Un hombre se enfrenta a tres años de cárcel por matar cinco ibis eremita a balinazos en Montemolín
Los cadáveres de las aves fueron hallados en el techo de una residencia de ancianos ubicada junto a la casa en la que vivía el acusado
El Juzgado de lo Penal número 2 de Badajoz ha acogido el juicio que sienta en el banquillo a un vecino de Montemolín (Badajoz) acusado ... de haber causado la muerte a cinco ejemplares de ibis eremita tras dispararles con una carabina de balines de aire comprimido, unos hechos para los que la Fiscalía pide 3 años de prisión por tratarse de un ave clasificada como 'extinta' en el catálogo de especies amenazadas de Andalucía.
El acusado, que ronda los 40 años de edad, reside en las inmediaciones de la residencia de ancianos de Montemolín, en cuya cubierta aparecieron dos aves tiroteadas. Otra estaba en un terreno próximo y las otras dos fueron halladas en distintos puntos de la provincia de Cádiz, lugar al que regresaron después de recibir los impactos.
Las aves habían nacido en Andalucía gracias al Proyecto de reintroducción del Ibis Eremita que lleva a cabo la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía con el apoyo del Zoobotánico de Jerez de la Frontera (Cádiz).
Fueron los técnicos de ese proyecto quienes en agosto de 2019 dieron aviso a la Guardia Civil tras detectar la inmovilidad de la señal del emisor GPS que portaban para su seguimiento vía satélite un grupo formado por seis ejemplares jóvenes que habían realizado un vuelo de dispersión desde la provincia de Cádiz hasta Montemolín, al sur de la provincia de Badajoz.
Hasta allí se desplazaron los agentes del Medio Natural, quienes pudieron comprobar que las aves se encontraban en el tejado de la residencia de ancianos. Fue en ese lugar y en una explanada cerrada anexa donde hallaron tres ejemplares muertos.
La investigación se completó cuando fueron localizados los cadáveres de otras dos aves con impactos en la provincia de Cádiz: una en Béjar de la Frontera y la otra en Medina Sidonia.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil inició una investigación que concluyó con la identificación del vecino que ahora se ha sentado en el banquillo.
En sus pesquisas averiguaron que poseía una carabina de balines de la marca Gamo que no ha podido ser localizada. Igualmente determinaron que algunos de los disparos podrían haber sido realizados desde la vivienda en la que residía y desde un terreno vallado al que también tenía acceso el investigado.
Con esos elementos elaboraron un atestado que fue puesto en manos de la Guardia Civil y cinco años después se ha celebrado un juicio en el que se personó como acusación la Junta de Andalucía por tratarse de aves que habían sido criadas dentro de un costoso proyecto que busca la reintroducción del ibis eremita.
Igualmente presentó acusación popular la protectora SEO BridLife, que pide una pena de prisión de 1 año y 9 meses para el investigado. Además, las tres acusaciones solicitan que abone una indemnización de 25.000 euros para compensar el daño causado.
De este supuesto delito continuado contra la fauna se defiende el procesado, quien rechaza haber realizado los disparos y asegura que cuando ocurrieron los hechos él no se encontraba en Montemolín.
En el juicio fueron citados más de 20 testigos, muchos de ellos vecinos de Montemolín, y también los agentes del Seprona y de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura que realizaron la investigación.
David de la Bodega, responsable del Programa Legal de SEO/BirdLife, dijo al inicio del juicio que «la muerte intencionada de cinco ibis eremitas, una especie que apenas hace unos años ha salido de peligro crítico, supone una grave violación de la legislación internacional y nacional».
Conservar la especie
«El cumplimiento de las normas ambientales es una garantía para preservar la biodiversidad y conservar a las especies protegidas. La denuncia de las agresiones que sufre la fauna silvestre es esencial para alcanzar esos objetivos», añadió este experto, quien indica que SEO BirdLife ejerce la acusación popular en este caso «con el objetivo de conseguir una sentencia que permita reflejar las consecuencias legales que tiene la caza ilegal de especies protegidas y disuadir de su comisión».
Indica la protectora que el ibis eremita es una especie en peligro de extinción que en la actualidad tan solo cuenta con una población viable en el suroeste de Marruecos (cerca de Agadir), compuesta de más de 175 parejas y unos 750 ejemplares. Además, existe otra población semicautiva en Turquía (Bireçik).
«Gracias a documentos antiguos, se sabe que la especie estuvo presente en España hasta el siglo XVII y los tratados de zoología contemporáneos la sitúan en varios países del entorno alpino hasta, aproximadamente, la primera mitad del siglo XVIII», concluye la asociación SEO BirdLife.
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