. Bebidas frescas, sombreros, crema protectora y ropa de rabioso verano acompañarán a todos los que se internen en la vorágine de luces y sonido y el polvo del ferial.
El encendido de la portada (con medio millón de luces led, 13,5 metros de altura y 16 de ancho) y el segundo día del niño atrajeron ayer a numeroso público hasta la ciudad efímera del ferial, convertida una vez más en el lugar del disfrute en honor de San Fernando, un santo con escaso arraigo, elegido a conveniencia de los ganaderos pero que alude a Fernando III el Santo, el hijo de Alfonso IX, artífice de la Reconquista de Cáceres.
Hacia las nueve de la noche las filas para montar en las atracciones era largas. Parecía un día previo a un festivo, pero no, hoy miércoles es un día laborable y lectivo, aunque numerosos empleados tienen los horarios recortados. Llegar y salir del recinto recinto festivo ya era complicado. El Ayuntamiento prohibió estacionar en una parte de los aparcamientos en donde se colocó el dispositivo de los fuegos artificiales.
Aunque la preferia activó el 'on' festivo, es a partir de ahora cuando se ponen en marcha la 11 casetas, de las que siete son de discotecas y animación y cuatro de asociaciones, una cifra que continúa disminuyendo. Este año la caseta municipal y la del mayor se funden en una y ofrecerán una programación conjunta. Una de las novedades de esta edición es la creación de la caseta joven, dirigida a público entre 10 y 18 años, donde no se servirá alcohol y tendrá una programación específica hasta la medianoche.
Lo que todavía no ha arrancado es la feria de día, que desde hace algunos años es una de las actividades favoritas de los cacereños para honrar a San Fernando. Empezará el jueves. El horario se ha restringido y se permiten dos horas menos, hasta las 19 horas, pero se permiten conciertos de pequeños formatos en la calle y la charanga podrá sonar incluso a la hora de la siesta, un no parar de alegría.
Abierta la muestra agroalimentaria, que pierde puestos
Quesos, encurtidos, garrapiñadas, ibéricos, dulces, perfumes, pendientes y abalorios componen uno de los clásicos de la Feria de San Fernando, la muestra agroalimentaria y artesanal del paseo de Cánovas, que el año pasado cumplió 40 años. Es un espacio en pleno centro de la ciudad para disfrutar de degustaciones y artículos 'made in Extremadura'. 21 puestos forman parte de esta cita que fue inaugurada y que permanecerá abierta en horario de 11 a 15 horas y de 17 a 22 horas. El alcalde Rafael Mateos acompañado por los concejales Jorge Suárez, Soledad Carrasco y Noelia Rodríguez, visitaron las distintas paradas que le dan sabor a ese espacio bajo los árboles.
En esta feria de muestras han ido descendiendo progresivamente el número de puestos en los últimos años, quizás porque a diferencia de lo que sucedía hace algunos años, ya no hay que esperar a que lleguen de fuera ciertos productos para adquirirlos. El año pasado fueron 25 los comerciantes los que desplegaron sus productos, una cantidad que quedaba ya muy lejana de los 31 expositores que había en 2022. Seis años antes, en 2018, eran 59 los expositores situados en una zona como es Cánovas que, de forma más discreta, también vive a su manera las fiestas de la ciudad, con la presencia el 30 y el 31 de mayo de las marionetas de Peneque y Gorgorito.
En muchos de los puestos de Cánovas ellos hay productos para comer en los que se puede degustar el material antes de llevárselo y en algunos se puede ver en directo la fabricación de los mismos, como los frutos secos garrapiñados y las rosquillas de Artevera.
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