Feria de San Juan 2025

La Orquesta de Extremadura actuó bajo una nube de insectos en la noche de San Juan

Los pacenses que acudieron el día 23 por la noche al Parque del Río estaban con la mirada puesta en el cielo, y no precisamente por los fuegos artificiales de la Feria de San Juan, que empezaron con más de media hora de retraso porque todos los efectivos de bomberos estaban trabajando en la extinción del incendio que tuvo lugar a última hora de la tarde en Cerro Gordo.

Antes de que los fuegos iluminaran el cielo de Badajoz, una nube de insectos fue lo que llamó la atención de las miles de personas que se congregaron en la margen derecha para disfrutar del concierto que ofreció la Orquesta de Extremadura, cuyos músicos tuvieron que parar por este motivo durante más de diez minutos.

La actuación que sirve de preludio al espectáculo de fuegos artificiales estuvo dirigida por Benavent y los músicos interpretaron obras clásicas como la Obertura de Guillermo Tell (Rossini), la Obertura Egmont (Beethoven), la Suite Peer Gynt (E. Grieg), el Vals de Masquerade (Khachaturian), el Vals Frühlingsstimmen (Strauss II), Cinema paradiso (Morricone), Can-can de Orfeo en los infiernos (Offenbach), y otras más populares como, Preludio de La verbena de la Paloma (T. Bretón), Preludio de El niño judío (Luna) Pasacalle de La alegría de la huerta (Chueca), además de canciones propias del folclore extremeño como la jota del Candil.

Pero el escenario que el Ayuntamiento montó para la ocasión en el embarcadero del parque del río se llenó de insectos cuando cayó la noche y se encendieron los focos que iluminaban a los músicos, que aprovechaban los momentos en los que no tenían que tocar para ahuyentarlos.

Fue sobre las 23.10 horas cuando decidieron parar y ajustar las luces para intentar continuar. Un descanso que no estaba previsto y que se alargó más allá de los diez minutos que anunciaron en un primer momento. La orquesta quería valorar si podía seguir tocando con calidad, y retomó con las piezas que le quedaba cuando el reloj encaraba ya la media noche.

La OEx pudo terminar su concierto, pero lo hizo con luces rojas y mucho más tenues que las que iluminaban al comienzo. Una situación que no fue solo incómoda para los músicos, sino también para las miles de personas que habían colocado sus toallas y hamacas alrededor del escenario para seguir el espectáculo con comodidad.

Sobre esta actuación y una posible solución de cara a los próximos años preguntó HOY a la gerente, Hae Won Oh, que este martes prefirió no valorar lo sucedido. Con el sonido de los primeros cohetes, poco después de las 00.15 horas, la atención que hasta ese momento se había centrado en los insectos y la música desapareció y tomó protagonismo el espectáculo pirotécnico.