El Ayuntamiento recuperará el parque acuático si AquaBadajoz se liquida

El Ayuntamiento recuperará la concesión administrativa del parque acuático AquaBadajoz, antiguo Lusiberia, si la liquidación de la sociedad que lo gestiona sigue adelante y el proyecto no reflota.

Así lo dijo ayer el alcalde de Badajoz, Francisco Fragoso, quien explicó que el Ayuntamiento licitaría de nuevo las instalaciones llegados a este extremo.

Estas son unas instalaciones municipales cuyo uso fue adjudicado a Aqualand Extremadura SL en 2001 por 75 años. Es un caso similar a los multicines Puente Real, donde la empresa que lo gestionó abandonó la concesión y el edificio revirtió al Ayuntamiento. Con el tiempo lo convirtieron en el Centro Joven con ayuda de la Junta de Extremadura.

La sociedad está en fase de liquidación, según el edicto del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Badajoz con fecha del 11 de mayo de este año. En esa misma decisión judicial se declara disuelta la entidad Aqualand Extremadura y los administradores concursales buscan ya una solución a estas instalaciones. Los socios descartaron realizar la aportación económica que necesitaba la sociedad para seguir funcionando el año pasado, por lo que iniciaron un concurso de acreedores voluntario.

Como se ha indicado antes, la sociedad gestionaba una concesión municipal a la que aún quedan 55 años en vigor. De ahí que el alcalde abriera ayer la puerta a retirar la concesión y licitarla de nuevo. Este proceso no será inmediato, sino que los trámites requieren de un tiempo que hacen inviable la apertura del parque este verano.

De todas formas, la situación concursal de la firma es incipiente y, por lo que dijo ayer Fragoso, los administradores concursales solo han tenido algún contacto formal con el Ayuntamiento sin profundizar en la situación en la que se encuentra el parque acuático.

Lo que sí tiene claro el alcalde es que «el dinero público no está para reflotar las empresa privadas y que el Ayuntamiento ponga medio millón de euros si le hace falta para cuadrar las cuentas». De esta manera, replicó a la directora general de Aqualand SL, María del Mar Asesio, que en declaraciones a HOY dijo el martes que habían echado en falta apoyo municipal para evitar el cierre. Sobre todo, por tratarse de un atractivo turístico que acogía visitantes del resto de la región y de Portugal. También por prestar un servicio a Badajoz. «Hoy son ellos y mañana pueden ser otros. Y esto no funciona así», añadió.

El parque acuático no pidió auxilio a la Junta de Extremadura, según indicaron fuentes de la compañía a HOY, por tratarse de una concesión municipal y entender que el Ayuntamiento era quien podía cooperar. Sin embargo, en los inicios del proyecto, la Junta tuvo una participación del 24,5% en el proyecto. Lo hizo a través de la Sociedad de Fomento de Extremadura, integrada actualmente en Avante. La relación terminó en 2010. De todas formas, los socios privados controlaban la sociedad con el 75,5% de los del capital social. Este era de 400 millones de pesetas.

Conforme avance el procedimiento judicial se aclararán algunos datos porque la concesión municipal data de 2001. Entre ellos, qué tipo de concesión que tienen. Hace 20 años, el Ayuntamiento invirtió en el ferial 400 millones de pesetas que le dio la Junta de Extremadura, una cantidad con la que se urbanizó la zona y dejó un espacio para ese parque de atracciones.

Fue entonces cuando Aqualand Extremadura ganó el concurso e invirtió 8,1 millones de euros en levantar las instalaciones. Años después añadieron más atracciones y más dinero.

Hace dos décadas, el parque tenía actividad durante bastantes meses y no solo se centraba en el verano. Últimamente estaba centrado en las piscinas, aunque un grupo de trabajadores que comenzó a trabajar en 2019 trató para recuperar actos que dieran viabilidad al proyecto más allá de los toboganes y las piscinas. Intentaban tener un negocio atractivo, según explica la compañía, pero la pandemia afectó a una empresa que ya andaba con dificultades. Y, de ahí, que el verano pasado solo estuviera un mes en funcionamiento. El 20 de julio cerraron las puertas y el personal recibió su liquidación el 31 de julio.