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Rafael Santandreu presentará su libro 'No hagas montañas de granos de arena' el miércoles en Badajoz. HOY
«Nuestra salud emocional depende, en gran medida, del entrenamiento de la mente»
Rafael Santandreu, psicólogo y escritor

«Nuestra salud emocional depende, en gran medida, del entrenamiento de la mente»

Presentará su libro 'No hagas montañas de granos de arena' en el Aula de Cultura HOY, en un acto que tendrá lugar el miércoles en el salón de actos de Cajalmendralejo

Marisa García

BADAJOZ.

Domingo, 12 de enero 2025, 07:58

El psicólogo y escritor Rafael Santandreu (Barcelona, 1969) presentará en el Aula de Cultura HOY su último libro, 'No hagas montañas de granos de arena', en un acto organizado por la Fundación Vocento con el patrocinio de Cajalmendralejo y Conesa, que tendrá lugar el próximo miércoles, 15 de enero, a las siete y media de la tarde, en el salón de actos de Cajalmendralejo en Badajoz. El reconocido autor, que ha vendido 1,5 millones de ejemplares de sus libros, dará a los asistentes las claves para «reeducarse» para la felicidad.

–¿Cuáles son las principales herramientas que propone en su libro para no hacer montañas de granos de arena?

–Copiar el diálogo interno de las personas que están encantadas de la vida. Se puede aprender. Ahora bien, tendrás que cambiar de creencias a nivel profundo. Te darás cuenta de que tienes un montón de convicciones que te arrastran para abajo y no eres consciente de ellas. Hasta piensas que, de alguna forma, te ayudan.

–Póngame un ejemplo.

–Muchas veces, tenemos la siguiente creencia irracional: «Todo el mundo me debe tratar bien todo el tiempo». Si te dices eso, vas a enfurecerte cada día un montón de veces porque eso no va a suceder. Y ¿sabes qué? No hace ninguna falta. Con que los más cercanos te traten bien es más que suficiente. Aunque tampoco todo el tiempo, porque son humanos y fallan como tú.

–Asegura que al menos un 30% de las enfermedades que se tratan en las consultas de los médicos son psicosomáticas, producidas por nuestra propia mente. ¿Qué podemos hacer para curarlas?

–Son dolores de espalda, migrañas, cansancios exagerados y muchas otras pseudoenfermedades para las que el médico no encuentra nada. Tienes que convencer a tu mente de que estás bien. Se ha vuelto hiperprotectora y por eso te envía esos síntomas erróneamente. Tienes que usar el diálogo interno de una persona sana y empezar a hacer vida normal. De forma decidida y perseverante.

–Una de sus sugerencias más curiosas es tirar una moneda al aire para resolver los problemas de pareja y permitir así que uno de los dos se lleve el gato al agua pero sin imposiciones. ¿Esa es la solución, nada de imposiciones?

–Sí. El problema número uno de las parejas es no respetar la democracia. Poquísimos respetan la libertad de decisión del otro. Todo el tiempo queremos que haga lo acertado, lo justo, lo correcto. Eso sí, nuestra idea de correcto. Casi todas la peleas son fruto de eso. Presionamos y nos presionan continuamente y eso no hay quien lo aguante. Ten el coraje de tirar una moneda al aire para resolver cualquier desacuerdo –pequeño o grande– y verás cómo se acaban las riñas para siempre.

–La Organización Mundial de la Salud declaró la soledad como un problema de salud pública mundial y advirtió de las serias consecuencias que eso podría acarrear en el futuro. Sin embargo, usted dice que en un 90% de los casos la soledad no existe, que es algo que estamos creando nosotros. ¿Por qué tanta gente se siente sola? ¿Qué hay que hacer para superarla?

–Existe la soledad real, la de las personas impedidas o muy mayores que no se pueden valer por sí solas. Pero en el resto, que es la mayoría, es una construcción mental. Y se soluciona dándote cuenta de que nunca estás solo, a tu alrededor hay miles de personas maravillosas a las que amar. Y, además, también puedes amar cosas o actividades, como la naturaleza, la música, el deporte o el trabajo. Pero, en cambio, si te dices a ti mismo: «Oh, sin fulanita no puedo ser feliz», «Sin ti yo muero», «Sin ti no soy nada», vas a sentirte horriblemente solo, abandonado y mil desastres mentales más.

–Las canciones de amor no ayudan mucho.

–Son elegías al amor neurótico y dependiente. Y las ponen en la radio a todas horas. Sería mucho mejor decirle a nuestra pareja: «Cariño, te quiero mucho, pero no te necesito nada. Escojo estar contigo pero solo también me iría genial». Es mucho más romántico un amor libre, sin dependencias, que no ese que cantan casi todas las canciones.

–Considera que lo único que de verdad importa es la capacidad de amar. ¿Cree que la proliferación de las apps de citas es una banalización del amor o se debe a un intento de vencer la soledad?

–Hay que tener grabado a fuego que todos somos seres maravillosos. Somos la fuente de felicidad más importante de todas. Cada persona que conozcas es sagrada. Tienes que tratarla como la preciosidad inconmensurable que es. Y piensa algo, como tratas a los demás es como te tratarás al final a ti también. Ahora, sabiendo eso ya puedes usar esas apps.

–Asegura que la idea de «no necesitar» concuerda con el desapego y que podemos tener un Ferrari y una mansión pero sabiendo que no los necesitamos, ¿por qué los queremos entonces?

–Yo tengo un anillo muy chulo que me regaló una novia. Me encanta. ¿Qué pasaría si lo perdiese? ¿Sería el fin del mundo? ¿La guerra nuclear? No. Prefiero no perderlo pero estoy convencido de que seré feliz sin él también. Si pensase lo contrario estaría temeroso todo el día de perderlo. Y ese anillo se convertiría en una carga. Esa actitud es esencial si quieres ser libre y feliz. «Querer» está bien. Convertirlo todo en «necesidades absolutas» no.

–Menciona a los estoicos en su libro, ¿cuáles son sus principales enseñanzas para ayudarnos a mejorar nuestras vidas?

–La psicología cognitiva que yo practico es estoicismo en un 70%. Alrededor del siglo I a. C. los filósofos griegos ya vieron que «no nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede». Si te aplicas ese principio a tope, tu mente cambiará y toda tu vida con ella.

–También se hace eco de la filosofía budista, ¿qué debemos aprender de ella?

–Todo es ilusión, una construcción mental. Todas nuestras emociones son humo. Tú no eres cascarrabias, ni nervioso ni depresivo. Solo crees que lo eres. Si te convences de lo contrario, te aseguro que aparecerá otro «yo».

–¿Por qué cada vez más gente va a clases de mindfulness y hace retiros espirituales? ¿Para evadirse, para aprender a vivir con menos cosas...?

–La gente está descubriendo que existe un entrenamiento de la mente, una especie de fitness para el cerebro. Que la salud emocional depende, en gran medida, de ese trabajo. Cada vez lo harán más. Es una buena noticia.

–Afirma que el estrés es una plaga en nuestros días. Las encuestas dicen que el 80% de los adultos sufren estrés laboral o familiar, y usted asegura que en un 80% el estrés en el trabajo es algo mental creado por nosotros. ¿Está solo en nuestras cabezas? ¿Nos autoboicoteamos?

–Fíjate que en un mismo puesto de trabajo hay personas que se estresan y otras que no. Tienen el mismo jefe, las mismas tareas, los mismos clientes… Qué extraño, ¿por qué esa diferencia? Respuesta: cada uno tiene un diálogo interno, unas creencias diferentes. En mi libro explico cuál es la mejor mentalidad antiestrés: ser campeones en el arte de quitarse presión.

–Cuenta que debemos ser independientes de la crítica ajena y tener criterio propio porque, hagamos lo que hagamos, siempre habrá alguien al que le parezca fatal. ¿Cómo podemos conseguir que no nos afecte la opinión de los demás en la época de las redes sociales, en las que tanto exponemos nuestras vidas?

–Tienes que convencerte en profundidad de que nunca conseguirás la aprobación total de los demás. Aunque te conviertas en un felpudo, un «bienqueda», un seguidor del pensamiento único… no faltarán los que te despreciarán: incluso por ser así. Estando las cosas así, ¿no es mejor pasar de esa aprobación? Haz lo que creas mejor y que ladren los de siempre.

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