Vélez se va de Vox, pero Fragoso lo mantiene como edil de Limpieza
El edil pasará a ser no adscrito a ningún grupo político y seguirá contando con Antonio Pozo como secretario y Juan Antonio Morales como asesor
El exconcejal de Vox, Alejandro Vélez, su secretario, Antonio Pozo, y su asesor, Juan Antonio Morales, continuarán en sus puestos dentro del Ayuntamiento y nada cambiará para ellos dentro del Gobierno local.
Así lo confirmó ayer el alcalde, Francisco Fragoso. Este insistió en la idea de «estabilidad» para mantener a Vélez al frente de la concejalía de Limpieza, Poblados y Parque Móvil. Los otros dos son cargos de confianza del alcalde elegidos por Vélez y continuarán así.
Vélez, Pozo y Morales anunciaron ayer que abandonan Vox, la formación con la que concurrieron a las elecciones. Vélez como candidato a alcalde de Badajoz, Morales para presidir la Junta de Extremadura y Pozo como diputado regional. Estos dos últimos se marcharon del PP un año antes de las últimas elecciones regionales y se dedicaron a formar la estructura del partido en la provincia de Badajoz. Esta ya tenía algunos miembros, pero ellos ficharon a otros descontentos con el PP y abanderaron una derecha sin complejos que logró un concejal en el Ayuntamiento, pero ningún escaño en la Asamblea.
Por ese motivo, Morales y Pozo negociaron esos contratos de confianza en el Ayuntamiento dentro de los acuerdos para que Alejandro Vélez votara a favor de la investidura de Fragoso. Pozo es también concejal en Guadiana.
Dentro del partido supone la victoria del diputado nacional por Badajoz, Víctor Sánchez del Real, que abrió una guerra hace meses a costa de la elaboración de las listas en las últimas elecciones nacionales. La formación abrió expediente de expulsión a Vélez, después un juez decretó la anulación de ese expediente y ahora son ellos los que deciden marcharse.
«Morales y Pozo se marcharon del PP un año antes de las elecciones y formaron la estructura de Vox en la provincia»
Los cambios para el Ayuntamiento serán imperceptibles. Vox deja de tener representación en el Consistorio. Vélez pasará a ser concejal no adscrito y, por tanto, perderá la asignación que reciben como grupo municipal. Esto es, 1.364 euros al mes.
Pero mantendrá competencias, sueldo, despacho, el secretario y el asesor y continuará en las comisiones de las que forma parte.
El voto de Vélez en el pleno es determinante, a pesar de que es el edil que menos sufragios obtuvo en 2019 con 3.789 papeletas y entró por los pelos, con el 5,52%.
Aun así, Alejandro Vélez apuntala la mayoría absoluta del tripartito formado por PP, Cs y el ahora edil no adscrito. Juntos, los tres suman 14 votos frente a los trece del PSOE (doce) y Podemos (uno). Por eso, su voto será definitivo en junio, cuando Fragoso se marche de la alcaldía para que el candidato de Cs, Ignacio Gragera, sea alcalde hasta las elecciones de 2023.
Gragera descarta que este cambio abra un nuevo escenario ante su toma de posesión como regidor en dos meses ni rechazará el voto del edil no adscrito. Está pactado que Vélez continúe en su equipo.
El jefe de la oposición es el socialista Ricardo Cabezas, quien ayer lamentó la situación que vive el Gobierno local. «No todo puede valer para mantenerse en el poder». La concejala de Podemos, Erika Cadenas, incide en que Gragera tiene «una ambición desmedida que le lleva a no importarle ir de la mano de un franquista que ha abierto una senda peligrosa en estos dos años (...) con una actitud reaccionaria y un discurso de odio». En el pleno de marzo, por ejemplo, propuso una estatua para Franco y en las últimas semanas se ha manifestado contra el imán de la ciudad, Adel Najjar.
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