El Ayuntamiento prevé capturar un millar de palomas en el casco histórico de Cáceres hasta marzo
El Consistorio ha reanudado este mes la campaña que aplazó en mayo por la muerte de varias aves en jaulas debido al calor
El Ayuntamiento ha reanudado durante este mes de octubre la campaña para reducir la colonia «incontrolada» de palomas que habitan en el casco histórico de Cáceres y que causan daños en la muralla almohade.
Según la información facilitada por el concejal de Patrimonio, José Ramón Bello, se trata de una experiencia piloto que se prolongará hasta el mes de marzo. La previsión es que se recojan entre 30 y 40 palomas semanales. De esta manera, la retirada global en este periodo de seis meses rondará el millar de aves.
Hasta el inicio de esta semana se habían capturado 150 ejemplares. Hay que recordar que esta campaña se ha retomado a comienzos de octubre después de que tuviera que ser aplazada en el mes de mayo al morir varias palomas en las jaulas debido a las altas temperaturas. El Consistorio decidió entonces hacer un paréntesis debido al calor. La medida se adoptó el 13 de mayo. La iniciativa llevaba dos semanas en marcha.
Se fijó, además, que la campaña se retomara en otoño-invierno, «cuando no existen puestas y, por lo tanto, no constituye un riesgo para la cría de estas aves», explicó entonces Bello.
Supervisión diaria
El concejal especifica que se han instalado cuatro jaulas con comida, bebida y a resguardo de la lluvia y el sol, cuya ubicación se mantiene en secreto. Una persona se encarga de controlarlas a diario por si hubiera algún problema. Las palomas se retiran cada 48 ó 72 horas, en función de la cantidad que haya en cada momento.
La empresa navarra Gestión y Fauna S.L.U. es la encargada de llevar a cabo esta campaña. Las palomas vivas recogidas en la parte antigua se utilizarán para el entrenamiento de los halcones que evitan accidentes en las pistas de varios aeropuertos españoles.
Los halcones practican con las palomas para luego poder retirar aves en las pistas de vuelo y evitar accidentes. Se trata de una especie de selección natural, ya que los halcones persiguen las aves más débiles y enfermas. Esta labor está aprobada por AESA, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Además de estas funciones, parte de las palomas que se saquen del casco viejo servirán de alimento de rapaces en peligro de extinción. El presupuesto que dedica el Ayuntamiento a esta campaña es de 11.251 euros.
José Ramón Bello apostilla que este tipo de iniciativas se han puesto ya en marcha en otras ciudades con cascos históricos patrimoniales, donde las palomas son también una fuente de problemas. «Se está haciendo de una manera muy razonable. Parece que todo va bien. No ha vuelto a haber ningún caso de muerte accidental», concluye el edil.