«El sistema autonómico ha hecho que la sanidad sea insostenible»

José Jerez Iglesias (diciembre de 1942, Cáceres) lleva trabajando desde los 14 años. Empezó como aprendiz en unos almacenes el 1 de agosto de 1957 y luego se dedicó al sector de los concesionarios de automoción. Hoy tiene su propio despacho de auditoría y consultoría en Badajoz, donde vive actualmente.

Tiene diez hijos y 16 nietos, y aunque parezca imposible, también ha tenido tiempo para dedicarse a los libros. Estudió en la Escuela de Comercio de Badajoz, después se convirtió en licenciado en Económicas y Empresariales por la UNED, donde además hizo un máster en Derechos Humanos. Fue vicepresidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País y presidente del C. D. Don Benito. También estuvo veinte años acudiendo cada viernes por la tarde a la UNED en Mérida como profesor tutor de Economía de la Empresa.

Además, es doctor en Derecho, un título que consiguió en marzo de 2019. Defendió ante un tribunal la tesis titulada 'El derecho de protección de la salud en España: Una propuesta de financiación y provisión de las prestaciones sanitarias con libre elección de los asegurados'.

Precisamente sobre ese asunto hablará en las dos conferencias que ofrecerá en el marco de Aula HOY. La primera será en Cáceres el lunes, 10 de febrero, en la sede de Cajalmendralejo ubicada en la Casa de los Málaga a las 20. 15. A la misma hora se le podrá volver a escuchar en Badajoz el martes, 11 de febrero, en el salón de actos del Colegio Oficial de Farmacéuticos.

-¿Qué defiende en su tesis?

-Hago un estudio sobre las prestaciones sanitarias en España y analizo la incidencia que tienen las autonomías en ese asunto. Observo que la está asfixiando y hay un endeudamiento brutal. Además, me refiero a la obsolescencia de los equipamientos de la sanidad española. En torno al 60 por ciento de los equipos están desfasados y eso impide aplicar buenas técnicas. Asistencialmente también está claro que las listas de espera en las diferentes especialidades son excesivas.

-Es una crítica directa al sistema sanitario actual.

-El sistema autonómico ha hecho que la sanidad sea insostenible. Han creado 17 sistemas de salud y eso no puede ser. Por ejemplo, un extremeño no se puede desplazar a otro territorio para recibir tratamiento salvo que lo autorice la propia Junta. Además, las atenciones que presta Extremadura al resto de los subsistemas españoles tienen pendientes de cobro unos 80 millones de euros, según lo publicado por la prensa. Está claro que el sistema de salud actual es insostenible. No funciona ni financieramente ni tecnológicamente ni asistencialmente ni territorialmente. Por eso hay que ir hacia un nuevo modelo que se adapte a las circunstancias de España en este momento.

-¿Cuál es ese modelo?

-Hay que basarlo en la eficiencia, la eficacia y la libre competencia. Eso es compatible con el ordenamiento constitucional español. Los hospitales tienen que vivir con los ingresos que sean capaces de generar. Para eso se necesita un sistema centralizado que se encargue de financiar. El ciudadano tendría una tarjeta con la que pueda elegir libremente un centro hospitalario concertado, público o privado de cualquier lugar de España. La sanidad pública seguiría dependiendo de las autonomías, pero la financiación se efectuaría a nivel nacional. Financiaría las prestaciones que realiza a cada usuario. Para ello se incluirían dos conceptos: el precio de la prestación básica y una cantidad destinada a equipamiento e inversiones.

-También propone la creación de un banco de crédito sanitario.

-Sí. El objetivo es que financie exclusivamente a los centros públicos, es decir, que estos gozarían de una facilidad para renovar equipamientos y les podrían dar hasta el 75 por ciento aproximadamente del dinero que necesitasen. Esto solucionaría la obsolescencia tecnológica.

-Este planteamiento supondría una revolución en el sistema sanitario. ¿Es posible llevarlo a cabo?

-No hay más remedio que replantearse este asunto. Sé que es muy difícil porque todo tiene un matiz político, pero hay que buscar soluciones. El problema es que hay que derribar muchos muros. Habría que pasar de gestionar presupuestos a pensar en que los ingresos sean mayores que los gastos.

-¿Y eso supondría recortes en el sistema sanitario?

-No, porque el paciente tendría una tarjeta sanitaria con la que podría acceder al hospital que quiera de España y el que presta el servicio es el que cobra. Para el usuario es necesario establecer un sistema de copago porque hay un abuso. El gratis total es insostenible. Hay que crear un método en función de la renta no solo para el acceso a las medicinas, sino también para la asistencia. De hecho, propongo dar créditos de manera gratuita a los usuarios en función de sus patologías. Se trata de una cuestión educativa, más que de recaudación.

-Otro problema que se está observando en los últimos años es la falta de médicos. ¿Qué se puede hacer ante eso?

-El sistema está montando de tal forma que al final los profesionales se van a la privada. También a otras comunidades autónomas. Por eso hay que crear un sistema competitivo en el que lo privado y lo público tengan las mismas condiciones y tarifas de precio. Con el sistema que propongo se conseguiría una competencia equilibrada en la que el factor precio quedaría anulado y primaría la calidad, es decir, el que preste el mejor servicio.