Goya y su legado, la exposición más importante del MUBA

Cristóbal Toral es el artista que firma 'D'après La Familia de Carlos IV', el lienzo que está inspirado en el retrato que en 1800 Francisco de Goya realizó a laFamilia Real. «Este no es un cuadro de Goya, esta obra de 1975 representa una nueva lectura del retrato. Las maletas son muy significativas porque este retrato Toral lo pintó al morir Franco, cuando no se sabía si la Familia Real reinaría en España», explica la directora del Muba, Maite Rodríguez, que destaca que la importancia de este lienzo está ligada a los dos lienzos que se exponen junto a él. Un retrato de Carlos IV y otro de María Luisa de Parma. Estos sí los pintó Goya, y estarán en Badajoz durante los próximos meses.

Estas son algunas de las 59 piezas que reúne la muestra de Goya y su legado, donde se exponen 23 grabados y cuatro óleos del pintor aragonés. Unos trabajos que por primera vez se exponen en la ciudad en un contexto en el que dialoga con otros artistas nacionales e internacionales, y que se suma a la adquisición que el año pasado hizo el MUBA en una subasta de Madrid de una serie original de grabados de 'Los caprichos de Goya'.

«Un museo de bellas artes como es el nuestro debe plantearse tener en la colección algo de la producción de Goya, lo más asequible son los grabados. Ya teníamos uno, el de 'El Agarrotado', y nos planteamos adquirir una serie completa», afirma Maite Rodríguez, que destaca que esta exposición es la más importante que ha tenido el museo en sus cien años de historia.

La serie de los caprichos de Goya, plasma los vicios, las equivocaciones y lo refleja como artista de un momento muy determinado. Estos grabados se completan con los lienzos que han llegado a la ciudad cedidos por el Museo Reina Sofía, el Goya de Zaragoza o del Archivo General de Indias.

Precisamente de este último son los lienzos de Carlos IV y María Luisa de Parma. «Estos cuadros son la estrella de la exposición. Fueron encargados a Goya por la Real Fábrica de Tabacos en un viaje que hicieron los Reyes de España a Sevilla», cuenta la directora del museo.

Cuando el aragonés realizó estos retratos ya se le reconocía como pintor de cámara, pero no fue a lo único que se dedicó. Utilizó la pintura para criticar la guerra, la religión o para reivindicar el feminismo. «De ello habla en los grabados cuando se mofa del pintor de cámara representándolo como un mono, donde lo que hace es replicar lo que el rey le ordena».

Los Caprichos con los 80 grabados, que compró el museo hace un año, están encuadernados y expuestos en una vitrina. Junto a ellos se encuentran los grabados que demuestran el trabajo de Goya como testigo de la historia, donde el museo confronta los grabados del pintor con obras contemporáneas de Salvador Dalí, Robert Capa, Pablo Picasso, Paula Rego o Fernando Botero.

En la muestra también está una de las imágenes más famosas de Capa. La fotografía de la muerte de un miliciano está inspirada en el boceto de 'La carga de los Mamelucos', que Goya pintó en 1808 durante la Guerra de la Independencia, cuya obra final se encuentra en el Museo del Prado. «La serie Los desastres de la guerra que Goya realiza entre 1810 y 1814 influye en artistas posteriores. Unos bocetos en los que destaca el terror, lo solidario y los desastres que ocasionan la guerra», cuenta Maite.

Pero a Francisco de Goya no solo le preocupó la guerra, también la situación de la mujer. De ahí que las majas sean conocidas en todo el mundo , y que hayan servido de reflejo en obras posteriores como 'El desnudo del clavel rojo', que pintó Zuloaga no solo por ser uno de los admiradores de Goya, sino porque también hablaba de los mismos temas que interesaban al autor aragonés, como la prostitución.

A esta maja, la del pintor vasco la han visto ya 3.500 visitantes en Badajoz. «Para nosotros es una exposición única, con el coste más alto de toda nuestra historia y tener a los dos cuadros del archivo de Indias es todo un lujo», subrayaba satisfecha la directora del MUBA, que está satisfecha por la calidad de la exposición.