El juicio en Badajoz al acusado de abusar de su sobrina, aplazado por la enfermedad de un forense
El tribunal ha aceptado el aplazamiento para que todos los peritos puedan testificar el mismo día
La ausencia por enfermedad de uno de los forenses que debían testificar ha provocado este martes la suspensión del juicio que sienta en el banquillo ... a un hombre que está acusado de abusar sexualmente de su sobrina cuando era mejor de edad.
La vista comenzó el lunes con la declaración del acusado, que niega los hechos, y la toma de testimonio a la víctima y a los distintos testigos propuestos por las partes.
Hoy estaba previsto que entraran en sala los peritos que han trabajado en este caso, pero la ausencia de uno de los forenses por enfermedad ha provocado la suspensión del juicio, que ha vuelto a ser señalado para el próximo 1 de febrero.
El abogado de la acusación, Emilio Cortés, ha indicado que el aplazamiento era conveniente para que todos los peritos testificarán un mismo día «en una única unidad de actuación».
Acusado de abusar de su sobrina de cinco años
En este juicio se sienta en el banquillo a un hombre por un supuesto delito continuado de abusos sexuales sufrido por su sobrina, que en el momento de ocurrir los hechos tenía cinco años de edad.En el escrito de acusación se indica que el procesado, sin antecedentes penales, se aprovechó de la superioridad que le otorgaba la relación de parentesco con la menor para realizar sobre la niña «actos atentatorios contra su indemnidad sexual».
Estos actos los perpetraba el acusado buscando la cercanía de la niña en los momentos en los que se reunía la familia, que era muy numerosa. Esos encuentros tenían lugar en la casa de los abuelos y en distintas casas de campo.
Indica la acusación que los actos sexuales se prolongaron durante seis años, consistiendo en besos en la boca y en el cuello, tocamientos e incluso actos de mayor entidad.
Entre los hechos que se relatan figura un episodio en el que el acusado aprovechó que estaban jugando al escondite para introducirse con la niña en una especie de armario, aprovechando ese momento para consumar este tipo de actos «pese a que la niña pugnaba por marcharse».
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