La obra para eliminar los malos olores del Rivillas se reactiva tras varios meses parada
Tras retirarse la anterior empresa, el Ayuntamiento ha tenido que sacar a concurso un contrato de emergencia con Aqualia para parar los vertidos de aguas fecales
Los vecinos han recibido con ilusión la vuelta de las máquinas y los operarios a la estación de bombeo de la Ronda Norte. Esta obra, ... que pretende acabar con los malos olores en los arroyos Rivillas y Calamón se ha reactivado.
La reforma, con 1,2 millones de euros, depende del Ayuntamiento de Badajoz y quedó parada a principios de año por falta de suministros. La obra comenzó hace 15 meses, en julio de 2024, con el objetivo de acabar con un problema grave para San Roque, Pardaleras y el Cerro de Reyes, los malos olores.
A principios de este año la empresa responsable paralizó los trabajos. Inicialmente indicaron que sufrían falta de suministros, pero han iniciado un proceso de concurso de acreedores. Por eso, según explica el edil de Urbanismo, Carlos Urueña, el Ayuntamiento tuvo que rescindir el contrato.
Para no retrasar más el proceso el Consistorio ha retomado los trabajos gracias a un contrato de emergencia con la empresa Aqualia por 700.000 euros. Eso sí, según detalla Urueña, esta obra solo podrá atender a las cuestiones de emergencia, en este caso, cortar los vertidos de aguas fecales que acaban en los arroyos.
Aqualia comenzó en septiembre y se espera que finalice entre noviembre y diciembre, con lo que se solucionaría en principal problema en esta estación de bombeo. Posteriormente, sin embargo, quedarían algunos remates que no se han incluido en este contrato por no ser emergencias. Para rematar la reforma, indica el responsable de Urbanismo, sacarían un segundo contrato para finalizar los trabajos.
Hedor: Una década de quejas
Las quejas por el hedor de los arroyos Rivillas y Calamón se producen desde hace más de una década. Un estudio de la Junta de Extremadura determinó que el problema eran los vertidos de aguas residuales procedentes de la estación de bombeo de San Roque.
Para los vecinos es una cuenta pendiente desde hace años porque los malos olores, especialmente en verano, son muy molestos. «Este verano ha sido insoportable, sin poder abrir una ventana durante meses», se lamenta Rosario Núñez, vecina de la Ronda Norte.
Otro de los puntos más afectados es el puente de San Roque, entre el parque de la Legión y el inicio de la avenida Ricardo Carapeto. «A veces los cruzas dentro de coche con las ventanas bajadas y apesta todo el coche, es insoportable», se queja Yolanda Vivas, que trabaja en una tienda de móviles en la principal avenida de San Roque. «Y cada vez huele mal más meses, antes era solo en verano, pero ahora es casi todo el año».
Los meses de parón en la obra no han sido el único retraso que acumula esta infraestructura. Inicialmente los trabajos fueron adjudicados en junio de 2023, pero tardaron más de un año en arrancar los movimientos de tierra por problemas burocráticos. El Ayuntamiento tuvo que pedir permiso para intervenir en la zona a la Confederación Hidrográfica del Guadiana al tratarse de las márgenes de los arroyos.
La obra debía estar finalizada esta primavera, pero los retrasos mantienen los trabajos aún pendientes. Los vecinos esperan que el verano de 2026 sea una época sin los malos olores que soportan desde hace tanto.
Este depósito se quedó pequeño para poder procesar el volumen de residuos que llevan a este punto. En concreto, hasta ahora, la estación usaban un sistema de gravedad y no contaba con suficiente pendiente para mover las aguas residuales. Es decir, no tenía fuerza para poder bombear las aguas residuales de San Roque hacia la canalización que va a la EDAR (la estación depuradora que se ocupa de toda la ciudad, en Caya).
Ese problema provocaba que los sólidos se quedasen en las tuberías, especialmente cuando no llovía y no eran arrastrados. El resultado eran los malos olores por los sedimentos acumulados y además riesgo de que se produjesen tapones en las conducciones.
Esta obra está cambiando el sistema para mover las aguas residuales en este punto. Ahora será un sistema mixto. Cuando exista suficiente caudal de agua, cuando llueva, se aprovechará el sistema de gravedad, pero cuando no sea posible se usarán las nuevas bombas que se van a colocar para bombear los residuos. Eso evitará que vuelvan a producirse atascos y, por tanto, malos olores.
Los trabajos servirán para instalar un sistema de pretratamiento dentro de la estación de bombeo que consistirá en la colocación de una serie de elementos para poder extraer del pozo todo el material que arrastra el agua, así como un sistema de desodorización por carbón activo para evitar la emisión de olores.
Parque cortado
El final de la obra no solo será un alivio para los vecinos cercanos, sino para los vecinos que suelen pasear o hacer deporte por el parque del Rivillas. En estos jardines, además del hedor, la obra ha cortado parte del recorrido desde hace casi dos años.
Las reformas han obligado a la empresa responsable a cortar el parque del Rivillas en las dos orillas, ya que se han excavado grandes fosas para cambiar las tuberías. En la actualidad continúa la instalación de canalizaciones además de la renovación en la propia estación de bombeo.
Los cortes no solo afectan al parque del Rivillas, también al carril bici de la muralla. Los trabajos para circunvalar las murallas con un paseo y una vía para bicicletas terminaron antes del verano, pero aún no se puede completar el recorrido porque la ruta debe ir por este punto, pero está cortado.
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