Pedro Tent: «Hago esta reforma en el Hotel Lisboa porque veo futuro en Badajoz»
El Hotel Lisboa, en el que estos días terminan las obras de derribo interior, tendrá un restaurante y una terraza en sus plantas superiores
El propietario del Hotel Lisboa, Pedro Tent, vive hoy en la Comunidad Valenciana. Pero se crió en Badajoz con sus hermanos y sus padres, y ... mantiene vínculos sentimentales con Badajoz. «Dentro de todo lo sentimental, hago esta reforma porque a Badajoz le veo futuro. No tiramos el dinero», zanja. Aunque no quiere dar una cifra de la inversión, acepta marcar el mínimo en 15 millones de euros.
El estudio de viabilidad que encargó antes de embarcarse en la reforma advierte que no le sacará rentabilidad. Pero aún así, él considera que «los estudios se pueden equivocar. Badajoz tiene que subir». «Lo primero que dice el estudio de viabilidad es que no tenemos transporte», dice quien va y viene a Valencia en su coche. 110.000 kilómetros le ha hecho en un año.
«Le veo futuro a Badajoz, todo lo que se está haciendo en la avenida de Elvas... No solo como reclamo turístico, sino también de trabajo. Y en Badajoz no hay una planta hotelera para atenderlo todo. Llevamos 44 años abiertos, por estar unos cuantos más probando a ver si Badajoz sube...».
El Hotel Lisboa afronta estos días las últimas obras de demolición interior. No hay muebles, no hay instalaciones, no hay habitaciones ni salones. Cada una de las plantas se ha convertido en una enorme explanada, sin ventanas, a falta de que estos días retiren las últimas que quedan en la novena altura y la cubierta. Las últimas plantas acogerán un restaurante y una terraza, ambas abiertas al público en general y dirigidas a la ciudad.La característica fachada permanecerá. El equipo de arquitectos de Cero Grados, encargado de la rehabilitación, realizará las adaptaciones a la eficiencia energética, pero mantendrá su esencia. «La visión lejana del edificio será muy parecida a la de ahora», dice el arquitecto Carlos Ferrandis.
El acceso al hotel se mantendrá donde se encontraba, frente al instituto San Fernando en la calle Augusto Vázquez, aunque reordenarán el espacio y harán un vial desde la avenida de Adolfo Díaz Ambrona para que los huéspedes puedan llegar y descargar equipajes.
En la zona donde se encontraba la mítica discoteca El Gallo se habilitarán los espacios para los trabajadores. La entreplanta estará dedicada a salones de celebraciones y reuniones, mientras que la zona aneja frente al hotel NH acogerá jardines y la piscina.
El establecimiento tendrá finalmente 127 habitaciones en siete plantas. Originalmente se habilitaron 176 y podrían haber mantenido unas 170 con las medidas estándar. Pero han sacado una habitación de cada una y media, y en algunos casos han unido dos dependencias para un único dormitorio. Habrá variedad de tamaños para acoger viajeros que puedan pasar más de una semana. Todos tendrán servicio hotelero, no será un apartotel ni apartamentos turísticos, pero las más grandes serán habitaciones tipo duplex entre las plantas séptima y octava.
Esa octava planta estará dividida a la mitad. Una parte acogerá un restaurante panorámico con un comedor de 250 metros cuadrados, una vez descontada la cocina. Y la otra mitad tendrá la parte superior de esas habitaciones tipo 'junior suites'.
En la novena, que aún tiene las ventanas y que van a retirar en los próximos días, se convertirá en un bar con una terraza abierta al público en general. Así se salvan unos problemas de ordenación urbanística que quedan solucionados.
Esas últimas plantas ofrecen unas vistas distintas de la ciudad, dado que los edificios de mayor altura se ubican en la margen izquierda. Así se podrá comer junto a un ventanal que ofrecerá una panorámica enfocada hacia el Casco Antiguo y la Alcazaba, así como otras que miran al río y el Puente Real, el parque construido a ambos márgenes o la avenida de Elvas ahora en desarrollo. Estas dos plantas están pensadas para que los pacenses acudan a ellas.
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