Los cacereños se echan a la calle con San Miguel
Se multiplican las actividades, con los negocios de hostelería muy activos y colas para subirse a las atracciones infantiles de la feria
Es la 'feria chica', pero la respuesta no se ha hecho esperar. «Cáceres siempre responde. Venir aquí es un gusto», lanza José Luis Sojo. Llega desde Córdoba y lo hace en estas fechas por primera vez. El suyo es uno de los puestos que ocupan el lateral del Parque de Gloria Fuertes más próximo a la avenida de España. Aquel espacio se ha convertido en un ferial improvisado, con las mini-tiendas de recuerdos y garrapiñadas como las que elabora, con sello propio, este comerciante. 'La casa de las garrapiñadas' ha subido los precios por pura necesidad. «Apenas 50 céntimos», detalla Sojo, aunque una clienta protesta porque el paquete cuesta ya tres euros.
El ambiente es festivo. Acompaña la temperatura. Se suceden las ofertas. «Habíamos venido al mercado medieval y en Cáceres siempre se nos trata bien pero la experiencia de la feria de San Miguel está siendo buena», continúa Sojo, que también destaca que las tasas que se pagan «son más bajas que en otras ciudades a las que vamos». Habla mientras le da vueltas al líquido caramelizado que envuelve sus almendras. Es un trabajo de autor, sobre un envase de cobre. «Viene de familia», apunta.
A solo unos metros, una de las principales vías de la ciudad, la avenida de España, está cortada al tráfico. Su parte baja y la continuidad de San Antón eliminan este sábado los vehículos y los peatones pueden caminar por mitad de la calle. Pero lo que de verdad llama la atención son las colas. Hay que esperar turno para subirse a una de las seis atracciones infantiles colocadas. Castillos hinchables, camas elásticas, colchonetas... El superjump es solo para mayores de seis años. Padres y madres acompañan a sus hijos antes de su gran momento. A tenor de la acogida que ha tenido la iniciativa hubieran hecho falta bastantes atracciones más para cubrir la demanda sin esperas.
«Nunca habíamos venido a Cáceres en septiembre, pero esta siendo una feria buena. Cáceres siempre responde»
JOSÉ LUIS SOJO
La casa de las garrapiñadas
«Lo que hemos visto en el final del verano y el comienzo del otoño ha sido algo tremendo. Mi negocio ha tenido un movimiento enorme. Sobre todo con portugueses y gallegos. Y muchos cacereños que viven fuera y hace años que no venían a la ciudad», menciona Francisco Palacios. Regenta el restaurante Centro, en San Juan, y prefiere ir más allá de la propia feria de San Miguel al admitir que la hostería está viviendo, al menos en su caso, un buen momento. «Los fines de semana siempre tenemos mucha actividad y las noches son buenas, pero es que este sábado hay un gran ambiente. Son muchas cosas», añade Emilio Rey, del restaurante El Pato, en la Plaza Mayor.
«Ojalá se mantenga esta feria en el futuro. Está funcionando y nos servirá para pagar los 5.500 euros de la última factura de la luz»
maría perez burgos
Aquario
La 'feria de día' tiene uno de sus rincones favoritos en la zona conocida como 'de los Obispos'. Las banderitas cuelgan sobre la entrada del restaurante Orense, donde se concentran grupos a la hora del tapeo. Hace calor, luce el sol y el ambiente es de feria. Pero no es San Fernando ni estamos en mayo. San Miguel también lleva la fiesta al otoño. «Es estupendo. Lo estamos notando muchísimo. Este tipo de iniciativas siempre atrae. Hay mucho turismo y también cacereños que salen. Para los negocios de hostelería es un apoyo enorme. Ojalá que el Ayuntamiento lo mantenga», afirma María Pérez Burgos, que regenta Aquario, uno de los clásicos a la hora de las cañas. «Al menos nos servirá para pagar la factura de la luz. En agosto la factura fue de 5.500 euros», lamenta.
No dejan de entrar clientes y Pablo, uno de los camareros, es claro cuándo le preguntan cómo va la 'feria chica': «¿No ves cómo está esto? No paramos», resume.
"Todo lo que sea tener actividades es positivo. Agradecemos el esfuerzo del Ayuntamiento. hay que darle continuidad a esta feria pero también a otros eventos", propone José Mostazo, de Bontá.
La actividad en Cáceres es mucha este sábado. Por San Miguel, pero también por la celebración del Día del Turismo, con colas para acceder a monumentos de referencia en la capital. Es el caso de la Torre de Bujaco poco después de mediodía. En Santa María las barras aparecen listas para una nueva e intensa jornada del festival de blues. A poca distancia de allí, la quedada del Urban Sketchers añade ambiente a la plaza de San Jorge. «Cáceres tiene una agenda cultural, deportiva y de ocio imbatible», ha publicado en sus redes sociales el alcalde. Luis Salaya responde así a quienes repiten una crítica muy habitual, la del 'en Cáceres no hay nada'. San Miguel pone el contrapunto sin necesidad de llevar la fiesta al ferial.