Un desafío por superar
Carmen Moreno Vargas
Directora De Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura
Viernes, 7 de marzo 2025, 08:44
La igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el sector agroalimentario no es un lujo, ni algo banal y tampoco una moda o tendencia ... social que haya que seguir. En realidad, es una necesidad urgente, un desafío que estamos superando poco a poco con el objetivo de lograr un sector más eficiente, innovador y justo. Promover la inclusión de las mujeres en el sector agrario y en sus cooperativas supone transformar la vida de todo el medio rural, dentro de un ámbito global de sostenibilidad. Por eso, a las puertas del 8M, es hora ya de derribar las barreras de género y ofrecer a todas las personas, sin importar su sexo, la oportunidad de contribuir y prosperar en este sector esencial.
En los últimos años hemos sido testigos de avances significativos en la lucha por la igualdad de género en muchos sectores de la sociedad, incluido el agroalimentario. Aunque aún queda mucho por hacer, las mujeres hemos demostrado una y otra vez que tenemos el potencial, la capacidad, la fuerza y las ideas innovadoras necesarias para transformar este sector. Creo que el camino hacia una verdadera igualdad de oportunidades en este ámbito debe ser una prioridad para garantizar un futuro más inclusivo, sostenible y próspero.
En nuestra región tenemos ejemplos positivos de mujeres que están liderando el cambio en el sector agroalimentario, constatando que podemos ser agentes clave de cambio. Ellas sirven de inspiración y evidencian que la igualdad de oportunidades no solo beneficia a las mujeres, sino que contribuye al fortalecimiento del sector en su conjunto.
Tenemos mujeres presidiendo cooperativas, quizás el cargo más visible, pero también hay muchas mujeres –y muchas de ellas muy jóvenes– ocupando ya puestos de responsabilidad en cooperativas agroalimentarias, tanto en el consejo rector como en la dirección de la empresa. Mujeres que han llegado a la dirección de su cooperativa desde abajo, con trabajo y tesón, que son muy respetadas en su labor y que, sin duda, serán quienes van a liderar la transformación del cooperativismo extremeño, impulsando un futuro muy profesionalizado e innovador.
Las últimas cifras que tenemos en Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura son de 2023, ya que ahora empezamos a realizar el estudio del año pasado con datos ya cerrados de ese ejercicio, y reflejan que el incremento de directoras de cooperativas ha sido del 160% respecto a 2017, que fue cuando hicimos el primer estudio de la realidad de la mujer cooperativista extremeña. En ese mismo periodo, el número de consejeras en las cooperativas ha crecido en un 181%.
Tenemos mujeres que llevan por bandera la cooperativa de la que son socias. Y que son un reflejo en el que toda la ciudadanía debemos mirarnos, porque ellas también van abriendo camino. Ellas representan casi un tercio de las personas socias de todas las cooperativas extremeñas, con un aumento del 44% en los últimos seis años.
Y, por supuesto, trabajadoras de cooperativas que desempeñan con gran profesionalidad su labor, en áreas que tradicionalmente han estado ocupadas por hombres. El 40% de los equipos técnicos de las cooperativas extremeñas son mujeres. Ellas son también una muestra del talento que hay ahí fuera, de los miles de casos de mujeres que se enfrentan en su día a día a las circunstancias más diversas, en un mundo que se encuentra en plena transformación y donde la mujer está reclamando su papel, su sitio, porque quiere formar parte del presente y también del futuro que construimos juntos.
Estas cifras reflejan que algo estamos haciendo bien. Desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura llevamos años implementando medidas y acciones que favorezcan la igualdad de oportunidades en este sector que defendemos y representamos. Hemos fomentado la creación de redes de apoyo para nuestras mujeres cooperativistas y hemos creado espacios de formación en liderazgo, logrando que más mujeres tengan representación en los órganos de decisión de nuestras cooperativas.
Necesitamos un mayor apoyo a estas acciones, pero también el desarrollo de políticas efectivas de conciliación que garanticen la igualdad y la prosperidad de nuestras cooperativas y de nuestros pueblos. Porque fomentar la igualdad de oportunidades no solo es una cuestión de justicia social, sino que también tiene un impacto directo en la eficiencia y sostenibilidad del sector agroalimentario y del mundo rural.
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