Badajoz expone su 'Gernika' en el MUBA

«Estaba claro que esta obra tenía que estar en el MUBA en algún momento porque el museo siempre busca las exposiciones que más puedan interesar por la calidad artística de las obras que se pueden exponer, pero también a veces mueve el interés histórico o documental de un hecho histórico», subraya satisfecha la directora de la sala, María Teresa Rodríguez.

La pintura de Blasi, que recuerda a los fusilamientos del 2 de mayo de Goya o al Gernika que Picasso pintó ese mismo año, atestigua lo que ocurrió en Badajoz en agosto de 1936. «Unos hechos que son conocidos porque existen documentos gráficos y prensa de la época. De hecho el periodista Mario Neves hizo unas crónicas terribles sobre lo que estaba ocurriendo, lo mismo que René Bru con la fotografía», explica.

Apoyadas en estas crónicas y en las imágenes de Blues acompañan en la sala al cuadro de 221 x 327 centímetros varios paneles con varias cabeceras de periódicos que recuerdan este hecho. El diario de Burgos, El Socialista, La Vanguardia, el Diario de Lisboa o el ABC, fueron algunas de las cabeceras que se hicieron eco de lo acontecido en la ciudad. «Los historiadores constatan que en la plaza de toros sí murió gente, pero era más un campo de concentración para después llevarlos hasta el cementerio, donde los fusilaban y quemaban», relata la directora del MUBA que asegura que las gestiones para traer esta pieza a la ciudad comenzaron hace más de un año.

En la pintura de los fusilamientos de la plaza de toros son muy comunes las formas redondeadas. La simbología o el color rojo tienen mucha presencia en la imagen que diferencia con luz a los represaliados, en el interior del ruedo, de la sociedad de Badajoz formada por la Guardia Civil, los militares, el clero y la alta sociedad, que están en las gradas, a la sombra viendo el espectáculo.

Cabe destacar que la obra creada al óleo sigue los postulados formales de los carteles durante la Guerra Civil que incluye a las figuras sencillas con formas redondeadas son un elemento común de los carteles de la época que realizaban los artistas adscritos a la República, que constrastan con las formas abruptas y puntiagudas de los carteles del nazismo.

«La imagen que plasmó con su pincel trascienden a lo puramente local y podría ser un cuadro internacional. Hoy estamos viendo guerras muy tristes en la televisión, y estamos viendo cómo las ultraderechas están invadiendo Europa, por eso creo que es necesario recordar de donde venimos porque la historia se repite sino las guerras hubieran terminado hace mucho» argumenta María Teresa convencida de que es importante hacer pedagogía sobre esto.

El cuadro volverá a su museo, en Barcelona a partir del 12 de octubre. En los primeros días ya ha atraído a un público numeroso y ha suscitado mucho interés en redes sociales, donde el vídeo de su montaje ha sido uno de los más vistos de la historia de la sala. «Habrá tiempo para visitarlo, la noche en blanco es una noche importante para el museo, aproximadamente 2.500 personas suelen pasar por aquí ese día, pero también queremos que los profesores de los institutos aprovechen los meses de septiembre y octubre para traer aquí a los alumnos y esperamos que todo el mundo quiera aprender lo que pasó», sentencia.

La pintura se encuentra en la sala cero y más allá de los paneles está apoyada en un documento audiovisual que también relata los hechos. «Es un cuadro que despierta mucho interés en la ciudadanía y estamos muy agradecidos al Museo Nacional de Arte de Cataluña por haber aprobado este préstamo porque no es normal que una obra de estas dimensiones, que ya estuvo el año pasado en el Reina Sofía vuelva a salir ahora de su museo. Y han dejado que vuelva a salir para estar en Badajoz porque entendieron que era obligación que este cuadro viniera aquí», subraya Rodríguez.

Una obligación a la que también se ha sumado la asociación para la recuperación de la memoria histórica y la Diputación de Badajoz, que estuvieron presentes en la inauguración el pasado martes, y que según el museo juegan un papel muy importante. «Había mucha expectación por la llegada del cuadro, fue una inauguración emotiva, reivindicativa y sobre todo una invitación a venir a conocer la historia de la ciudad».

Los visitantes pueden llevarse también en forma de papel de periódico un folleto que explica la exposición, y que ha sido elaborado por el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Extremadura, Julián Chaves Palacios, que suma 13.500 muertes durante los tres años de contienda, de las cuáles 11.200 tuvieron lugar en la provincia de Badajoz. Una cifra que según el historiador «pone de manifiesto que pese al empeño de los responsables de estos desmanes en la capital pacense de quitarles importancia, su número y grado de arbitrariedad demuestran el alcance de unos hechos que alcanzaron repercusión internacional», apunta el historiador.

En su texto sobre la exposición también destaca que aunque en Extremadura se ha avanzado mucho en la exhumación de fosas comunes el esfuerzo debe continuar para que muchas familias conozcan el paradero de sus familiares tras 90 años de espera.