China penaliza al brandy, pero respeta al porcino

En todo caso, una acción que tiene su parte positiva, por el momento. China ha aparcado provisionalmente la amenaza de imponer aranceles al sector del porcino, que impactarían especialmente en España y Alemania, países ambos que se abstuvieron y votaron en contra, respectivamente, a la imposición de aranceles a los vehículos eléctricos chinos. Fijaron el punto de mira en sectores emblemáticos en Francia, país promotor de los aranceles a la automoción del gigante asiático, centrándose en el sector del lujo, en el que se encuentran sus cognacs y brandys. En datos macro, este giro beneficia claramente a la balanza comercial española, pero esto no evita daños en el sector del brandy español, indudablemente mucho más pequeño que el potente sector del porcino.

El brandy español tiene una larga tradición y renombre internacional, aunque no tanto como el francés. Sin embargo, las exportaciones españolas de este licor a China representan una fracción mínima del total exportado a nivel mundial. Según los datos del informe de Datacomex, en 2023 España exportó a China brandy por valor de 1,84 millones de euros, lo que equivale a menos del 0,2% de las exportaciones globales de espirituosos. En términos de volumen, las exportaciones alcanzaron las 784 toneladas, una cifra respetable pero no crítica en el panorama global.

En contraste, el mercado del brandy francés tiene un mayor grado de dependencia del mercado chino, con unas relaciones comerciales más intensas; en particular en el caso del cognac, producido exclusivamente en el país galo. Los informes recientes indican que las exportaciones francesas de coñac a China representan un porcentaje muy importante de sus ventas internacionales, lo que coloca a sus productores en una posición más vulnerable frente a las medidas proteccionistas chinas.

La diferencia en el impacto en ambos países, Francia y España, radica en la diversidad de mercados de exportación. España ha logrado diversificar sus destinos de exportación de brandy, reduciendo su dependencia de china, incluso siendo este un mercado tan grande y prometedor. Los productores españoles de brandy han explorado con éxito mercados en América del Norte y Europa, construyendo una presencia robusta y sostenida en diversas regiones. Además, la globalización del comercio ha permitido a los productores españoles acceder a mercados emergentes con un alto potencial de crecimiento. Países como India, Japón y Corea del Sur han mostrado un creciente interés por el brandy y otros licores europeos, ofreciendo nuevas avenidas para compensar las pérdidas en el mercado chino. Esta capacidad de adaptación y expansión es un testimonio de la resiliencia y visión estratégica de la industria española.

Francia, por otro lado, ha concentrado una parte considerable de sus exportaciones de brandy en China, lo que ahora los expone a mayores riesgos económicos. La diversificación de mercados no solo protege a los productores de estas fluctuaciones, sino que también abre nuevas oportunidades de crecimiento.

Sin embargo, no se puede subestimar el impacto psicológico y económico inmediato de las medidas chinas. Aunque la proporción de exportaciones al gigante asiático sea menor en comparación con Francia, los productores españoles aún se enfrentan a un desafío real que requiere una respuesta coordinada y estratégica. La capacidad de adaptarse y encontrar nuevas oportunidades será fundamental para el futuro del brandy español en el escenario global.