Las letras en la muralla de Badajoz siembran la discordia
Patrimonio. Un escritor denuncia la inscripción de las siglas del fallecido presidente de La Cívica en la zona reconstruida y carga contra esta y Amigos de Badajoz, mientras el Ayuntamiento guarda silencio
La Cívica guarda un ominoso silencio que contrasta con la rapidez que suelen contestar en cuanto alguien criticaba algo sobre la actuación del equipo municipal ... donde militan dos de ellos y, supongo, otros sujetos de tres al cuarto, serviles hasta la humillación, también aspiran a entrar u ocupar algún carguillo». Ese párrafo es parte de una larga disputa emprendida por el escritor Francisco Pilo en redes sociales contra las asociaciones que suelen vigilar el patrimonio de la ciudad. También arremete contra Amigos de Badajoz.
El motivo es la rehabilitación realizada por el Ayuntamiento en el corredor verde de la calle Stadium. O, mejor dicho, por la inscripción que ha aparecido en la parte alta de la zona reconstruida, a la altura de la antigua calle Hermanos Merino.
Para muchos viandantes ha pasado desapercibido, pero otros como Francisco Pilo han puesto el grito en el cielo al encontrar cuatro letras grabadas en una de las piedras. JMBS. Son las siglas del que fuera presidente de La Cívica, José Manuel Bueno, que fue muy querido por el asociacionismo y falleció en 2022.
Alguien del Ayuntamiento decidió que así se le rendía un buen homenaje, sin caer en la cuenta de que puede contravenir la Ley de Patrimonio Histórico. Algunas fuentes indican a HOY que se puede asimilar a un grafiti permanente. Aunque esté en una zona reconstruida, al formar parte de la muralla incluida en el sistema abaluartado del siglo XVII, está protegida como BIC (bien de interés cultural).
Pero en este punto no coinciden todos los consultados. Otros expertos en patrimonio creen que las letras «están en un limbo» por ubicarse en una zona reconstruida que, además, en su día no contaba con las estructuras de hierro que se han puesto para bajar al foso.
En lo que sí convienen es que esas letras no aparecían en los documentos que presentó el Consistorio ante la comisión regional de Patrimonio, por lo que no están autorizadas. Las mismas fuentes indican que la tarea por realizar es sencilla: retirar la piedra en cuestión y ponerla del revés, limarla o cubrirla. «El problema es más político que patrimonial», convienen los expertos.
El escritor Francisco Pilo ya ha presentado una denuncia ante la Consejería de Cultura. Y lo que en inicio era un reconocimiento a un pacense querido se ha convertido en motivo de discusión entre las asociaciones patrimoniales.
Porque Amigos de Badajoz no se ha pronunciado. Su presidente, Manuel Cienfuegos, explica que ellos requieren de tiempo para investigar qué ha pasado y reunir a la directiva antes de mostrar su postura. Al cierre de esta edición, La Cívica guardaba silencio.
Pero quien realmente decidió colocar esas letras en la muralla fue alguien del Ayuntamiento. Por eso el PSOE municipal reclamó ayer al gobierno local que explique lo sucedido y depure responsabilidades. Porque al menos dos concejales actuales (Rubén Galea y José Luis González) forman parte del entorno de La Cívica, igual que el jefe de gabinete del alcalde, Alejandro Martín. Pero nadie habla. El Gobierno local no ha atendido las reiteradas preguntas de HOY sobre este asunto para explicar a los pacenses por qué han permitido esas letras en una obra que ha costado 2,7 millones de euros.
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