Mariqui Pérez
Después de una vida dedicada a su familia, esta pacense comenzó como actriz de teatro a los 55 años y desde entonces no ha parado
Miriam Rubias
Domingo, 24 de agosto 2025, 07:53
Como aquella comedia musical de 'Mamá quiero ser artista', a los 18 años Mariqui Pérez tenía un sueño: irse a estudiar arte dramático a Madrid. « ... Mis padres no me dejaron, decían que era un ambiente muy pernicioso», recuerda. Se casó con 20 años y fueron llegando los hijos, hasta seis. Desde muy pequeña le gustaba actuar, cuando había alguna obra de teatro en el colegio era la primera en levantar la mano. Pero al encontrarse rodeada de cunas, Mariqui se dedicó a su familia y aplazó sus sueños.
Cuando se estableció la Universidad de Mayores en Badajoz, su marido, que daba clases allí, la animó a apuntarse a un taller de teatro, y Mariqui, a sus 55 años, sintió que era el momento de hacer realidad lo que siempre había ansiado. «Ahora es cuando no me para nadie», y desde entonces, efectivamente no ha parado: 35 obras guarda en su álbum de recuerdos, repleto de fotos y recortes de periódicos. En el salón de su casa, enseña con ilusión un gran marco que ensalza una fotografía colgada de ella en el López de Ayala. «Esto demuestra el amor que yo tengo al teatro», comenta con orgullo.
«Cuando voy a las residencias a actuar, siempre digo que si tienen un sueño que lo persigan porque aunque se tenga una edad, lo consigues», explica Mariqui que ya ha cumplido 86 años. Su nueva vida como actriz amateur comenzó al lado de Miguel Murillo, su primer profesor y antiguo director del López de Ayala. Aún recuerda con cariño la primera vez que se subió a un escenario para representar la obra, casualmente llamada, 'Un Sueño'.
La última obra en la que actuó fue 'Cásina', de Plauto, en el Teatro Romano de Mérida con motivo del 25 aniversario de la Universidad de Mayores. En esa ocasión, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, se dirigió a ella para ponerla como ejemplo de superación. Mariqui Pérez forma parte de cuatro grupos de teatro (Horozco Teatro, Asociación Santa Marina, El Quinto Pino y Universidad de Mayores). Horozco pertenece a Fater (Federación de Teatro Amateur Extremeño) y actualmente ella dirige, junto a Emilia Vázquez, la obra 'Grandes almacenes o confesionarios', con Miguel Murillo como autor. También es monologuista.
Recuerda con cariño los cuatro años que hizo de madre de Ibn Marwan en el macroespectáculo que se celebraba en la Almossassa de Badajoz. Ahí coincidió con los actores Fernando Guillén y Victoria Vera. Enseña las fotografías caracterizada de la reina María Francisca de Portugal, personaje que interpretó en una obra en Olivenza. También estuvo en el López de Ayala con 'La Casa de Bernarda Alba'. Mariqui lo guarda todo. Tanto fotos como recortes de crónicas, artículos y reseñas de las obras de teatro que ha representado.
«En el cine pueden hacer cuatro tomas. El teatro es al desnudo, y es lo que me gusta»
Mariqui Pérez
A los ojos de Mariqui, el teatro ha cambiado. En cuanto a la escenografía, cuenta que hoy en día los decorados «son cuatro cajas», es minimalista. «Comprendo que se centre más la gente en el actor y en lo que transmite con su cuerpo, con sus ademanes, con sus ojos, porque eso es una sensación para el actor impresionante. En el teatro no hay ni trampa ni cartón, ahí eres tú la que tienes que transmitir. En el cine pueden hacer cuatro tomas. El teatro tiene que ser al desnudo, y es lo que me gusta».
Aunque le gustaba más «el teatro de antes», tiene muy claro que hay que adaptarse a los nuevos tiempos. «Lo último que he hecho ha sido 'Un novio de oferta', que el novio era un robot, así que yo me adapto a todo». Además, considera que el teatro es muy valorado en Badajoz y hay muy buenos dramaturgos.
Los sueños no tienen edad
Mariqui enumera las enseñanzas que le ha dado el teatro mientras repasa el álbum de fotos. Ha aprendido a hablar en público, a caminar correctamente, le ha ayudado a superar el miedo escénico, a ganar confianza en sí misma. También le ha venido bien para la memoria, poder retener tantos textos en la mente lo considera «una maravilla» para una persona mayor.
«Voy a las residencias de mayores y les digo: soy una persona mayor como vosotros, no pude realizar mi sueño hasta que no tuve 55 años, pero nunca es tarde. Si habéis tenido un sueño, todavía tenéis tiempo para realizarlo, cuando se quiere algo hay que lucharlo, pero nunca es tarde, nunca», comenta Mariqui Pérez en su casa, rodeada de fotos que cuentan dos vidas: una como mujer de familia, y otra como actriz de teatro.
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