La Junta descarta el albergue transitorio en Padre Tacoronte
Los vecinos recogieron firmas contra el proyecto, que mantiene su uso comunitario y social en la planta baja
La Junta de Extremadura retira el apoyo que han venido dando al Ayuntamiento para la gestión del albergue transitorio que se iba a habilitar en el futuro edificio social de la avenida Padre Tacoronte, donde el Ayuntamiento anunció en 2021 que quería construir un albergue entre otras dotaciones. Así, cambia de opinión tras la oposición de los vecinos.
La Junta de Extremadura descarta ahora apoyar el uso como albergue en este emplazamiento y buscará otro lugar junto a Cáritas para construirlo. La directora general de Infancia y Familia, Carmen Núñez, cree que los vecinos no han entendido el proyecto y rechaza llevar a esta zona a personas que requieren de apoyo hasta lograr su integración total.
Núñez insiste en que aquello no iba a ser un centro de transeúntes para personas que viven en la calle y acuden a buscar un techo para una noche puntual, sino un lugar para personas en proceso de integración. "Aquello no iba a ser Bravo Murillo", señala.
Esta dotación estaba destinada a acoger a "personas sin hogar en segunda fase, que son aquellos con los que llevamos trabajando mucho tiempo y ya tienen adherencia a tratamientos psicológicos, desintoxicación si la necesitan, están en tratamiento farmacológico si lo precisan y, además, están en condiciones personales y sociales para dar el siguiente paso hacia su autonomía. Era un paso transitorio antes de llegar a las viviendas autónomas".
Carmen Núñez asegura que estudiará con Cáritas donde ubicar esta otra dotación, dado que es necesaria en la ciudad. "Buscaremos otro entorno más proclive para personas sin hogar que estén en un paso previo a vivir en una vivienda de manera autónoma", apunta. "Veremos dónde y cómo hacerlo".
A pesar de que el Ayuntamiento construye el edificio, la Junta iba a gestionar con Cáritas toda la parte destinada a soluciones habitacionales. Esa es la parte que tendrá que reformular el Ayuntamiento, aunque la primera planta y todos los servicios comunitarios que se plantean ahí continúan teniendo el apoyo de la Junta.
"Este es un edificio multifunción, con una parte para espacios comunitarios como la formación que impartimos con el programa Crisol, el registro del Ayuntamiento, la sede para los nuevos trabajadores sociales con la ampliación que ha aprobado la Junta... Todo eso se conserva", incide Carmen Núñez.
Será el Ayuntamiento, según explica Carmen Núñez, qué dotación dará a la zona donde estaba prevista el albergue de paso intermedio.
La Junta apoyó la dotación hasta este viernes, cuando se celebró una reunión entre vecinos y responsables de las administraciones. Fue ahí, tras escuchar a los residentes en la zona, donde la Junta decidió echar marcha atrás.
Oposición vecinal
Los vecinos de la zona comenzaron a recoger firmas este verano y aseguran haber reunido un millar de apoyos para luchar contra la instalación de este centro para personas sin hogar. Explicaron que el barrio tiene problemas de marginalidad y consideraron que no venía bien añadir una dotación de este tipo.
Por eso pedían al Ayuntamiento que el edificio sea un centro cívico y ofrezca viviendas para los jóvenes. Los vecinos han contado con el apoyo del PSOE, cuyo portavoz, Ricardo Cabezas, ha dado este martes la enhorabuena a los colectivos por haber conseguido lo que querían. Cabezas ha reconocido que es necesario este albergue, pero no ha dicho en qué zona de la ciudad lo haría.
A pesar de la movilización de este verano, el Consistorio siguió adelante con la iniciativa y contrató al arquitecto para redactar el proyecto a finales de agosto. Además, tiene prevista la licitación de la demolición del inmueble en las próximas semanas.
El proyecto cuenta con un presupuesto de dos millones de euros que salen de los fondos Edusi, un dinero europeo que urge gastar antes de diciembre de 2023. Debido a que está sujeto a estos fondos no se puede modificar el objetivo del inmueble, que debe seguir siendo social. Está adscrito como "solución habitacional temporal" y esto abre la puerta a, por ejemplo, una vivienda para acogidas de urgencia para familias que sufran un incendio en su residencia.
La idea de este proyecto que tiene en marcha el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) es derribar la antigua sede de El Progreso, lo que en su día fue cuartel de la Guardia Civil, que está en la avenida Padre Tacoronte esquina con calle Zapata. Ahí iba y construir un edificio de cuatro plantas que sirva como sede de servicios sociales, centro de día y servicio de acogida de emergencias y temporal para personas sin hogar o en situación de especial vulnerabilidad.
Con la pandemia, las administraciones vieron que Badajoz necesitaba un lugar donde acoger a personas si hogar. Durante el confinamiento tuvieron que desplegar camastros en el pabellón Juancho Pérez ante la falta de un espacio de este tipo. Entonces surgió la idea de habilitar una parte de los 2.000 metros cuadrados del futuro edificio de la avenida Padre Tacoronte como tal. Pero finalmente no será así.
Por otro lado, la Junta tramita la construcción de un centro para emergencias junto a la Academia de Seguridad Pública, en la frontera, para situaciones excepcionales.