Gragera: «Estoy muy agradecido a la Junta por el esfuerzo en el Carnaval de Badajoz»
El alcalde de Mérida dijo ayer que considera «una vergüenza que la Junta dé 25.000 euros al Año Jubilar Eulaliense y 100.000 al Carnaval de Badajoz»
No es dado a polémicas y esta vez el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, tampoco entra al trapo. El alcalde de Mérida, el socialista Antonio ... Rodríguez Osuna, dijo este jueves que «es una vergüenza que la Junta dé 25.000 euros al Año Jubilar Eulaliense y 100.000 al Carnaval de Badajoz».
La pregunta era hoy obligada al alcalde de Badajoz, que en octubre de 2022 hizo unas declaraciones muy parecidas. «La Junta da 4.000 euros al Carnaval de Badajoz y 16.000 a la feria de la tortilla de Villanueva», criticó para pedir más apoyo de la Junta extremeña a las fiestas de la ciudad.
El alcalde pacense no ha querido referirse este viernes al efecto bumerán de aquellas declaraciones. «Estoy muy agradecido a la Junta por el esfuerzo del Carnaval de Badajoz» ha sido su respuesta, además de recordar que el Ayuntamiento llevaba tiempo reclamando más dinero.
Sobre todo, desde que fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. Este título ha promocionado el Carnaval, lo que se ha traducido en más público y más infraestructura, por lo que se necesita más dinero. De hecho, el Ayuntamiento ha aumentado el presupuesto general de la fiesta hasta aprobar el más caro de toda la historia.
A esto ha contribuido la Junta, que ha aumentado su participación. En el anteproyecto de presupuestos de 2023 aparecían 25.000 euros, que subieron a 50.000 euros durante la tramitación parlamentaria. Este año la cantidad se ha doblado hasta 100.000 euros.
Gragera no quería este viernes valorar las declaraciones del alcalde de Mérida comparando las inversiones de la Junta, porque las entiende en clave local y fueron pronunciadas en un pleno del Ayuntamiento emeritense.
Soterramiento de la autopista
Por otro lado, el alcalde se ha pronunciado sobre la reunión que tuvo este jueves en el Ministerio de Transporte y donde le trasladaron que el Gobierno no va a financiar en solitario el soterramiento de la autopista. Este es uno de los proyectos estrella de la última campaña electoral, pero la BA-20 es una vía de titularidad estatal y el Ministerio no está dispuesta a pagar la obra. Los primeros cálculos apuntan a un coste de entre 15 y 20 millones de euros.
Gragera se compromete a buscar fórmulas de colaboración entre el Ayuntamiento y el Ministerio, pero no ve claro que otras administraciones como la Junta o la Diputación puedan participar de una obra pensada para borrar la «barrera física y psicológica» que supone la autopista. Para que otras administraciones colaboraran en el pago de la obra, cree que habría que cambiar el proyecto.
El problema de la autopista es que ha quedado dentro de la ciudad, de hecho es una de sus arterias principales, pero conserva una estética más parecida a una carretera que a una avenida.
Por eso quiere meter por el subsuelo el tráfico y crear un bulevar con jardines en el tramo que discurre entre el cruce de María Auxiliadora con Miguel Celdrán hasta el inicio de la Puente de la Universidad. Son unos 850 metros que cambiarían el diseño de la ciudad en un punto muy transitado. Este sería el primer tramo de una actuación que, a la larga, se iría extendiendo.
La ciudad ha asumido en los últimos años vías que eran titularidad de otras administraciones, como la circunvalación Reina Sofía o la avenida de Santo Cristo de la Paz. Pero para que el Ayuntamiento se haga cargo del mantenimiento de una nueva vía, la administración titular la debe dejar en perfecto estado de revista. Y es ese punto el que Gragera quiere aprovechar para convertirla en avenida. Teniendo en cuenta, sobre todo, que el Ministerio tiene más capacidad económica que la ciudad.
Además, el alcalde ha dicho que el Ministerio acaba de hacer un convenio con el Ayuntamiento de Madrid referente a la A-5, en el paseo de Extremadura en Madrid. Ahí el Ayuntamiento madrileño soterrará parte de sus vías y el Ministerio ha permitido que se actúe también en el enlace con la A-5.
Por eso el alcalde no cierra la puerta y quiere seguir hablando con el Ministerio. «Para ver cómo encaja el proyecto. No renuncio. Quiero seguir hablando de algo que es fundamental para eliminar barrera física y clara que impide conexión de Santa Marina, Valdepasillas y La Paz».
Entre otros motivos, el alcalde pone sobre la mesa que «todas las políticas de la UE van dirigidas a ganar calidad de vida, en términos de movilidad, verde y de acústica». Ha admitido que los vecinos de la autopista soportan ruidos que pueden estar sobrepasando los límites permitidos por la UE.
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