Más de 300 Reynolds celebran los 200 años de la familia en Portugal y Badajoz

Más de 300 personas se reunieron este sábado en Portugal para celebrar la llegada del primer Reynolds al país desde Inglaterra hace doscientos años. Fue Thomas William Johnson Reynolds, un oficial de la Marina inglesa retirado que arribó a Oporto con un negocio para exportar vinos y naranjas a su país entre 1820 y 1825. Llegó con tres hijos, que emprendieron en la industria del corcho en Portalegre, Estremoz, Azaruga y Alburquerque.

Fue uno de sus vástagos, Roberto, el primero que cruzó la Raya y se casó con Gracia Pérez-Montalvo en Oliva de la Frontera. Tuvieron siete hijos y uno de ellos, Roberto Rafael Reynolds Pérez-Montalvo, construyó el palacio de Estremoz en 1905. Casado con Rita Estebán, los dos murieron en 1927.

Durante la Guerra Civil española, el palacio acogió el colegio de los Jesuitas de San José de Badajoz y allí estudiaron alumnos extremeños y andaluces hasta que el Ejército lo compró en los años 50. Hoy está integrado en las dependencias del Regimiento de Caballería número 3 radicado de Estremoz.

Este matrimonio tuvo cinco hijos. Uno de ellos, Carlos Juan, estudió violín en Alemania y, al volver, se encargó de la fábrica familiar de corcho de Alburquerque hasta que se instaló en Badajoz. Se casó con Gloria de Miguel Martínez (hija de Regino de Miguel) y tuvieron trece hijos que les dieron 72 nietos. Muchos de ellos y sus descendientes residen aún hoy en Badajoz.

Hasta nueve ramas de la familia Reynolds procedentes del promotor del palacio se reunieron este sábado. Se dieron cita portugueses, españoles y algunos también que volvieron a Inglaterra o se instalaron en Irlanda.

En la sala donde se celebró el almuerzo, ya fuera del palacio, colocaron un árbol genealógico desde el primer Reynolds que salió del condado de Devonshire con destino a Portugal hasta las últimas generaciones. Entre ellas, las que residen en Badajoz.

Muchos de los inscritos en ese árbol ni se conocían, pero se encontraron en una fiesta familiar que se alargó hasta primeras horas de la noche del sábado.