Convertir una alergia en un modo de vida
Nieves Benítez, peluquera de productos 100% naturales
Su pasión por la piel y la moda llevaron a Nieves Benítez, (Puebla de Obando) a formarse como peluquera. Una profesión, que según ella misma ... cuenta, le ha dado casi tanto como le ha quitado. Pues en su periodo de formación nunca imaginó que tendría que reinventar su modelo de negocio.
Una alergia a los químicos que contienen los productos de belleza, champús y maquillaje le obligó a cerrar la peluquería que tras varios años de formación y experiencia en otros salones de belleza decidió abrir en Mérida. «Siempre había trabajado en esta ciudad y tenía ahí a mis clientes, decidí arriesgar y abrir mi propio salón y no me pudo ir mejor. Era difícil coger cita porque tenía mucho trabajo», recuerda.
Entre tanto trabajo un día Nieves amaneció con la cara deformada. «Me apareció de un día para otro. Era como un hinchazón, pero creí que se quitaría y seguí trabajando», cuenta.
Al ver que el problema persistía decidió acudir al hospital, donde le explicaron que su estado podría deberse a la exposición excesiva a los productos de la peluquería, algo que en un primer momento no quiso creer.
Fue tras unas vacaciones cuando se le volvió deformar la cara y comenzaron a aparecer las erupciones cutáneas. «Me dan alergias los champús, los acondicionadores, la cera de depilar, los pintauñas... Absolutamente todo con lo que yo trabajaba», explica Benítez.
Esto le obligó a cerrar su peluquería, la misma que había logrado poner en pie a base de trabajo y donde no le faltaban clientes a diario. «Cuando fui al médico tenía ya algunos órganos afectados, como los pulmones y me prohibió volver al salón».
Lo más duro para ella fue echar el cierre al negocio que era su sueño, su modo de vida y que tanto le había costado poner en pie. «Yo no sabía ni podía hacer otra cosa y había invertido mucho tiempo y dinero en formarme y en sacar adelante mi negocio», destaca esta profesional que dice pasó de tenerlo todo a nada.
Los tres años después de su diagnóstico Nieves los pasó en casa investigando. En este periodo también nació su hija, cuyo embarazo fue delicado por esta intolerancia.
Su alergia no solo le ha afectado a nivel laboral, también le impide llevar a cabo una vida normal. Su organismo no tolera los productos de limpieza, cosméticos, colorantes o cualquier otro compuesto químico. De hecho, Benítez apenas puede ir de compras porque los tintes de los tejidos le provocan heridas en las manos. El tucano, catón y a la parafenilendiamina, que son los que están presentes en pintauñas, cosméticas y tintes son los químicos que afectan a su salud.
Después de dos años en paro Nieves creó una página web para trabajar desde casa. «Era lo único que podía hacer, y para mí suponía también una forma de ayudar a las personas que tienen este tipo de alergias porque buscaba aconsejarles y vender productos ecológicos que yo utilizo».
La web no le dejó ingresos suficientes para que este nuevo negocio fuese rentable. Así, contra el deseo de toda su familia decidió volver a abrir una peluquería. «Mis seres queridos no me apoyaban porque veían que esto era peligroso para mí. Pero mi intención era solamente cortar el pelo y peinar», dice.
Una tarde de lluvia fue a visitar los locales en alquiler que había en la Zarza, el pueblo al que se trasladó a vivir con su familia a cuando tenía 17 años. «Pensé que era una locura, que tendría que cerrar y que terminaría muerta o en el hospital».
Tratamientos ecológicos
Un año y medio después de esta decisión Nieves no deja de recibir clientes que acuden desde cualquier punto de Extremadura como Montijo, Castuera o Villanueva de la Serena para recibir uno de sus tratamientos capilares o estéticos.
En el local que tiene en la avenida de la Constitución, de la Zarza, Nieves no solo corta el pelo. Sus ganas de superarse, innovar y su investigación en productos naturales, a la que dedicó los dos años después de aparecer la enfermedad, le han dado la posibilidad de fabricar los tintes ecológicos con los que ahora tiñe a sus clientes.
«He estudiado sobre las composiciones de cremas, champús y me he especializado en mis alergias. Yo no he montado la peluquería para ofrecer productos naturales, sino para ofrecer salud», destaca esta peluquera, que ha estudiado las diferentes plantas para poder crear tintes naturales que no le dañen la piel.
«No quiero que se me conozca por dejar a la gente guapa, sino que mis clientes estén saludables con mis productos»
«Esto lo voy haciendo a base de ensayo-error. No es como el tinte químico que sabes el color que te va a salir. Aquí es probar».
El cambio que Nieves ha experimentado en su vida lo ha trasladado a su trabajo, donde atiende a todo tipo de clientes, sin perder de vista su objetivo principal, que no es otro que dar salud a personas con alergias, problemas cutáneos y otras intolerancias. «No quiero que se me reconozca por dejar a la gente guapa. Mi intención es que las personas consigan estar más saludables gracias a mis productos», destaca la profesional que ha hecho de su alergia su modo de vida.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.