Talavera incorporará en 2019 su primer avión no tripulado
El coronel Baños anuncia que la base aérea ya está dando los primeros pasos para construir el nuevo centro de operaciones de los drones Reaper
La Base Aérea de Talavera la Real ya ha iniciado las obras de construcción de las instalaciones que a partir de 2019 se convertirán en el centro de operaciones de los nuevos aviones pilotados remotamente que prevé incorporar el ejército español.
El comienzo de esos trabajos fue confirmado ayer por el coronel jefe de la base, Francisco Baños Castillo, durante la celebración de la festividad de Nuestra Señora de Loreto, patrona del Ejército del Aire. «Se están haciendo obras de acondicionamiento en algunas instalaciones y otras serán nuevas», avanzó.
Sus palabras fueron recibidas con júbilo por los 500 militares que llenaban la plaza de armas. Junto a ellos se encontraba los civiles que trabajan en esta base militar -83 en estos momentos- y un nutrido grupo de familiares que quiso unirse a una celebración donde no faltaron las condecoraciones.
La base celebra la festividad de la patrona del Ejército del Aire con un desfile militar
El coronel Francisco Baños aprovechó la jornada festiva para confirmar que la primera unidad no tripulada será recibida en Talavera la Real en el primer semestre de 2019, desde donde volará para realizar misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
Este anuncio ratifica lo adelantado en septiembre por el Ejército del Aire. Entonces se supo que Talavera será la base de referencia nacional para los MQ-9 Predator-B, nombre que reciben los aviones pilotados remotamente que España empezará a utilizar en 2019.
Un grupo de militares españoles, entre los que se encontraban varios especialistas de la Base de Talavera, ya ha viajado a Estados Unidos para hacer un curso sobre el manejo de los sistemas que permiten controlar remotamente a estos aviones conocidos como Reaper (segador en su traducción al español).
Allí aprendieron las técnicas de pilotaje remoto de unos aparatos equipados con radar e infrarrojos. En un primer momento, el Ejército no tiene previsto que incorporen ningún tipo de armas, pero estarán diseñados para que puedan portarlas si resulta necesario.
Drones similares a los que llegarán a Talavera (sus dimensiones son superiores a las de los reactores F5) han sido utilizados por el ejército de Estados Unidos en Afganistán e Irak. Otros países europeos también han comenzado a incorporarlos a sus flotas.
El gasto autorizado por el Ministerio de Defensa contempla la compra de cuatro aparatos de este tipo por un importe de 158 millones de euros, inversión que sufragará el coste de los aviones y también de los complejos sistemas tecnológicos que se precisan para que puedan ser utilizados: dos estaciones de control, conjuntos electroópticos, radares, sistemas de identificación, estaciones de tierra, equipos de información y de comunicaciones satélites, y sistemas de deshielo y de evitación de colisión en vuelo.
La intención del Ejército del Aire es que esos aviones recalen en Talavera la Real, donde estará su base de referencia. Habrá una base secundaria en Lanzarote.
El coronel dijo ayer que los trabajos de preparación para recibir la nueva unidad ocuparán a la Base de Talavera durante todo el año 2018. La intención es que a partir de 2019 esas aeronaves puedan realizar operaciones reales tanto dentro como fuera del territorio nacional.
Acto festivo
Ese anunció se convirtió en la principal novedad de un acto festivo que contó en la tribuna de autoridades con la delegada del Gobierno en Extremadura, Cristina Herrera, y el director general de la Policía, Germán López Iglesias. Ambos se desplazaron a las instalaciones donde tiene su sede la Unidad de Instrucción de Caza y Ataque del Ejército del Aire, en la que se preparan los pilotos que luego forman parte de los escuadrones de caza.
En el acto se hizo entrega de los trofeos de Seguridad de Vuelo, Seguridad en Tierra y Armamento Aéreo al subteniente Luis Manuel Durán, al brigada José Luis Fraile y al civil Pedro del Valle, respectivamente. También recibió una metopa de reconocimiento el personal que se jubila: los tenientes Jesús Bartolomé y José Luis Membrives; y el personal laboral Joaquín Cotrina, Paulino Cañas, José Andrés García, Carlos Benito, Antonio Agúndez, María Isabel Moreno, José Barroso y Francisco Javier Aragón.