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Sergio Sancho tiene 15 años y el 29 de octubre estaba en su casa, un bajo de Catarroja, cuando el agua comenzó a entrar. Estuvo ... a punto de morir junto a su padre, pero resistió agarrado a una barra. Recuerda encogido este joven que un coche impactó contra la puerta de su vecina y ella se ahogó.
Ese día, además de sufrir una gran tragedia, Sergio y sus compañeros de 4º de la ESO del colegio San Antonio de Padua se quedaron sin muchos proyectos, entre ellos su viaje de fin de curso. La semana pasada esta escuela recuperó su actividad normal al poder abrir sus aulas de Infantil y esta semana se han llevado otra pequeña alegría porque la Fundación Princesa de Girona ha regalado un viaje a sus estudiantes afectados por la DANA. Han viajado a Extremadura coincidiendo con el Tour del Talento que organiza esta entidad y ayer conocieron al Rey.
La visita de estos estudiantes, sin embargo, ha sido breve. Llegaron a Mérida el miércoles, visitaron la capital y este jueves se trasladaron a Badajoz para participar en el Tour del Talento y conocer al Rey. Felipe VI estuvo unos minutos con ellos y les preguntó por su situación.
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Ana Carrilero, una de las profesoras que ha acompañado al grupo en el viaje, explicó que notan que sus estudiantes están afectados y que es ahora, meses después, cuando empiezan a asomar las consecuencias que han sufrido. «Es duro porque los ve sufrir más de lo habitual, pero ero son muy resilientes, la verdad».
Sergio Sancho fue uno de los estudiantes valencianos que charló ayer con el Rey. «Ha estado bien conocerlo», comentó.
Tanto él como su padre estuvieron a punto de morir debido a las inundaciones porque viven en un bajo. «Aguanté 30 minutos agarrado a una barra. La última llamada que le hice a mi madre fue con el agua por la cintura y le dije que no podía salir de casa», recordaba ayer este joven.
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La tarde de la DANA Sergio y su padre estaban en casa cuando el agua empezó a entrar por la puerta. «Cada vez más, nos llegaba a la cintura. Yo cogí lo más caro que había para llevarlo a las camas para que flotara hacia arriba, que se salvara. Luego intentamos abrir la puerta y con la presión del agua, no se podía. Nos tocó romper la puerta a base de puñetazos y luego con una barra de metal».
«Cuando salimos vimos un coche que venía con la corriente del agua, se estampó contra la puerta de la vecina y murió ahogada dentro, escuchamos sus gritos», explicaba el menor.
Durante un tiempo este joven no fue a clase, ayudó a su familia con la casa, pero todo ha ido volvieron a la normalidad, explica, salvo los recuerdos de ese día. Le ha gustado el viaje, sobre todo porque Extremadura «es muy distinta a Valencia». Lo que más le gustó de Mérida fue el puente romano y tanto a él, como a sus compañeros, les hubiese gustado visitar más sitios.
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